El carbón moribundo de la parilla (Poema inedito)
Miguel Lundin Peredo
Al ver la luz moribunda del horizonte
pienso en las noches que perdido
en los minutos donde mis ojos
intentaban ver la oscuridad
de bosques que no existian
Miraba el carreton pasar por la calle
arrastrando en sus ruedas los ultimos
lamentos de un tiempo que se habia
suicidado en el progreso.
Las caras de las chicas que vendian
tamales afuera de mi casa eran
como los rostros ocultos de viejas
hadas extraviadas en la carretera
del dolor.
Mi abuela sentada al lado de una
fogata,observaba el cielo caluroso
y yo la veia como si fuese una estatua
de cristal, tan fragil que se romperia
con el paso inoportuno de la brisa que
acariciaba mi frente.
Quise pensar que la melaconlia nunca
llegaria a mi vida, que el dolor
no seria nunca pronunciado por mis labios.
En aquellos dias,la vida era comer
masaco de yuca y majadito en la calle,
jugar con los amigos del barrio, que
podian ser viejos gladiadores de la calle
o jaguares indomables de la vida.
No sentia obligaciones, las obligaciones
eran un invento,algo que nunca comprenderia
en mi adolecencia mientras dibujaba
rayuelas sobre el piso.
El amor, era otro invento, algo que intentaba
descubrir lentamente pero que no dejaria
nunca de entender,apesar de ver telenovelas
donde la tematica monotona era siempre el
eterno sufrimiento de la heroina ante
los planes de sus rivales.
Conoci el poder del dinero, comprendi
que el dinero daba obligaciones y en
algunos momentos daba minutos muertos
de amores falsos.
El viejo motacu de la plaza ya no existe,
tampoco existe la vieja parilla perdida
en algun lugar de mi memoria,no existen
los parilleros cortando eternamente
la carne de una vaca sagrada ni tampoco
los lustrabotas buscando probar ese
codiciado alimento.
Todo ha cambiado,todo siguio su tiempo.
Me veo en el espejo y veo reflejado
al viejo ser que habito dentro de mi
aquel que solo buscaba cuentos de hadas
en medio de parilladas y lecturas
de poetas fracasados.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home