martes, mayo 31, 2011

Yo, el obsceno : Lo nuevo de Wolfango Montes


Yo, el obsceno
Wolfango Montes

¿Podríamos llamar perversión al aprendizaje que ofrece un hombre a una mujer para despertarla de su puritanismo o de la ceguera que ella vive ante su cuerpo? ¿Y si este nuevo conocimiento se da incursionando a esta mujer en la pornografía? Estas son algunas de las preguntas que propone Yo, el obsceno, la nueva novela de Wolfango Montes, que será sin lugar a dudas una de las obras más provocadoras en la trayectoria de nuestro autor, pues en esta acerca la mirada a las relaciones morales y carnales dentro y fuera del set de una productora de películas porno brasilera, entrecruzando asimismo los lazos de familia que intervienen en esas aventuras.

lunes, mayo 30, 2011

Confesiones inconclusas de Juan de Dios : La nueva novela de Manfredo Kempff




En un convento alejado de la ciudad de La Paz, que existe como un feudo librado del control de la máxima autoridad eclesiástica, y de la mirada de los feligreses, se desarrollan aberrantes situaciones de abuso, violación, y de precariedad en las condiciones de vida que sostienen silenciosamente los sacerdotes que viven en su interior. Con un agudo sentido crítico, el autor desde la voz del religioso Juan de Dios, nos revelará la fisura que padece esta comunida

domingo, mayo 29, 2011

Lo bonito de ser feos : Una novela de Roger Otero Lorent


En esta novela se habla de bonitos y feos, de brotes de acné y de conflictos paternos, de bíceps y de minifaldas, de reguetones y de cartas de amor. Otero Lorent observa y diseca un mundo de adultos en construcción, donde hay que aprender a convivir con la inseguridad, y donde la belleza física se vuelve una obsesión para transitar un mundo hostil del cual nadie sale ileso.
Los lectores (jóvenes y no tan jóvenes) de este libro, pueden tener más dudas que certezas al terminar de leer la novela, pero sin duda quedarán con el buen sabor que dejan las obras bien tejidas. (A partir de los 14 años).

sábado, mayo 28, 2011

Recuerdos de Alejandro Zabala : Tardes Antiguas novela de Enrique Kempff Mercado




Por Miguel Lundin Peredo

La novela comienza con el periodo terminal de la vejez de Alejandro Zabala,el anti-heroe de la historia,sentado en su silla observa la vida escapar de su cuerpo lentamente,mientras que es ayudado por una sirvienta que lo acompaña desde su juventud,una sirvienta que el violo con otros amigos.
Zabala narra en primera persona su vida sombria y llena de actos maliciosos,una de sus novias queda embarazada de el y el le niega su paternidad,como consecuencia de eso,la joven embarazada aborta y muere despues del aborto.Alejandro profana la tumba de la joven y traslada su cadaver a la cripta familiar donde en un acto simbolico se venga de su racista y clasista padre,enterrando una joven humilde entre una disnatia aristocratica y burgues.
Zabala recuerda cada detalle de su vida,recuerda a la joven que quiere casarse con el y enloquece cronicamente,caminando con un vestido de novia,recuerda al marido de una amante que el por una broma asesina del destino atropella con su auto,la sociedad de Santa Cruz de la sierra tambien lo hace participe de traiciones politicas.
Enrique Kempff Mercado narra con mucha maestria el ambiente de Santa Cruz,sus costumbres y mediante Alejandro Zabala canaliza el mal y el atropello de una clase que se creia triunfadora y dueña de la ciudad.Una excelente historia,la historia de Alejandro Zabala, un abogado que lleva más de cinco décadas de historias truculentas a cuestas, en la postración de su soledad, recuerda las escenas más relevantes de su vida: violaciones, asesinatos, chantajes, borracheras, traiciones políticas, abortos.

viernes, mayo 27, 2011

Alan Castro Riveros escribe para la contratapa de la nueva edicion de "Un verano con Marina Sangabriel"




Contratapa de "Un verano con Marina Sangabriel" de Jesús Urzagasti


El aliento narrativo de Jesús Urzagasti impregna todos los recovecos que se le presentan en la memoria y en la imaginación, haciendo de sus meandros fulgores de un impulso que todo lo preña. Un verano con Marina Sangabriel crece en un tiempo que despliega puentes, descubre túneles y salta elegantemente entre abismos que solían separar ciudades, voces, perfiles y aromas. Su ágil marcha palpa una distancia que no deja de parir seres entrañables que, de otra manera, se hubieran perdido en un paisaje ajeno y sombrío. Enflorados y luciendo su gesto más luminoso los personajes de esta novela están a sus anchas en el lugar preciso, ya sea teniendo como interlocutor a un Soleto Ramos que se hace presente por obra del pasado, o presintiendo el fantástico y sensual semblante de Marina Sangabriel.

Alan Castro Riveros

jueves, mayo 26, 2011

La biblia copta : La nueva novela de Juan de Recacoechea




Fragmento de una entrevista a Recacoechea en Pagína Siete

- Háblenos de La biblia copta

- Te cuento cómo nació. Un día estaba en un cafecito de la calle Sagárnaga y coincidí con un fotógrafo francés que me contó su historia de cómo llegó a fotografiar templos coloniales en Perú y Bolivia.

Un día se fue a un pueblito llamado Cocanguira, en Potosí, y mientras sacaba fotos en la pequeña iglesia y conversaba con el cura empezó a hurguetear y dio con una vieja biblia que estaba escrita como en jeroglíficos; en realidad era copta, que es el antiguo lenguaje egipcio.

Una vez en La Paz, el francés empezó a navegar en internet y -como tenía memoria fotográfica- comparó lo que había visto en la Biblia con otros textos y vio que en el mercado europeo ofrecían una página original escrita en copta en 250 euros; como la Biblia de Cocanguira tenía como mil páginas, podía valer fácilmente 250 mil euros, una fortuna.

El hombre volvió a la iglesia y se hizo de la valiosa Biblia, quién sabe cómo' tal vez engañando al cura o simplemente se la robó. La cosa es que para salir de Bolivia, Biblia y todo, el tipo no tenía dinero y empezó a traficar cocaína, lo pillaron y lo metieron a San Pedro.

martes, mayo 24, 2011

Cuando el terror manda



Por Daniel Averanga Montiel

El primer libro de terror (sí, terror) que pasó por mis manos fue uno de mitos y leyendas bolivianas. No recuerdo el nombre del autor, aunque sí me lo imaginaba de mi edad (debía tener nueve años), ¿por qué?, pues porque no creía que alguien con la edad suficiente para realizar operaciones abstractas se arriesgara a escribir sobre viudas negras o condenados que habían pegado a sus papás. Sentía que esos temas pertenecían exclusivamente a niños de entre siete a diez años, que desde los once uno leía cosas relacionadas con la historia universal, con los incas , con los personajes de la colonia, todos vestidos con apretadas calzas blancas o con los rostros austeros de los emenerristas de los años de la revolución. En fin, mi lectura comenzó sin entusiasmos ni esperanzas; pero, de pronto, cuando el relato del borracho que sale de la chichería se convierte en el relato de la viuda negra que seduce a los infortunados calentones de la época, todo desgano pasó al olvido. Me devoré todo el libro, pensando que todo tenía que ver con esas sensaciones de miedo a la muerte, de miedo a lo extraño, y de pronto, sin pensarlo, descubrí que tenía afición hacia ese género (Déjenme protestar un poco al referirme al terror como un género y no como un acné más en el rostro del género fantástico. Para mí el terror ya es un género, pues está presente, desde los espacios más oscuros a los menos alegres, en casi toda la literatura universal).
Nunca antes había leído algo de tal magnitud: algo que estaba tan cerca de uno y que era, por vez primera, visto desde otra perspectiva, revolcó todas mis formas de pensar. Era un niño, lo admito, pero en aquel instante era un inútil que buscaba, antes de tiempo, una identidad definida; por tanto, debía terminar de soñar con lecturas parecidas.
En sí, sentí miedo. El campo y los mitos culturales ya no iban a ser vistos como antes: en cada viaje a Viscachani creería que el Cari Cari me atacaría si me llegara a dormir, me prometí a mí mismo no beber cerveza ni pasar por ríos en plena noche para evitar la presencia de la viuda negra o del condenado; evitaba siempre acercarme a esas tiendas de nylon azul que abundaban por las rieles de Villa Dolores, casi llegando al Faro Murillo, y siempre recordaba no pisar tumbas en los días de Todos los Santos.
Y mis juicios sobre la autoría y la madurez intelectual de los autores de novelas de terror cambiaron al pasar el tiempo. Descubrí en series, películas y hasta en historietas que los vampiros habían salido de novelas como Drácula o Carmilla, y por tal razón, si me entusiasmaba ver películas de terror, más me entusiasmaría leerlas.
Pasó el tiempo, y con el tiempo llegó una profesora que me prestó la novela Drácula, de Bram Stoker. No hace falta mencionar que Drácula es una propaganda inglesa del poder de su gobierno, como ahora las películas de Michael Bay son lo mismo para los Estados Unidos; de todas formas me encantó el manejo narrativo, el estilo, la dinámica y el valor por escribir algo tan innovador en una época en la cual todo el mundo leía novelas realistas. No estoy en contra del realismo, ni tampoco creo que toda narrativa social realista sea buena (Dios me escuche); en lo que sí estoy conforme es que Bram Stoker tenía ya una edad madura cuando escribió Drácula, para que todos creyeran en él como un ser pensante que podía realizar con gusto operaciones abstractas. Y sí, descubrí que sí se podía escribir terror (no suspenso, ni drama trágico de padres pedófilos y ciegos), desde cualquier edad.
Lo lamentable es que, en Bolivia, el género más pequeño y sanguinario, casi no existe.
Obviando las lecturas del ilustrísimo Paredes Candia, del relato de Augusto Guzmán bautizado como “Cruel Martina”, de los relatos de Bartolomé de Arsanz y de toda antología de costumbres, brujerías y tradiciones, el género del terror es casi nulo en nuestra narrativa. A veces hubo algunas pinceladas que involucraban terror en el máximo sentido literario de la palabra (la agonía de Pedro Choque, mirando a los buitres como fantasmas y su diálogo con su compañero ya podrido en “El valle del cuarto menguante” de Boero Rojo me dieron esperanzas y alguna que otra muerte sorpresiva en los relatos de Cerruto también); pero una obra totalmente sumergida en las profundas aguas del terror, no.
Aún así, no hay que ser tan totalitario: el que salva con méritos al género de terror (y horror completo) es Miguel Ángel Galvez. Y tan sólo con una novela corta (ganadora del premio nacional de primera novela de Nuevo Milenio 2000, junto a la otra obra de Wilmer Urrelo, Mundo Negro), que para los ojos de los escritores más viejos, aunque no inútiles, está a años luz de ser superada por cualquier testimonio novelado en la coba popular.
El terror no significa pintar al lector de sangre o cocerlo a cuchillazos..., es vestirlo con paranoia, hacerle dudar, poco a poco, de que existe un final feliz en su propia historia; llevarlo a sensibilizarse con situaciones oscuras, al mismo tiempo de hacerle extrañar la realidad de la que tanto se quejó al principio. El terror es eso: hacer que el lector se imagine lo que pasará a continuación, y piense. Que analice la situación, que la evalúe y que escape si quiere. Eso es el terror, no ver a un hombrote perseguir a una jovencita de pechos hermosos; el terror es ver en lo invisible, encontrar la escena de una cena en la casa del hombrote perseguidor y no encontrar a la mujer perseguida...o tan sólo ver por un momento en la cocina de esa casa y descubrir la ropa de la buscada, toda en el suelo de la cocina, justo cuando se sirve el plato principal...
Ahora, mi temor a las costumbres y mitos se ha disipado: hay que temerle a los vivos, los que sí pueden hacerle daño a uno. Además, el mundo andino posee aquellos mitos como una forma más de ejercer control social, ético y moral: el Cari Cari siempre va a castigar el descuido; la viuda negra, el alcoholismo; el anchancho, la depresión; el condenado, la falta de respeto a los padres... y, en fin, siempre en el mundo andino los asesinados por fuerzas desconocidas son aquellos que atentan contra la vida, por lo cual, me salvo casi raspando...
Bolivia necesita de todos los géneros: el terror es uno más, mi preferido, pues porque con él puedo penetrar círculos inimaginablemente penetrables: las casas de los diputados golpeadores de esposas, los cuarteles donde se sacrifican perros como si fuera divertido; en los prostíbulos donde, sin querer, uno se encuentra con uno que otro profesor de universidad; en las iglesias, donde los santos no son tan santos a eso de las doce de la noche; en los colegios, donde siempre hay monstruos cerca de puertas de depósitos; en las ferias de los días domingos, donde de vez en cuando uno que otro niño desaparece, etc.; hay para escogerse. Siempre hubo fuentes para extraer ficciones terribles, llenas de horror, de aversión, de terror o de misterio. Acéptenlo: el terror es el género transversal de toda la literatura, pues, ¿quién no a sentido miedo al leer el relato de Escila y Caribdis de la Odisea? ¿Quién no se ha preguntado cuán horroroso podría haber sido el espectro que se le presenta a Hamlet en la obra de Shakespeare? ¿O la famosa escena de las balas en la estación de Cien Años de Soledad de García Márquez, o, de las hormigas casi al final del libro? ¿Quién no ha sentido algo de miedo al leer algún pasaje de Pedro Páramo de Rulfo? ¿O el relato El almohadón de Plumas de Quiroga?
Como leen, el terror ha estado presente casi en todo. Sólo falta un escritor que le de fuerzas al trabajo de hacerlo continuo. En Bolivia predomina el relato realista, casi telenovelesco, por decirlo así: indios o campesinos sufriendo casi siempre por los patrones o por la falta de plata; borrachos que saben contar sus historias, o filósofos que no escriben ensayos, sino narrativa que no describe nada y, sin embargo, es leída en esos bares de bohemios que no lo son en realidad.
El terror también es realista, mueve montañas sin necesidad de fe: basta con esperar en vano al hijo que no viene siendo ya de madrugada; o caminar por una calle en plena noche y distinguir a lo lejos dos siluetas a uno y otro frente, esperando –corrijo–: esperándote; o leer en las noticias algo relacionado a la política, siempre metiéndonos miedo...
Algún día el género oculto saldrá, no como ahora pasa en Estados Unidos, con novelas seudo adolescentes, sino saldrá con toda su magnificencia; si para Wilmer Urrelo la novela negra es la fea de la familia, el género del terror es la oscuridad que tiene, por dentro, cada uno de los miembros de esa familia. Ese lado terrorífico, que como decía la presentación de cierto programa de misterio, es igual al lado normal, “...pero no tan iluminado”.
Mientras tanto, me voy de paseo por el camino de la narrativa, pero me voy por el oscurito.
Siempre por el oscurito

lunes, mayo 23, 2011

Una Novela Negra : Discurso de Recacoechea sobre " La Biblia Copta"



Por Juan de Recacoechea

Jean Echenoz, el conocido novelista francés dijo recientemente en una entrevista que le hicieron en la Feria del Libro en Buenos Aires de que no cree en la imaginación pura y que las novelas parten de hechos reales. Y, esto en mi caso fue siempre así. Desde mi primer relato, Fin de Semana, que transcurre totalmente en París hasta la novela que voy a reseñar esta noche, si bien, son obras de ficción-no es menos cierto que se han basado en hechos que ocurrieron realmente- y que de alguna manera, inspiraron la historia. Tal vez la única novela que surgió de un argumento que imaginé en su totalidad, fuer La Abeja Reina, pero aún así, los personajes que deambulan a través de la novela, sí existieron. Lo que hice, fue juntarlos y mezclar sus vidas, sus aspiraciones, sueños y sus pequeñas tragedias. En el caso de “la biblia copta”, un acontecimiento real fue el que dio comienzo a la novela. Un buen día, en tanto daba una vuelta por la calle Sagárnaga, entré a un café en dicha vía, frecuentado en su mayoría por turistas extranjeros, sobre todo europeos; coincidí en una mesa apartada con un mochilero francés que me contó de una manera casual, una extraña historia, increíble rocambolesca, que había ocurrido un par de años atrás en un pueblito del altiplano, concretamente en las frías tierras cerca de la localidad de Corocoro. Un fotógrafo francés, quien recorría las inhóspitas pampas fotografiando iglesias coloniales, un buen día encontró en su peregrinaje por esos elevados parajes, un pequeño templo, edificado en adobe y paja.


Una diminuta iglesia, cuyo sacerdote, un joven indígena, la abría únicamente los días domingos, para oficiar la misa. Casi todos sus fieles habían emigrado a Chile, debido a la falta de trabajo, a la miseria y a la inutilidad de sus vidas. A la misa acudían unos veinte campesinos agobiados por el clima duro y por aquellos paisajes desolados. El francés no encontró nada extraordinario en aquella iglesita colonial que había aguantado el paso de los siglos milagrosamente. Fue construida por religiosos españoles. Posiblemente en le siglo diecisiete. El fotógrafo francés sacó un par de fotos del altar, simple, en madera dorada. En la parte alta, un Cristo magro y sufriente contemplaba la nave casi desértica. El curita invitó al fotógrafo a beber un vino del país, en la cripta. Allí conversaron un poco y de pronto el monaguillo llamó al sacerdote, para que se ocupara de pacificar a una pareja de campesinos que discutían en el atrio de la iglesia. El curita subió en tanto que el fotógrafo se puso a hojear algunos libros antiguos que reposaban en una empolvada repisa, adosada a la pared. Allí descubrió una biblia escrita en un idioma desconocido que se parecía al griego antiguo o al arameo. El curita descendió y el francés le agradeció por su hospitalidad y se marcho rombo a la ciudad de La Paz. Una ex en su hostal del barrio del Rosario, por curiosidad simplemente navegó por Internet y consiguió dar con un antiguo manuscrito escrito en copto que se constituye en la última fase de la evolución de la lengua egipcia y que fue utilizada en los primeros albores del Cristianismo. Su memoria fotográfica la identificó con el texto que había viste en la Iglesia de Cocanquira. La hoja que contemplaba, había sido traducida del griego al copto y valía 250 euros. La biblia que tuvo en sus manos días atrás, contaba al menos unas mil páginas. Eso quería decir en buen castellano que la biblia valía unos doscientos cincuenta mil euros. No corto ni perezoso, retornó a la iglesia altiplánica y despistando al curita, se hizo con la biblia.


De aquél relato, que más parecía el sueño de un galo alucinado, aturdido por los 3600 metros de altura de Nuestra Señora de La Paz, me puse a elaborar un esbozo de novela que tendría como soporte ese inusual episodio, digno de una leyenda celta. Pero, había que nutrir el relato con personajes y acontecimientos. Pero me acordé entonces de un fortuito encuentro en la localidad de Santa Anita, en California, en tanto presentaba mi novela Andean Express o Altiplano Express en español, con un detective privado boliviano que había emigrado con su familia a comienzos de los dorados años sesenta a los Estados Unidos. La colonia boliviana en Santa Anita y alrededores es próspera, poco alienada y cosa curiosa, comunicativa y sin complejos. El detective privado había nacido en La Paz, pero se lo llevaron hacia el sueño americano a los cuatro años de edad. Creció, se educó, hizo el servicio militar, se casó, se divorció y contrariamente a lo que deseaba su familia de clase media, conservadora-en lugar de estudiar medicina como querían sus progenitores, cursó estudios para convertirse en detective privado. Era el personaje ideal para perseguir al timador de biblias.


Como dije en una entrevista que me hizo el pasado domingo el periodista Martín Celaya en Página Siete, no encuentro mejor manera de describir la sociedad que a través de una novela negra. Me brinda una libertad total para hablar de política, de sexo, de amor, de depresiones y felicidades. Puede ser a la vez, el brillante sol y la noche tenebrosa que pasa fugazmente por nuestras existencias.
Quiero agradecer a Editorial-Plural- a José Antonio Quiroga, a Mauricio Sousa y a todos los que contribuyeron a que ésta, mi novena novela, vea la luz en nuestro atribulado país que es en cierta manera una original novela negra con tintes quevedescos. Muchas gracias a ustedes por visitar esta magnífica galería que ilumina culturalmente la zona sur.

domingo, mayo 22, 2011

El vigor de la literatura de cartón



Por San­dra Arias - Los Tiempos - 22/05/2011


El stand de Yerba Mala Cartonera en la Feria del Libro de La Paz, en 2010. - Agencias Agencia

El stand de Yerba Mala Cartonera en la Feria del Libro de La Paz, en 2010. - Agencias Agencia

Obras sobre poesía o narrativa, fotocopiadas y engrapadas a una tapa de cartón cortada a mano y con un diseño artesanal en la portada, así son los libros manuales producto de las editoriales cartoneras, un fenómeno latinoamericano que se extiende por Chile, Bolivia, Perú, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Puerto Rico, República Dominicana, Argentina, México y Paraguay, según el investigador español Jesús Cano, de la Universidad Complutense de Madrid, quien además menciona la existencia de una cartonera en Suecia.

El espíritu de las editoriales cartoneras supone trabajar sin ánimo de lucro, fabricando libros de forma artesanal para que el bajo costo ayude a que el precio también sea accesible, en pos de la democratización de la lectura. Por añadidura, los autores que publican con las cartoneras son aquellos a quienes, por una u otra razón, una editorial comercial no daría cabida. Aunque existen autores de renombre que ceden sus derechos para “adornar” el catálogo de una cartonera.

En Bolivia, actualmente hay tres cartoneras, dos activas y una que alista su lanzamiento. Se trata de Yerba Mala Cartonera, que surgió en El Alto, en 2007 y ahora trabaja también en Cochabamba; Perro petardo, de Oruro, que esta semana cumplió un año y La aparecida, de Santa Cruz, con la que no se pudo establecer contacto, pero a través de Facebook anuncia su lanzamiento en la Feria del Libro de Santa Cruz, en junio próximo.

Claudia Michel, miembro de Yerba Mala Cartonera, cuenta que trabajan con cartón reciclado que consiguen de regalo y que no descuidan el valor artístico de sus libros como añadido. Las ventas se realizan durante la presentación de las obras y el internet es su mejor herramienta de difusión.

En el catálogo de Yerba Mala Cartonera actualmente hay 60 títulos. Entre los más recientes están “Las batallas del pan”, del Club de Cuento Pan de Batalla; “Antología Las Adelas”, que reúne obras femeninas y también están las obras de Christian Kanahuaty y Milenka Torrico. Entre los autores de renombre que cedieron sus derechos están Giovana Rivero que cedió un cuento para Las Adelas, Vilma Tapia que cedió cuatro poemas para la misma antología y Adolfo Cáceres.

Todos los libros cuestan a 10 bolivianos porque la idea es que sea sumamente accesible. El producto de las ventas se invierte en el siguiente tiraje.

Por el contrario, Sergio Gareca, de Perro petardo, solo edita poesía. “Yo soy poeta y medio ignorante en narrativa, así que prefiero no meterme a lo que no conozco”, admite; pero no hace libros, sino lo que denomina demos y remix poéticos. “El objetivo de la cartonera es difundir la obra de poetas que no tuvieron oportunidad de publicar, entonces su obra puede ser revisada, es por eso que no son libros terminados “, explica. Entre los demos de Perro petardo hay 10 libros de poesía y un antología con los mejores trabajos.

En cuanto a los remix hay obras de poetas extranjeros y también está en proyecto, para julio próximo, editar un libro colectivo con poemas de 20 escritores jóvenes, nacidos después de 1980, y de dos poetas bohemios de la calle.

Según Michel, la editorial cartonera “funciona bastante bien”, sobre todo porque hay una comunidad de escritores jóvenes que la impulsan.

“Es cierto que el mercado es pequeño, pero la idea es que vaya creciendo y la muestra de que estamos avanzando es que, por ejemplo, Milenka Torrico ganó un premio convocado por Comteco y otro convocado por el Centro Patiño y Kanahuaty ya tiene dos publicaciones en otra editorial”, dice.

Gareca tiene otra visión y dice que hay que ver el mercado como “un ayni de autores”, donde las obras sirven para intercambiar y conocerse; pero aclara que el no cobrar no le resta valor a las obras. “Así empezó Jorge Campero”, comenta.

Podría pensarse que el discurso cartonero de democratizar la lectura lo exime de críticas, pero no es así.

Michel señala que “seguramente tenemos muchos detractores. En 2010, en la Feria del Libro de La Paz, el primer cuestionamiento que nos hicieron fue el estar ahí siendo que la nuestra es una propuesta alternativa. Para nosotros el estar ahí no cambia nuestro discurso de promocionar la nueva literatura y fomentar la difusión, no cuestiona el espíritu cartonero “.

Gareca dice que en Oruro también se percibe esa animadversión al considerar a las cartoneras como publicaciones poco serias; pero hay “libros fetiches” que cumplen con el requisito de tener logo y soporte económico, y no son publicaciones serias.

Ya sea que se compren o se intercambien, se difundan por internet o entre amigos, en carritos (como el de Yerba Mala) o se lean por la radio (como los de Perro petardo) los libros cartoneros tienen su espacio.

sábado, mayo 21, 2011

El director de Chaplin Show escribió un libro en el que relata hechos que ocurrieron en el país desde la década de los 50



Por Marcelo Suárez R.

Su celular tiene el tono de New York, New York, acorde con la personalidad de un hombre espectáculo. Su aspecto menudo contrasta con la grandeza de su ser. Sus arrugas no son solo señales físicas del paso del tiempo, cada una de ellas simboliza la experiencia de un individuo que ha recorrido un camino empedrado de vicisitudes y desafíos, el que, sin embargo, no le impidió desarrollar con éxito sus dos pasiones: el periodismo y el teatro.


Adolfo Mier Rivas, el escritor, el humorista, el teatrista y el formador de actores, ha plasmado gran parte de sus vivencias en ¡Qué libro de Mier!, una especie de anecdotario que dejará de ser una asignatura pendiente cuando lo presente el 12 de junio en el marco de la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz.
Luciendo un sombrero italiano de ala corta y sentado frente al escenario de Chaplin Show, la empresa que creó en agosto de 1986, junto a Ernesto Ferrante y Hugo Daza y que se convirtió en una de las razones de su existencia, Mier Rivas se dispone a comentar algunos pasajes de su decimosexta obra escrita, la primera en el género biográfico.

BOLIVIA
Lo escrito por Mier no se basa en un orden cronológico ni fue recogido en investigaciones. Es el testimonio de alguien que fue testigo de hechos trascendentales en la segunda mitad del siglo XX y vivió para contarlos. Son remembranzas, imágenes extractadas de su mente y moldeadas en forma de anécdotas y reflexiones sobre sucesos diversos, como el ‘Mamertazo’, la Revolución Nacional del 52, la guerrilla del Che Guevara y las dictaduras de Hugo Banzer y Luis García Meza, los cuales vio de cerca en su faceta de periodista.
“Son años que viví con pasión, épocas y momentos difíciles en su gran mayoría, los cuales narro en el libro con el objetivo de que las generaciones actuales recuerden que antes también hubo épocas duras, que no siempre fue democracia. Y en parte también es una forma de llamar la atención sobre lo que actualmente ocurre, para que no volvamos a vivir situaciones de esa naturaleza en un país inviable como este”, expresa.


Adolfo Mier es enfático al señalar que buena parte de su vida la pasó en época de dictaduras, desde la Presidencia de Gualberto Villarroel, período de la historia nacional por el cual comienza el relato de su libro. “La política tocaba la puerta de la casa de toda la gente y, en mi caso, fueron una constante las persecuciones, tener que ocultarme y andar con temores. De la época de Villarroel relato lo que sucedió en Chuspipata y Caracollo, los fusilamientos y el amedrentamiento”, comenta.


No obstante, Mier Rivas no puede con su genio, incluso para relatar hechos dolorosos, y los dosifica con su humor característico.

“El libro tiene una desorganización científica. Lo he escrito como dos personas que hablan; los planos cambian, se alteran, hay muchas situaciones así. Al contarlo con humor refleja el optimismo y el anhelo por días mejores”, agrega.

El anecdotario también habla de su presencia en la guerrilla del Che. Aunque más que contar lo que ocurrió con la legendaria figura, se enfoca en la travesía que el autor vivió al ‘escaparse’ a la zona cuando trabajaba en el diario Prensa Libre y radio Centro. “Por alguna extraña razón, los periodistas bolivianos no podíamos ir a la guerrilla, solamente permitían cubrir a medios extranjeros”, comenta Mier, añadiendo que realizó una campaña pro soldado boliviano llevando sardinas, fideos y otros víveres a los miembros del Ejército boliviano.

De la dictadura de Banzer tiene los peores recuerdos, como mucha de la gente que vivió durante ese infame régimen. “Recuerdo sobre todo los llamados ‘novios de la muerte’, comandados por Klaus Barbie, que molían a golpes a la gente en lugares públicos. Banzer fue un tremendo dictador, que abrió alternativas para hacer viable el país, pero lo vivido en su época fue terrible. Pero, a pesar de eso, la gente votó por él en una elección y terminó siendo de nuevo presidente. Esa fue una señal de la crisis de valores que Bolivia ha tenido siempre”.

HOMBRE DE TEATRO
Mier Rivas dice que nació en Oruro, se crió en Cochabamba y se malcrió en Santa Cruz, aunque fue en la capital del valle donde floreció en su espíritu el amor por el teatro. En la década de los 70, en tierra cochabambina, formó, junto a Julio Travesí, padre de Peter Travesí, Ninón Dávalos y otras personalidades, el Instituto Boliviano de Arte (Ibart), que reunía a la gente que hacía teatro. En 1972 hizo Sebastina, su primer drama histórico.

Luego escribió una comedia y comenzó a dirigir porque no había quien dirigiese las obras.
Así fue como hace 38 años nació la compañía Hombres Trabajando, creada por Mier Rivas en Cochabamba y que hace 26 se instaló en Santa Cruz de la Sierra. Por las filas del elenco pasaron muchas figuras del teatro nacional como Peter Travesí, René Hohenstein, Miriam Villagómez, Paula Lópe, Lorena Suggier, entre otros actores. Hombres Trabajando fue la primera inquietud que dio lugar a la segunda, Chaplin Show.


Luego de reclutar a Daza y Ferrante, que trabajaban en Tra-la-lá Show, Mier formó con ellos una de las sociedades más fructíferas en materia de espectáculos en nuestro país. “Ha sido un placer y un orgullo compartir mi trabajo con Ernesto y Hugo. Creo que hoy en día se ven muy pocas amistades de este tipo”, menciona don Adolfo.


El director de Chaplin asegura que una de las principales satisfacciones del trabajo desarrollado en elenco es dar empleo a decenas de familias que dependen de la compañía y haber logrado un idilio con el público cruceño que ha durado más de 25 años. “En un principio era imposible pensar que se podía lograr lo que hoy tenemos. Es un orgullo ver que la gente que ha salido de los talleres o formado parte del elenco desarrolla un trabajo en otros grupos, en los medios o se desempeña en áreas afines”, complementa.

EL HUMOR
“Este es un pueblo demasiado solemne, nuestra prensa es solemne, los políticos son muy aburridos, la TV no te hace reír, en la calle todo el mundo está discutiendo, agarrándose a golpes o protestando por algo. No hay que tomarse muy en serio para poder hacer llevadera la vida. El humor está para eso”, menciona Mier a la vez que resalta lo irreverente y crítico en el humor como herramienta para poder contar la realidad y desnudar el poder en todos sus rostros.


Al respecto, se refiere a las susceptibilidades que surgieron a partir de la promulgación de la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, la cual califica de positiva y necesaria, pero no ve con buenos ojos que se la utilice para pretender callar a los que parodian a las autoridades o que los humoristas se autocensuren por esta cuestión.
“La ley no dice que está prohibido imitar al presidente, sería una locura, ya que ni en las dictaduras dejamos de reírnos de la gente que tenía poder. Durante el Gobierno de García Meza escribí una obra titulada Toque de queda, que entre líneas hacía referencia al momento que se vivía”, aseguró Mier, que anhela que los bolivianos nos sigamos riendo de nuestra idiosincrasia para no volvernos “un país de opas”.

Sus frases

«La actualidad es la fuente de inspiración más importante para un humorista. Es transferir al escenario la vida misma»

«La ideología es fundamental para fijar un norte, pero para llegar a las metas es necesario gente que piense y que trabaje»

«La experiencia permite que uno pueda anticiparse al público, pero eso no quiere decir que nunca vamos a fallar»

«El periodista tiene que decir la verdad y eso es algo muy complejo, pero es una garantía para preservar la libertad de los pueblos»

Puntual

- Un libro. El Quijote

- Un novelista. Irwin Wallace

- Una novela. Juan de la Rosa

- Una película. Casablanca

- Un pasatiempo. Viajar

- Una ciudad. Dos, Buenos Aires y Nueva York

- Una comida. El ají de papalisa

- Lo que más le gusta. Definitivamente, hacer teatro

- Lo que añora. El periodismo

- Una virtud suya. La paciencia

- Un defecto. A veces soy demasiado caótico

- Un equipo de fútbol. Wilstermann

- Chaplin Show: Una institución que existe gracias al público

- Charles Chaplin. Genialidad, talento y humildad

- Adolfo Mier Rivas. Un hombre acelerado, pero en general una persona muy tranquila

Opiniones

René Hohenstein
Director de Casateatro
Adolfo es una persona que ha estado en algunos de los momentos más importantes de nuestra historia, los cuales narra con su humor tan especial en este libro, que es uno de los que más he disfrutado últimamente. Siempre digo que es el autor más prolífico de Bolivia. El éxito que tenía su teatro popular urbano en los años 80 nos provocaba una sana envidia.

Pablo Fernández
Actor, conductor de TV
Adolfo Mier es un libro abierto, por el que han pasado actores de todas las épocas y en la actualidad sigue formando gente. Yo me nutrí mucho de él, sobre todo en lo que respecta a hacer guiones. Aprendí de esa capacidad de observación que él tiene, a estar más despierto. Lo que Adolfo deja a sus alumnos es algo que se puede aplicar en cualquier nivel.

Elías Serrano
Actor y director
Con más de cien obras escritas, Adolfo Mier Rivas es uno de los autores más importantes del teatro boliviano. Yo trabajé con él en uno de los espectáculos que Chaplin realizó para una coronación de la reina del Carnaval y también participé de sus talleres de humor. Uno de sus mayores méritos es que nos hace reír, porque la risa es alimento para el alma.

jueves, mayo 19, 2011

El Cholo Portales de Enrique Finot



Para el doctor Pérez Benavente, el aristócrata blanco de la novela, ser cholo no es cuestión de pigmentación de la piel ni de posición en la escala social, sino cuestión de defectos y virtudes, comenta Evelio Echevarría. Una visión del mestizo en la novela social boliviana. Obra que en palabras del propio autor “provocó comentarios críticos por definir un tipo social, el mestizo descastado inducido a actuar en un medio superior al suyo”.

miércoles, mayo 18, 2011

“Mi nombre es Clotilde”: El escritor Alcides Parejas publica su nueva novela



La obra, al igual que las anteriores, es una historia novelada sobre Santa Cruz, pero esta vez centrada en la localidad de Portachuelo, pueblo natal del autor. Parejas Moreno cuenta la historia mediante Clotilde, personaje principal en su anterior novela La francesita, publicada por la editorial La Hoguera, en 2009.

El escritor continúa con la saga que se caracteriza por homenajear a la mujer cruceña, que también es eje principal de este relato. “Una historia de lucha, de amor y de tierra, la historia de los cruceños y las cruceñas”.

Fuente : Pagína Siete

martes, mayo 17, 2011

El mensaje secreto de la ciudad perdida : Primera novela de Fanny Escobar




Estamos frente a una nueva autora y su primera obra literaria. Indudablemente pueden pensar los lectores que por ser primerizas, las páginas que siguen, no tendrían la calidad de las de una escritora consagrada. Apreciación incorrecta. La novela que leerán tiene todas las características de las aventuras infantiles muy bien escritas. Acción permanente, interés en la trama, argumento muy bien desarrollado con elementos que nos muestra lo que algunos investigadores, a nivel internacional, han sugerido la teoría de que la Atlántida haya existido en el espacio que hoy ocupa Tiahuanaco, el lago Titicaca y el altiplano boliviano. Los que viven un inolvidable viaje a un pasado remoto son niños y un perro que para cumplir con una labor de estudios (excluyendo en esta obligación al can) ingresan a ese mundo, en otra dimensión, en un viaje lleno de peligros. La creatividad de Fanny Escóbar no se detiene e inventa una serie de situaciones fantásticas y personajes que pudieron existir en esos arcanos tiempos. En suma es una obra que agarra al lector porque tiene los condimentos excelentemente dosificados para constituirse en una representante de buena talla de la literatura infantil.

Escritores Unidos, se sienten complacidos de ofrecer al público El mensaje secreto de la antigua ciudad perdida, seguros de su éxito en el mundo lector de las niñas, niños y jóvenes de toda edad.

César VerduguezGómez

lunes, mayo 16, 2011

Hoteles : La novela de Maximiliano Barrientos se publica en editorial Periferica



Un actor y una actriz de cine porno huyen de sus vidas pasadas en un Chrysler Imperial negro junto a la hija, aún niña, de la mujer. Conducen bajo un sol inclemente, por carreteras siempre iguales, por paisajes inhóspitos y de caballos muertos: paisajes de países pobres. Cada uno de ellos nos cuenta ese viaje, su huida hacia ninguna parte, pero será otra cuarta voz, la de un director de documentales fascinado por esta historia, la que nos narre, ya en el presente, cuánto puede haber de esos tres personajes solitarios en cada uno de nosotros.
El pasado es, en esta magnética novela, un territorio nebuloso del cual no se puede escapar, y a pesar de que el viaje logra convertir los lugares más impersonales -cafeterías, hoteles, lavanderías...- en lugares particulares y llenos de sentido, el peso de lo vivido, de lo abandonado, parece seguir condenando a los personajes -a todos ellos- al desarraigo, a la sensación de ser intrusos en todas partes... Aunque tal vez el regreso sea, piensa el lector al cerrar el libro, una forma nueva de renacimiento.


"Hay que agradecerle a Maximiliano Barrientos su valentía para acercarse tanto a los personajes y la fuerza envidiable de su escritura, directa y muy visual, poblada de imágenes memorables, de historias que se multiplican y bifurcan, de ideas lacerantes, de personajes sólidos, viajeros permanentes, turistas en el centro de sus propias emociones." Rodrigo Hasbún

"Maximiliano Barrientos es un maestro de las imágenes profundas, de los intersticios donde se cruzan los destinos, esos pequeños motores invisibles que hacen que el mundo narre." Fabián Casas

domingo, mayo 15, 2011

Lamentos al amanecer : La primera novela de Corven Icenail




Por Miguel Lundin Peredo

Lamentos al amanecer es una novela donde el terror comienza en las primeras pagínas,que nos cuentan el dolor de los personajes de la historia,es una novela original que nos presenta a un escritor novel lleno de sorpresas literarias.

Fragmento de la novela

"Y por una vez, él no levantó su voz, ni dio ese quejido suave, que se oponía a los aullidos de los Cultistas, a lo lejos.
Por una mañana, él no dio un Lamento al Amanecer.
Y en esa noche, él sentía la aletargada presencia de algo, aquello que no había podido recordar, que lo llamaba hacia su lecho, y a su mundo de pesadillas".

Corven Icenail es un natural born comic writer,guioniza series y miniseries en la editorial Axcido comics,gran parte de sus historias estan marcadas por algunos detalles simbolicos que aparecen en esta novela,la narrativa avanza con escenas muy bien pensadas,Corven nos cuenta una historia con una destreza que me hace recordar las primeras novelas de Neil Gaiman,ese brillante guionista de el comic The Sandman de DC.
Lamentos al amanecer fue publicada en 2008 y desde el momento de su publicacion ha logrado meterse lentamente en el imaginario personal de su selecta fauna lectora y eso fue el resultado de mezclar un mundo gotico habitado por Musette,la protagonista de el argumento,con un terror intimista y psicologico.

Fragmentos del capitulo primero

"Tardía estaba ya la noche, cuando Musette se decidió por fin a celebrar su onomástico.
Y en realidad, en su soledad, no se sintió desdichada. La comida que le habían dejado, aunque quizá tan pobre como siempre, para ella tenía un significado especial.
Después de todo, hacía veintiocho años ya que había nacido, y ella no consideraba a ninguno perdido, o indigno de haber sido vivido".





Este fragmento sencillo encierra un mundo de inocencias prohibidas donde la protagonista es presentada como una mujer que disfruta de su edad y que va conociendo lentamente en los proximos capitulos de la historia que su nacimiento esta conectado a algo sombrio y bellamente macabro.
Corven Icenail es segun mis lecturas personales un interasante escritor,muchos lo conocen por ser el guionista de la revista llamada "Mi Nomine",cuando leia los capitulos de su primer libro,pensaba en ese gran guionista que nos quito la dictadura,el celebre autor de "El Eternauta",Héctor Germán Oesterheld.
Pensaba en Oesterheld porque Corven esta convirtiendose en un mito dentro del mundo del cómic boliviano junto a autores magistrales como Alvaro Ruilova y Juan Carlos Porcel y Mauricio Sejas.
En un mito viviente que ha logrado demostrar que el cómic es tambien literatura dura y pura.

sábado, mayo 14, 2011

LA MAQUINA DE AQUERONTE : Segunda novela de Darwin Pinto Cascán


CONTRATAPA de LA MAQUINA DE AQUERONTE

Todos estábamos hartos de la violencia, pero así era aquí; la violencia humana se replicaba a sí misma como si fuera una colonia de cucarachas dispuestas a abrazarlo todo.


Para desagraviar las humillaciones que la familia Drake durante años ha ejercido sobre su madre, su hermano y él mismo, Aqueronte el sabio construye su Máquina de la Venganza. Justo antes de hacerla funcionar entiende que debe dar marcha atrás, pero ya es muy tarde. La historia sangrienta de Sabayón y la tragedia de los Drake empiezan a reescribirse para volver a experimentar el sufrimiento y el pavor. La fundación de Sabayón por parte de Antanas, el primero del linaje, y su gobierno con mano dura; las luchas por mantener el poder de Bayard, su hijo; y la solitaria imagen de Belle Alexandra, la última Drake, cobran vida en esta novela que nos arrastra a su torbellino y que en su ficción nos interpela.


Bolivia y Santa Cruz son y no son Sabayón. Presente, pasado y futuro en ambiguo perfil. La historia se desarrolla en su propio territorio, pero los hechos y personajes se mueven sin desparpajo por cronologías y geografías universales y oníricas. La irreverencia junta hitos que pueden existir ajenos o que suelen estar conexos. Picuiba y Burdett O'Connor, Nanawa y Otto Felipe Braun, confederados de la Guerra de Secesión con piratas y nobles de los estruendos de la colonia.


Aquí la palabra se hace imagen; la novela, comic; la narrativa, cine... Los mitos del pasado se reavivan con características del presente y la cópula fructífera de lo muerto y de lo vivo permite deambular por universos de infinitas posibilidades, como el retroceso de la historia y los espectros que penetran en el mundo cotidiano de Sabayón.

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

viernes, mayo 13, 2011

Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer : La novela hibrida de Maximiliano Barrientos


Los protagonistas de estos relatos son muy jóvenes al comienzo del libro. Pero van a conocer la vida y sus derrotas a lo largo de él... Casi forman parte de una única novela, puesto que todos ellos viven la misma historia: la universidad, el desencanto, los primeros golpes. Aspiran a ser médicos, abogados, pero también músicos de rock, y escuchan canciones que son banda sonora primero del amor y luego del desamor. Son fieles a sus deseos e infieles a quienes les resultan ya extraños.
Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer trata sobre la pérdida y sobre todo aquello que rodea a la pérdida, ese proceso siempre de difícil reconstrucción que llega una vez que la vida que se quiso tener no fue posible. Estas hermosas y melancólicas historias conectadas entre sí tratan, a su manera, de todas las desilusiones sutiles —y las sorpresas— que implica dejar de ser joven y ser consciente al fin de que se está dejando de serlo. Trata de los amigos y de las relaciones de pareja, de la soledad que habita todos esos huecos. Trata de la memoria, de la forma en que vivimos con el pasado, trata de cómo éste se filtra y nos contamina con fantasmas y con lugares que dejamos y a los que no podemos volver.


"Maximiliano Barrientos pertenece a una generación de narradores y cineastas que se toma muy en serio la intimidad. La obra de Barrientos poco a poco va construyendo una gran épica de la desaforada Santa Cruz urbana de hoy, pero es una épica curiosa, que atiende más a los silencios interiores que al gran monumento. Los personajes de Barrientos son jóvenes que no se niegan a crecer; el problema es que lo han hecho, y han encontrado ahí desilusión, el fin de los sueños, la gran ruptura, el daño inconfesable." Edmundo Paz Soldán

"Maximiliano Barrientos es un maestro de las imágenes profundas, de los intersticios donde se cruzan los destinos, esos pequeños motores invisibles que hacen que el mundo narre." Fabián Casas

jueves, mayo 12, 2011

Encomio de Edmundo Paz Soldán



Por Ramón Rocha Monroy

Edmundo nos contó por el Facebook que la editorial francesa Gallimard publicará “Norte”, su reciente novela. Si no me equivoco, será el primer y único boliviano en integrar el catálogo de Gallimard, que publicó a Marcel Proust, André Malraux, Antoine de Saint-Exupéry, Raymond Queneau y Albert Camus, este último director de la colección Espoir, junto a Marcel Duhamel, de la Série Noire y a Roger Caillois, de Croix du Sud. Poco más tarde, Gallimard publicó a Nathalie Saurraute, Maurice Blanchot, Georges Bataille, Jean Genet, Eugène Ionesco, Jacques Prévert y Milan Kundera. Es pues un privilegio inimaginable para las letras bolivianas el éxito de Edmundo, que quiero compartir con ustedes.



Hace algunos años, este diario, donde se inició Edmundo en su adolescencia, publicó una entrevista que le hice a propósito de la edición masiva de su novela Río Fugitivo. En ella decía lo siguiente: La revista Foreign Policy acaba de escoger con justicia a Edmundo entre "los 50 intelectuales más influyentes en Iberoamérica" (www.fp-es.org). Ha recibido la beca de la Fundación Guggenheim (2006) y en su fulgurante carrera literaria obtuvo premios importantes, como el galardón internacional Juan Rulfo (1997) y el Nacional de Novela “Alfaguara” en Bolivia (2002).



Siendo todavía estudiante del Colegio Don Bosco, publicó sus primeros cuentos en el Suplemento Correo, de este matutino.



Nacido en Cochabamba, en 1967, hijo del Dr. Raúl Paz Soldán Diez de Medina y de la Sra. Lucy Ávila, estudió Relaciones Internacionales en universidades de Argentina y EEUU, adonde llegó con una beca como jugador de fútbol. Dos décadas después, se doctoró en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de California, Berkeley, y desde ese mismo año es profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Cornell. Su producción literaria ha sido traducida a ocho idiomas; pertenece a una pléyade de escritores que comparten el blog El Boomeran(g), del diario El País, de Madrid, entre los cuales están Juan Marsé, Manuel Vincent y Santiago Roncagliolo, los dos últimos galardonados con el codiciado Premio Internacional de Novela Alfaguara. Desde su militancia inicial en el movimiento McOndo, cuya figura más visible era el escritor chileno Alberto Fuguet, Edmundo llamó la atención de otros connotados jóvenes escritores de América Latina, como Ignacio Padilla y Jorge Volpi, hasta convertirse en la figura más visible de la literatura boliviana y uno de los más conspicuos escritores de la región.



Cuando se publicó “Río Fugitivo”, escritores de la talla de Sergio Ramírez, Sealtiel Alatriste y Juan Gabriel Vásquez, entre otros, manifestaron su interés en el perfil técnico y profesional de la obra de Edmundo, que no escapó al buen ojo de Jesús Polanco y los agentes literarios más conocidos. Esta constelación de factores lo convirtió en la referencia más visible de la literatura boliviana.



La tesis doctoral de Edmundo, que es un estudio de la vida y obra de Alcides Arguedas, parece prefigurar dos destinos paralelos, porque Edmundo parecería seguir los pasos del viejo autor de “Raza de Bronce”, recibido con beneplácito por los escritores más connotados de su tiempo, así como “Pueblo Enfermo” y la monumental “Historia de Bolivia” concitaron la atención de los escritores más famosos en el Viejo Continente.



Edmundo es autor de las novelas Días de papel (1992), Alrededor de la torre (1997), Río fugitivo (1998), Sueños digitales (2000), La materia del deseo (2001), El delirio de Turing (2003), Palacio Quemado (2006) y Los vivos y los muertos (2009); y de los libros de cuentos Las máscaras de la nada (1990), Desapariciones (1994), Amores imperfectos (1998) y La inquietud de las criaturas (2010). Ha coeditado los libros Se habla español (2000) y Bolaño salvaje (2008).



La entrevista fue realizada por correo electrónico. En ella, Edmundo puntualiza los factores que apuntalaron su obra; expresa su preferencia por “Río Fugitivo”, como la obra más representativa de su producción literaria, y aunque es y habrá de seguir siendo un boliviano de corazón, confiesa su simpatía, aprecio y también inquietud por el rumbo de un país que ha multiplicado sus oportunidades académicas y literarias con amplia generosidad: los Estados Unidos.

El autor es cronista de Cochabamba

miércoles, mayo 11, 2011

El Correista : Esa asombrosa descripcion de el oriente boliviano de Tito Morales G.



Por Miguel Lundin Peredo

Sentado en la esquina de la cama de mi abuela,leia fragmentos de una nouvelle costumbrista que habia llegado por esas bromas del destino a mis manos adolescentes,la historia era simple,se narraba la vida de un hombre que trabajaba como cartero en la selva boliviana,su medio de transporte era un buey,la historia estaba ambientada en la Bolivia de principios del siglo 20,el protagonista era un hombre parido por el exotismo de la selva,que con una prosa ironica nos llevaba a un mundo de pascanas y leyendas.
Mi abuela,que por motivos economicos nunca fue alumna de ninguna escuela,era analfabeta, escuchaba atentamente mi lectura de las aventuras del correista, esta excusa para leeer libros se convirtio en una tradicion familiar entre yo y mi abuela,yo le leia un fragmento de la novela corta de Tito Morales G. cada atardecer,mientras ella descansaba en su cama después de una larga jornada nocturna de trabajo.
Tito Morales publico esta novela corta en 1992 en la editorial cruceña El País,es una de esas obras que tiene un manto de embrujo sobre sus pagínas.Es la unica obra narrativa que lei de Tito Morales y que siempre me sorprendio desde aquellas primerizas lecturas invernales en Santa Cruz de la sierra,la relacion de amistad entre el protagonista y su buey es uno de los mas bellos momentos del argumento de esta historia,el correista es la lucha humana contra las trampas de la selva,contra la falta de modernidad que reinaba en aquellas epocas en el oriente boliviano.
Ser correista era un trabajo de machos que imitaban a los viejos espartanos de la batalla de las termopilas,no cualquiera lograba superar los obstaculos del viaje,las enfermedades y las bestias y reptiles que representaban un alto nivel de mortalidad para los correistas.
Una gran noveleta que merece ser re-editada y analizada por lectores y criticos.Para aquellos que la leyeron no le es exagerado este humilde ensayo, y para quienes no tuvieron la oportunidad de leer esta novela corta,todavia estan a tiempo de leerla y intentar desafiar a los fantasmas que habitan en el despiadado vivir de un correista.

martes, mayo 10, 2011

Te Odio : El mundo desconcertante del amor femenino



Por Miguel Lundin Peredo

La protagonista de la segunda novela de Christian J.Kanahuaty no sabe porque siente un sentimiento de abandono sentimental cuando descubre que un hombre que ella amaba esta muerto,a lo largo de la historia somos testigos de la transformacion lenta de un amor de colegiala en un juego de pasion mezclado con odio y infieles citas con otros amantes.
Te odio narra de una forma intensa el colapso de la protagonista, que nunca supo porque siempre volvia a los brazos de su odiado objeto de deseo masculino,uno de los grandes aciertos de el argumento es la oportuna descripcion de sucesos en primera persona, que demuestra una habilidad natural,un autor conciente y seguro de sus estrategias narrativas.
El universo femenino siempre es un misterio para los hombres,Kanahuaty nos da una luz verde para comprenderlo,dejando hilos sueltos que se complementan con el final abierto,donde ya sabemos la vida entera de la mujer que respira como un personaje de carne y hueso y no una invencion de papel y tinta.En el siguiente fragmento del libro se demuestra su desarraigo sentimental con el viejo amante ahora muerto.

"Cuando lo conocí no quería nada con él, era
un hombre más… aunque siendo sincera debo
decir que nunca lo consideré como un hombre,
éramos muy jóvenes y él con sus actitudes y sus
ideas me pareció siempre mucho más inmaduro
que el resto de hombres que hasta ese momento
yo había conocido. Pero, él insistió. Quería que
saliéramos juntos. En cierta forma su decisión
10 fue lo que me gustó de él. No esperó mucho y me
preguntó. Fue su insistencia lo que me hizo decir
que sí al final".
-Te Odio,pagina 9 y 10,Christian J.Kanahuaty,Correveydile.


Esta novela tiene todos los ingredientes argumentales para sorprendernos con sus
sucesos y metaforas,con el siempre inagotable universo femenino,estoy seguro que el autor sabe que su nuevo libro desnuda a las mujeres, mostrando eso que no comprendemos,el alma de una mujer.

lunes, mayo 09, 2011

El fascismo del siglo XXI




Por Juan Claudio Lechín

El término “fascismo” se banalizó al convertirse en insulto. Cualquier violencia política es fascista. La banalización benefició a los verdaderos fascistas. Hanna Harendt la loca aseguró que nazismo y comunismo eran lo mismo. Nadie la escuchó. Y la astuta Unión Soviética, al triunfar en la guerra, aprovechó para deslindar aguas. Muchos politólogos se tragaron esta gambeta y proclamaron la revolución rusa y sus derivadas, china y cubana, como himnos enaltecedores del género humano.

En mi ensayo Las máscaras del fascismo vuelvo a indagar la naturaleza del fascismo, pues considero que estamos sufriendo un mal, sin estar alertados por el pensamiento europeo que solemos importar. El fascismo emerge cuando hay una fuerte descomposición del sistema de partidos políticos, durante el desgaste de un liberalismo preliminar o liberalismo retoño: el cual arrastra todavía obstáculos pasados como el caudillismo, corrupción, centralismo político y administrativo, ausencia de democracias partidarias y un pueblo no incorporado plenamente a la modernidad, entre otros aspectos.

Durante esta crisis, aparece el fascismo encabezado por un caudillo redentor y una fe ideológica, enmendadores de todos los males, a desmontar el sistema. Detalle más, detalle menos, fueron los casos de Hitler, Mussolini y Franco y también de Castro, Chávez y Morales.

Apenas el fascismo sube al gobierno comienza el desmontaje. Penetra al ejército, la policía y servicios de inteligencia, para controlarlos férreamente; luego desarmará las instituciones liberales, las libertades de opinión, prensa, sindical y política; y paulatinamente concentrará los poderes independientes: judicial, parlamentario, electoral y regional. Gradualmente, avanzara hasta conseguir no una utopía social sino el poder absoluto para entronizar al caudillo plebeyo. El sistema que engendra el fascismo es una monarquía plebeya absolutista.

Sus instrumentos legitimadores son la propaganda, elecciones y referéndums y el pueblo movilizado, al cuál transformarán de ciudadano en grupo de choque y, finalmente, en pueblo-siervo. La propaganda generará la fe y el culto al caudillo.

Hábilmente, el fascismo capta, como banderas propias, a los deseos, anhelos y traumas de la sociedad a la que va a victimar. Por eso, no es de izquierda ni de derecha, como se asegura sino que es un modelo pragmático para la toma del poder absoluto; donde el término “pragmático” significa que harán lo que sea para concentrarlo: seducir o asesinar, nacionalizar o privatizar, racismo ario o indigenista, movimientos sociales o fascios, aristócratas o revolucionarios. Invariablemente fabrican un hereje-enemigo, judío o burgués, criatura maléfica que justifique su violenta cruzada.

El error es creerles anticipadamente, como a Castro cuando dijo en la Sierra Maestra que llamaría a elecciones democráticas, cuando Chávez aseguró que no se reelegiría, no tocaría la propiedad privada ni la autonomía universitaria y cuando Morales afirmó que respetaría la libertades públicas y la independencia del poder electoral. Las consecuencias de estas ingenuidades las lamentan los pueblos, sin cesar. Aún así, muchos siguen considerándolos “de izquierda” y no versiones aggiornadas del horror europeo.

Las sociedades desprevenidas no creen ser la próxima víctima y desentenderse puede ser fatal. Ya lo dijeron los griegos cuatro mil años atrás: “Aquél que se quiere perder, los dioses lo ciegan antes”.

domingo, mayo 08, 2011

Fragmentos de la patria de Alberto Crespo Rodas





"Fragmentos de la patria” tiene el mérito de rescatar y poner en valor textos de Alberto Crespo Rodas (1917-2010) que son hoy de difícil acceso. Fueron publicados entre 1956 y 1999 en obras colectivas de amplio respiro, en revistas académicas, en actas de congreso y en la prensa de La Paz. Esta selección de textos, elaborados y publicados en las últimas cuatro décadas del siglo XX, pretende ser una muestra del largo sendero historiográfico recorrido por Alberto Crespo Rodas. (Clara López Beltrán).

viernes, mayo 06, 2011

HELLBLAZER MILONGA





Su nombre era Miranda Santa Maria de los Buenos Aires,trabajaba como cantante en una cantina situada en la calle Corrientes,cantaba tangos y milongas,la noche de su muerte estaba tan borracha que no se dio cuenta que su amante, un boxeador peruano indocumentado la habia llevado de los brazos hasta la habitacion 666 de un hotel llamado Hades Bonaerense.

jueves, mayo 05, 2011

“El amor según”: otra gran novela negra de Sebastián Antezana



Por Ricardo Bajo H.*

¿Conoce alguna vez alguien a otra persona? ¿Puede decir alguien que es lo que hará una persona al día siguiente? ¿Habrá llegado a conocer realmente a su esposa? ¿Quién tiene la culpa cuando falla el amor? (pregúnteselo tres veces) ¿Dónde puede haber ido una persona dedicada a hacer apología del artificio? De esas interrogantes sin respuesta y alguna más nace la segunda novela de Sebastián Antezana (editorial El Cuervo).

“El amor según” es la esperada obra del joven escritor paceño (nacido en México), ganador del premio nacional de novela con ese pedazo de obra llamada “La toma del manuscrito”. Antezana vuelve con más de lo mismo: habilidad suprema a la hora de construir personajes, pasión exquisita por la narración y culto a la novela negra, de misterio. Si en su “opera prima”, el clasicismo a la hora de contar -con la descripción como tótem mágico- junto a la triada suspenso-misterio-asesinato que atrapa hasta el final eran las características de la novela, en “El amor según”, hay más de lo mismo. Guiños a Perec, desaparición y misterio. Y una obsesión (en ambas novelas) por la fotografía y la certeza de la ausencia.

“El amor según” comienza con una descripción minuciosa, “lenta” y minimalista de la caida de una llave. Y termina igual. Calor, una puerta cerrada, un estudio con muñecas, un misterio por resolver, la desaparición de una mujer, el derrumbe de un hombre. Así Antezana consigue crear a través del lenguaje y un ritmo particular, una sensación de tristeza, de encierro, de angustia vital, de calor sofocante, la misma que siente el protagonista, Zimmer, un ex policía que llora la huida-muerte de su mujer, Mariana, una fotógrafa de éxito y provocación. Un hombre roto que empieza a amar cuando comienza a perder.Y dos personajes más: una periodista y el amante de la mujer perdida.

“El amor según” parece una obra teatral de Agatha Christie. Parece también (y así puede ser leida y gozada) un tratado sobre el amor (de ahí su título sugestivo). El amor puede ser lento, incoloro y utilizarse para hacer (se) daño. El amor es inevitable y duro, es un lugar común. El amor es un lugar terrible. El amor, como una forma de ser mejor, como la desaparición, como el renunciamiento del yo a favor de algo nuevo, algo distinto que se presume mejor. Así amor y dolor riman. Y sobre todo: ¿Qué se ama cuando la persona amada se ha ido, cuando no nos queda un cuerpo?

“El amor según” también (en sus cortas y apasionantes cien páginas) puede gozarse como ensayo sobre la fotografía. Y el cuerpo. Y el vacío (“amar el recuerdo de una persona, un nombre, una serie de imágenes es un poco como amar un espacio vacìo”). No por nada el libro es encabezado por una cita de Susan Sontag: “las fotos nos transmiten cierta imagen de la guerra vinculada al acontecimiento, al estallido. Pero lo crucial de la guerra es lo que sucede después. ¿Cómo se fotografía lo que sucede después?”.

Y ante lo fugaz del amor, la soledad, el sufrimiento. “El amor según” es una obra sobre la soledad y el vacío, sobre la angustia triste, sobre el padre perdido. “La soledad, como el único destino ineludible, como la fuerza singular y monumental que anima al mundo”.Y junto al dolor y las pérdidas, la reflexión sobre los autómatas, las muñecas, que encantan, descolocan y lo llenan todo de un horror incomprensible. Esas muñecas cercanas a la no existencia, a la desaparición, al estado distinto a la muerte. “El amor según” es también un cuento de muerte y terror sin escapatoria, sin luz al final del tùnel.

Pero cuando el amor, el misterio y el terror hayan desaparecido como Mariana, quedarán los personajes de Antezana: la periodista que resucita el deseo y el sexo; el amante y la bronca; y especialmente Zimmer, un ex policía (ex dipsómano), ex mantenido, un hombre que ha perdido demasiadas veces. Uno de esos perdedores que tanto alumbran y magnetizan las novelas negras, las buenas (y ésta sin duda lo es, trascendiendo incluso el género por su grandeza). Y lo es porque después de devorar las páginas de “El amor según” en busca del paraíso perdido de Mariana, su desaparición es únicamente un “macguffin” (elemento de suspenso típico de las películas del maestro Hitchcock que distraía nomás) usado por Antezana para al final decirnos (en la última frase de la novela): “descubrir que allí no hay nada”.

Post Scriptum: ¿Nada? Han pasado días desde de mi lectura de “El amor según” y todavía me pregunto (y ansío una continuación, al más puro estilo de entregas policiacas): ¿quién y porque mataron a Mariana? ¿fue algún crítico dolido? ¿algún desalmado solitario? ¿algún loco perturbado por las muñecas? ¿o simplemente Mariana está viajando por Africa –por el mapa del manuscrito- recolectando muñecas del vudú para su nueva serie? Mientras tanto ¿dejará de masturbarse Zimmer? ¿volverá a tomar? ¿llamará de nuevo a la periodista Alejandra Salgueiro para conseguir unas miserables migajas de amor?

* “El amor según” se presenta en La Paz el próximo viernes 20 de mayo en la Cinemateca Boliviana, a las 19.30 horas.

miércoles, mayo 04, 2011

“Fábulas íntimas y otros atavíos” de Vilma Tapia



La palabra pretendidamente prosaica de estas fábulas es el tránsito de una voz que no puede eludir sus orígenes y es con esa palabra que la poeta da inicio a una indagación de sí misma (…) Curiosos estos atavíos, estos traeres que por momentos penetran hasta el fondo de la infancia y de la adolescencia, pero que de pronto se desplazan sutilmente hacia otros lugares de pertenencia, como la ciudad, como los otros, como el silencio”. (Juan Carlos Orihuela)

martes, mayo 03, 2011

Los abismos posibles : Primera novela de Mauricio Murillo





Tariq Usuriaga nunca ha salido de Tánger, su ciudad natal. Se ha pasado la vida especulando sobre el mar y sus misterios. Su primer viaje será a la ciudad española de Santoña. Allí lo sorprenderán experiencias que nunca pensó experimentar y que lo harán cuestionarse si está viviendo una tragedia o una comedia. Durante la travesía, sus miedos y obsesiones se profundizan, mientras su percepción se desliza entre la ficción y la realidad, entre el sueño y la vida, sin solución de continuidad

El portulano de Juan de la Cosa (que representa por primera vez en papel al continente americano), el espectro de Natalie Wood y su muerte misteriosa, James Bond y Sam Spade como inalcanzables marcas registradas, piratas y espías, marineros y borrachos entran y salen por los varios pliegues que definen esta primera novela de Mauricio Murillo Aliaga.

En Los abismos posibles hay un misterio, a cuyo desciframiento el lector asistirá en calidad de testigo (quizás involuntario), sin saber si será posible develarlo. Y hay una realidad imprecisa, que se desplaza pendularmente a la deriva entre lo ilusorio y lo histórico, entre los sueños y la televisión, entre el horror y el asombro.

lunes, mayo 02, 2011

Culto a la Pachamama ¿Discriminación o desorientación?






Me parece oportuna la aclaración de Miguel Manzanera, sobre le pachamamismo que impulsa el gobierno...




Miguel Manzanera, SJ



El Cardenal Julio Terrazas el 28 de marzo en la inauguración del IV Congreso Educativo de la Iglesia Católica recomendó al Movimiento Al Socialismo (MAS) “repensar muchas de sus formas de actuar, para que así el país pueda tenerlo como un grupo que está al servicio de todos. Yo creo que eso se puede corregir, y tendría que corregirse para bien del país”.

Al día siguiente el Presidente de Bolivia, Evo Morales, en una rueda de prensa recogió esa recomendación, pero al mismo tiempo transmitió al Cardenal el ruego de “que algunos jerarcas de la Iglesia Católica no nos discriminen, no nos marginen y no discriminen ni marginen a otros movimientos religiosos, los evangélicos, que oran que rezan por la Patria por la igualdad que trabajan. ¿Cómo pueden excluir? Aquí no hay grupos que puedan dominar. Somos tan diversos religiosamente, en la creencia de fe religiosa”.

Aclarando esa queja, el Presidente indicó que cuando el Gobierno convoca a un acto interreligioso “algunos padres dicen que por instrucción del Cardenal y la Conferencia Episcopal no podemos participar. Eso es discriminación. Eso es desconocer a otros grupos que también practican la fe religiosa. Yo saludo esa recomendación, recojo, pero también ellos que tomen en cuenta que juntos oremos y recemos por toda Bolivia. Todos debemos estar juntos y esperamos que también pueda servir esta reflexión que juntos nos hacemos en bien de toda Bolivia”.

A manera de ejemplo el Presidente indicó que en su viaje el pasado año a Santiago para la celebración del Bicentenario de la independencia de Chile participó en la oración conjunta de representantes de la Iglesia Católica, Evangélica y Protestante, “todos orando y rezando por su patria y por sus autoridades”.

Pocos días después esa queja presidencial fue respondida por Mons. Luís Sainz, Obispo Auxiliar de Cochabamba y Presidente de Promoción Humana de la Conferencia Episcopal Boliviana: “No podemos hablar de una discriminación sino, de respeto al pueblo. La Iglesia Católica tiene normas universales, (…) normas precisas, claras, que nos señalan que no podemos participar en actos que no son de la Iglesia Católica, como por ejemplo (el culto a) la Pachamama, la K´oa. Para nosotros son signos de desorientación a nuestro pueblo. Nuestro pueblo es sencillo, nuestro pueblo es católico y por tanto que un Obispo participe en estos actos religiosos andinos para nosotros es muy peligroso porque desorienta a nuestro pueblo. Ésta es una de las razones por las que no asistimos".

Juzgamos muy oportuna la respuesta de Mons. Sainz explicando que la no participación de los Obispos en las k’oas a la Pachamama no es una discriminación. Por el contrario si así lo hicieran sería una desorientación para los fieles. La Biblia en el primer mandamiento de la Ley que Dios entregó a Moisés establece: “Yo soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí” (Ex 20, 1). El mismo Jesús, ante la tentación del diablo que le propone adorarle, responde: “Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo servirás” (Mt 4, 10).

Para los cristianos adorar a la Pachamama es un acto de idolatría. Ni tan siquiera corresponde venerarla, ya que la tierra es simplemente una creatura de Dios, que, si bien debemos administrarla y cuidarla como nuestro hábitat (Gn 1, 28), carece de la categoría personal y maternal para invocarla como la “sagrada Madre Tierra”, aunque el Preámbulo de la Constitución Política del Estado lo hace, poniéndola en un nivel casi divino: “Cumpliendo el mandato de nuestros pueblos, con la fortaleza de nuestra Pachamama y gracias a Dios, refundamos Bolivia”.

Las personas bautizadas no debemos participar en los cultos religiosos a la Pachamama. No se trata de discriminación, sino de evitar la desorientación para no caer en el sincretismo o sea la mezcla incoherente de religiones o en la superstición de pensar que esos ritos traen la buena suerte.

Esta no participación no obsta para que, los cultores de la Pachamama y los cristianos, respetando plenamente la libertad religiosa, nos esforcemos en entablar un diálogo interreligioso con la finalidad de buscar juntos la Verdad y de promover la interculturalidad y los valores comunes, entre ellos, la reciprocidad, justicia, fraternidad, ecología y paz para el bien de nuestro país.

Además, siguiendo el ejemplo de Chile, es muy conveniente, que los cristianos de diversas iglesias y denominaciones, participemos en oraciones ecuménicas, adorando al único Dios verdadero, revelado por Jesús en la Biblia, y pidiendo por la patria y sus legítimos gobernantes y por la unidad de los cristianos. De esa manera cumplimos el mandato del Señor: “Que todos sean uno… para que el mundo crea que Tú (Padre) me has enviado” (Jn 17, 21)”.


cordialmente,

Iván Jesús Castro Aruzamen

domingo, mayo 01, 2011

La critica y el poeta Oscar Cerruto




Este libro forma parte de una colección titulada La crítica y el poeta, cuyos cuatro volúmenes estarán dedicados a otros tantos poetas bolivianos de la segunda mitad del siglo XX: Jaime Saenz, Óscar Cerruto, Edmundo Camargo y Blanca Wiethüchter. Los dos primeros acaban de ser publicados y se anuncia la pronta aparición de los restantes.

Hay una larga tradición editorial de libros que revisan y sistematizan lo que la crítica dijo, en diversos momentos y desde diversas perspectivas, sobre un determinado autor. Estos libros sirven para ver, en retrospectiva, cómo la crítica valoró (o no) a un autor. Esta colección, pese a su nombre, no responde precisamente a esta tradición editorial y propone, más bien, una variante.

Lo que sus autoras (un grupo de investigadoras dirigido por Mónica Velásquez Guzmán) se proponen es, en este caso, revisar lo que la crítica ha dicho sobre la obra poética de Óscar Cerruto (1912-1981), pero para proponer nuevas lecturas de su propia autoría. “En los ensayos aquí reunidos”, dice Velásquez en las palabras preliminares del libro, “se proponen giros desde una renovada perspectiva que vuelve a la obra para recorrerla nuevamente teniendo en mente los hitos de la crítica existente y añadiendo una revisión personal que dialogue con ésta”.

Así proceden en consecuencia Monserrat Fernández (“Ser y aparecer en la poética de Cerruto”), Mary Carmen Molina Ergueta (“Soledad y lenguaje: los matices”), Mauricio Murillo (“El daño, la caducidad y la permanencia”), la propia Velásquez (“Los poetas de Cerruto o quién es el que molesta”) y un lector invitado, Farit Rojas Tudela (“El soberano/bestia en la poesía de Cerruto”).


Fuente : Periodico "La Razón,La Paz,Bolivia"
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