sábado, junio 30, 2012

Las ciudades de Lucía : Primera novela de Beatriz Navia




Las ciudades de Lucía es una novela que –a partir de la historia de una mujer boliviana que en la segunda década del Siglo XX persiguió su sueño de pilotear un aeroplano– cuenta pasajes de la vida de seres errantes y viajeros de la época global, quienes se mueven en la dialéctica de la nostalgia, el desarraigo y en esa especie de libertad que trasciende los espacios nacionales. “Viaja” del presente al pasado, de ciudades reales a ciudades íntimas, de la región ancestral andina a espacios transfronterizos y virtuales como los aeropuertos y los chats. En ese periplo complejo y emotivo se entrecruzan la historia de amor de los abuelos y la de Lucía Rocío, quien se debate entre varios países y varias pasiones. El lector encontrará una prosa profundamente humana, con giros de lirismo poético-desenfadado; lo que convierte al lenguaje mismo en uno de los protagonistas de esta obra.

“Novela que exhibe la escritura ‘multi-canal’ de la ficción actual, al tiempo que cuenta, de manera entrañable, la historia de una familia boliviana. Hay varias lenguas: desde el habla urbana caribeña hasta el español criollo de La Paz y los acentos del aymara. y del quechua. Al contar la historia de Lucía y de sus ancestros, rescata del olvido dolorosos episodios nacionales, haciendo gala de una escritura inteligente y elegante, como para leerse en el aire. En esta apasionante novela, la ‘guagua aérea’ –una metáfora del exilio puertorriqueño– extiende su ruta hacia la cordillera de los Andes.”
–Marta Aponte Alsina

Beatriz Navia Antezana es una escritora nacida en La Paz, Bolivia, y vive en Puerto Rico, donde llegó atraída por el (por)venir. Obtuvo la Maestría en Creación Literaria con especialidad en Narrativa (Universidad del Sagrado Corazón, PR) y la Maestría en Arquitectura-Urbanismo (UNAM, México). Tiene, además, una Licenciatura en Sociología (Universidad de Oriente, Venezuela). En la ciudad de Ponce, fue editora de A propósito, revista de literatura, arte y cine, donde publicó entrevistas a reconocidas figuras de la cultura y literatura contemporánea. Es coautora del libro Ensayos Literarios y ha publicado en las revistas Encuentro (Puerto Rico), Trizas de Papel (Venezuela), Cultura Popular (México), y en periódicos internacionales. Ha ofrecido numerosas conferencias y presentaciones sobre literatura, derechos humanos y otros temas socioculturales. Es profesora en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Ponce, donde también se desempeñó como Decana y Directora Académica. Su página electrónica se encuentra en http://www.lasciudadesdelucia.com

viernes, junio 29, 2012

Róger Otero gana con un cuento sobre fútbol



El narrador Róger Otero resultó ganador del concurso literario Tu pasión, que convocó el Banco Ganadero en el marco de la XIII Feria Internacional del Libro. Lo hizo, entre 27 obras, con el cuento El gol de los sueños inmortales, como establecían las reglas sobre fútbol y en una página como máxima extensión.
El escritor Óscar ‘Puky’ Gutiérrez; el director de la Red de Bibliotecas Municipales, William Rojas; y el periodista Roberto Dotti integraron el jurado. “El texto ganador es el que mejor se acercaba al género, con un buen manejo del lenguaje y una historia estructurada en torno al tema objeto”, valoró Rojas el trabajo del varias veces premiado Róger Otero, autor de éxitos literarios como Lo bonito de ser feo y Bulliying, sus dos últimos títulos narrativos.
Roberto Dotti, por su parte, opinó que “el ganador estructuró una narrativa limpia manteniendo tensión y sorpresa durante el relato. Presenta un buen manejo del lenguaje con figuras literarias elegantes que hilan una historia atractiva. El cuento ganador marcó una diferencia interesante con respecto al resto de los participantes”.
Esta victoria literaria da a Otero como premio un viaje con gastos pagados para presenciar el partido Bolivia-Ecuador, en Ecuador, por las eliminatorias al Mundial de fútbol. William Rojas recomendó a la organización que categorice futuros certámenes. “Es un lindo recurso para despertar el gusto por la literatura mediante este bello deporte”, dijo.

domingo, junio 24, 2012

Padres con herencia literaria : Libros. Abuelo, padre e hijo con la literatura como pasión. Se trata de la familia de Raúl Otero Reiche....



Llevan en la sangre la pasión por la escritura, la poesía y hasta el cosquilleo de la redacción periodística, Róger Otero Arteaga y Róger Otero Lorent, son herederos orgullosos de las múltiples facetas literarias de Raúl Otero Reiche, el vate cruceño. Hoy juntamos a estas dos generaciones para conmemorar el mes aniversario del Día del Padre.

Herencia. Róger Otero Arteaga, hijo del destacado poeta y escritor cruceño, Raúl Otero Reiche, es reconocido por su aporte al servicio cívico durante más de tres décadas en el campo de la comunicación social e institucionalidad en el Comité Cívico pro Santa Cruz, dijo sentirse contento y emocionado que sus dos hijos: Miriam y Róger hayan heredado esta noble profesión del legado de su padre de quien recuerda que el primer libro que le regaló su padre fue en su adolescencia y con una dedicación especial que lo motivó al género de la poesía, pero nunca se animó a publicar sus trabajos, porque para él, su padre era el único en esa rama.

Legado."Mi padre fue una persona muy noble y dada a Santa Cruz, recuerdo que los libros que teníamos en casa en su mayoría fueron traspasados a la biblioteca universitaria, yo me quedé con el que me regaló, pero un día le presté a mi hijo para que lo leyera y hasta el día de hoy no me lo regresa, parece que lo tiene de recuerdo", relata sonriendo.

Recuerdos. Róger Otero Lorent, lleva el oficio en las venas y manifiesta que el mejor libro humano que puede tener en la vida es su padre. “Gracias a su guía cuento con varios libros publicados”, enfatiza antes de comenzar sus anécdotas. “Entre mis recuerdos está de ver a mi padre con un libro en las manos o comentándomelos, esto hizo que en mí creciera una inquietud que fue desarrollándose con el tiempo y motivándome que de a poco yo vaya incursionándome en pequeños cuentos, poemas desde los 11 años” relata el destacado escritor.

Anécdota. El novelista de la tercera generación Otero, recuerda cuando comenzaba sus primeros pininos en la literatura, solía presentárselos a su padre, para que los leyera y este en vez de leerlos y entender el contenido de la historia, se ocupaba siempre de corregir el sintaxis o la ortografía, "solía molestarme mucho que hiciera eso, porque yo lo que deseaba era que leyera y entendiera la historia que yo trataba de contar, pero él en su afán de querer ayudarme en que yo mejore, siempre veía lo que yo podía cambiar y eso fue muy preponderante en mi vida porque me di cuenta que las letras no acaban en un punto final, sino que la verdadera labor del escritor es reeler, corregir y pulir lo que se ha escrito", dijo el joven escritor, heredero de “nuestro poeta mayor”, Raúl Otero Reiche.

Fuente de la informacion : Periodico El Sol/Santa Cruz de la sierra

sábado, junio 23, 2012

Manfredo Kempff narra la pesadilla menonita



La última novela del escritor cruceño está inspirada en los ultrajes cometidos por un grupo de menonitas contra las mujeres de la comunidad de Manitoba. Kempff Suárez, que cuenta una historia de ficción a partir de estos hechos deplorables, cuenta los entretelones de este trabajo y hace un repaso de su labor literaria



Por Marcelo Suárez Ramírez

En una sociedad absolutamente tradicional, pacífica, digna y entregada a Dios, ¿es concebible que una decena de hombres pervertidos pueda aterrorizar a miles de sus congéneres, abusándolos sin miramientos y dejándolos en la más grande vergüenza?

Manfredo Kempff Suárez se planteó estos cuestionamientos antes de ahondar en el caso de los violadores de Manitoba, un grupo de menonitas que ultrajó a cientos de mujeres en su comunidad en el lapso de dos años. El hecho, que ocupó los titulares de los medios locales, está plasmado en la última novela del autor de Cuando fui Nerón y El águila herida. La obra se titula Los violadores del sueño, un volumen de 353 páginas editado por La Hoguera, que fue presentado en la XIII Feria Internacional del Libro de Santa Cruz.
El escritor cruceño se refiere en esta entrevista a los pormenores de este libro y también hace un repaso por su obra narrativa, la cual, hasta el momento, está confomada por siete novelas y un libro de cuentos.

- ¿Qué lo motivó a escribir sobre lo que pasó en Manitoba?
- El hecho en sí fue algo que conmocionó a la ciudadanía. Desde el primer momento en que vi las noticias respecto a este caso, no pude dar crédito a lo que había sucedido, sobre todo porque se trataba de los menonitas, gente honrada y pacífica dedicada al trabajo y a Dios. Al saber de golpe que durante dos años se habían realizado alrededor de 150 violaciones, de las cuales medio centenar podían no haberse denunciado, decidí informarme más y seguir leyendo lo que aparecía sobre el tema con el fin de escribir algo, porque me parecía que ameritaba ser contado.

- ¿Le interesó, desde un principio, hacer un relato de ficción basado en hechos reales?
- La idea no era hacer una crónica periodística, porque eso me hubiese obligado a hacer las cosas más puntillosamente y a realizar una investigación exhaustiva, pero ese no era mi propósito porque no soy cronista, pero sí soy novelista. Entonces, leí mucho sobre el asunto en Internet, en los periódicos y luego visité Manitoba y las demás colonias que están cerca.

- ¿Tuvo obstáculos para recoger la información en la comunidad?
- Fue difícil porque el tema es muy delicado y la gente rehuía a hablar. Pero, de todos modos, tuve contacto con los menonitas, menos con las mujeres, pues acceder a ellas es complicado, además que la mayoría no habla español. Así que busqué apoyo por otro lado. Fue el doctor Freddy Pérez, fiscal que llevaba el caso, que me colaboró en la tarea de obtener documentación y en ingresar a las audiencias públicas.

- ¿El tener acceso a las audiencias le dio una mejor perspectiva para narrar la historia?
- Exactamente, sobre todo el escuchar las declaraciones. Allí tuve tiempo de ver a las mujeres que habían sido violadas, y a los violadores. Me impresionó saber que estos hombres cometían el delito utilizando un espray con escopolamina, una sustancia también conocida como burundanga que se obtiene de la flor de la belladona. Cuando supe esto me pareció algo terrible. Fueron siete los sentenciados, dos de ellos casados y con hijos. Recibieron una pena de 25 años.

- Este hecho no tiene precedentes en la historia de los menonitas en territorio boliviano, ¿a qué atribuye que se hubiese llegado a este nivel de barbarie?
- A la endogamia, al hecho de vivir ligados entre familias. Eso produce con frecuencia el incesto y fue lo que se dio en este caso, pues hubo casos de padres que violaron a sus hijas y de hermanos que hicieron lo mismo con sus hermanas. Estos sujetos pusieron en emergencia total a la comunidad. La presencia de los menonitas en Bolivia es muy grande, ellos llevan medio siglo en Bolivia, en todo este tiempo nunca ocurrió algo similar.

- Llama la atención que hubiese ocurrido en una sociedad entregada a Dios, tan conservadora…
- La sociedad menonita tiene como única lectura la Biblia, que es su base de la alabanza a Dios, no siguen otro tipo de literatura. Esta doctrina forma parte importante dentro de esa vida de encierro, soledad y trabajo sin compensaciones. El hecho de que algunos integrantes de esta sociedad se hubiesen revelado se debe también a ese excesivo encierro. Son jóvenes que no conciben en su mente el estar excluidos de la modernidad y el no tener acceso a la radio, a la televisión, a la Internet. Esa gente busca otra salida, entonces, se rebela, se entrega al alcohol y a sus más bajos instintos. Por otra parte, las víctimas pensaban que las violaciones eran cosa del demonio, porque estaban inconscientes y los verdugos no dejaban rastros. Usaban condones con los cuales no quedaban huellas de esperma. Eso duró hasta que cometieron errores y fueron descubiertos.

- ¿Cómo califica esta novela? ¿Tal vez es lo más fuerte que ha escrito?
- Bueno, mi anterior trabajo, Confesiones inconclusas de Juan de Dios, era también terrible, porque tocaba el tema del celibato en la Iglesia. Luna de locos y su continuación, Sandiablo, también son fuertes. Tampoco escribo siempre sobre estos temas, porque mis primeras novelas están ambientadas en la Santa Cruz de antaño. De todos modos, queda claro que mi literatura no es costumbrista. No escribo del paisaje, ni de las costumbres, sino sobre temas específicos, como el machismo, la mujer, el sacrificio, etc.

- Margarita Hesse es la historia de una mujer en la que también sobresale el comportamiento del hombre machista…
- En Margarita Hesse hay una crítica al machismo pero, sobre todo, se resalta a la mujer como dueña de la historia. Ella termina con el hombre que quiere de cualquier forma y tiene mucho que ver con el talento de una mujer ambiciosa e inteligente.

- ¿Cuáles son sus personajes favoritos de sus novelas?
- Uno de mis favoritos es Fabián Aguilera, de Luna de locos, una persona triste; asimismo, Salvatierra, el otro protagonista de Sandiablo. Un personaje que muy poco se ha conocido y que me gusta mucho es el de mi novela El águila herida.

- ¿Qué le pareció la versión de Luna de locos llevada a la televisión por Safipro?
- Me gustó mucho. Es una telenovela muy interesante, hecha objetivamente. Recuerdo que lo único que le pedí a ‘Quique’ Alfonso cuando me dijo que quería hacer una versión era que debía ser real, que se basara en la novela. Y se basó tanto en la novela que causó hasta protestas por sus imágenes que en esos tiempos se consideraban fuertes. Estamos hablando de que se hizo hace unos 17 años, cuando la gente pensaba de otra forma y era muy complicado hacer producción local en la televisión. Safipro hizo un trabajo adecuado, con buenos actores. Curiosamente, Guísela Santa Cruz, una de nuestras mejores cantantes, no podía hablar en la historia, pero actuó muy bien, al igual que Carola Castedo, mi hermano Julio y el actor que personificaba a Fabián Aguilera.

- Aunque no escribe sobre el paisaje, la mayoría de sus historias se sitúan en Santa Cruz…
- Dicen que esa imagen del lugar donde uno ha pasado sus primeros años no se borra nunca de nuestra mente. Yo, por supuesto, viví acá hasta mis 11 años, cuando viajé a Chile con mis padres, pero conservo buenos recuerdos de mi niñez en Buen Retiro, en una propiedad de mi tío Noel (Kempff Mercado), donde estaba en contacto con la naturaleza de esta tierra. Lo que uno oye contar a la madre, a la abuela, a la lavandera o a la cocinera es lo que a uno se le queda, bien lo debe saber García Márquez, que si nunca hubiese conocido Cartagena difícilmente hubiese escrito gran parte de sus novelas, o Vargas Llosa no podría haber escrito La casa verde. Se trata de escribir inspirado en lo que se ha vivido.

- ¿Cuáles fueron sus primeras lecturas?
- Empecé con literatura clásica, con adaptaciones para jóvenes. Leer La Odisea o La Ilíada para un chico de 12 años es un poco difícil, así que primero leía versiones más cortas. Lo que me influyó realmente fueron los escritores del boom, como Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, además de la literatura europea.

- ¿Qué lectura lo ha atrapado últimamente?
- He terminado de leer el primer tomo de la trilogía Millenium (del extinto escritor sueco Stieg Larsson) y estoy empezando el segundo. Son más de 2.000 páginas en los tres volúmenes, algo que a uno le puede parecer muy pesado en estos tiempos. A mi edad uno empieza a preguntarse cuántos libros más de este tipo tengo para leer por delante.

- ¿Qué tiempo le dedica a la escritura?
- Ahora le dedico un poco más que antes. Con este ritmo que llevo voy escribiendo un libro por año y me parece que voy bien, porque se trata de un oficio muy agradable, me anima ver cómo la gente de Santa Cruz va leyendo y escribiendo cada vez más. No hay todavía una crítica literaria como tal, pero a medida que vaya creciendo la producción, aparecerá la crítica. Cuando no existe la crítica, todos los libros son buenos, o todos malos, así que es realmente necesaria.

- ¿Qué puede decir de Hombres de papel? ¿Es cierto que nació al calor de su trabajo en el Ministerio de Informaciones durante la gestión de Banzer?
- Así es. Acababa de salir del ministerio y quedé un poco escaldado con la prensa, así que la escribí al poco tiempo. Muchos dijeron que fue una venganza mía contra los periodistas, pero no fue así. La idea era decir lo que yo advertía desde mi posición sobre el poder que tienen los dueños de los medios. Es un libro que se ha perdido un poco y que ahora sería muy interesante volver a hablar de su contenido, tomando en cuenta el conflicto permanente del Gobierno contra los medios.

- ¿Es difícil el trato con la prensa cuando se está en un cargo gubernamental?
- Absolutamente, y eso pasa con todos los gobiernos. Son pocos los políticos en el poder que se han podido llevar bien con la prensa, porque los medios están llamados a ser críticos. La prensa debe estar hecha para hacer crítica, no solamente debe decir lo que está bien, sino que tiene que estar fiscalizando permanentemente, no de la misma forma que lo hace el Congreso, pero el periodista de por sí debe ser curioso y debe cuestionar a la autoridad.
Este fenómeno se ve con mayor amplitud en otros países, lo que pasa acá es nada comparado con las palizas que pega el New York Times o el Washington Post en Estados Unidos, de la misma forma como se porta la prensa en Argentina. Es el caso de Clarín y La Nación, medios que están abiertamente enfrentados con el Gobierno argentino.
Ahora, la influencia de la Internet tiene mayor importancia en estos tiempos. Hemos visto lo que ha pasado recientemente con Mubarak en Egipto, cuya caída tuvo mucho que ver con lo que se logra hoy a través de las redes sociales.

Sus principales obras

Luna de locos (1994). Fabián, un joven de buena familia, decide, por influencia de su entorno, asumir las actitudes de poder que ejercían los miembros de una pequeña sociedad machista. No hace concesiones a la vida y decide bebérsela de un trago.

Hombres de papel (2003). Los amores seniles de un viejo rico y poco cultivado, Teodoveo Porras y Porras, provocan situaciones hilarantes cuando enamora a una joven sesenta años menor que él. Esa historia describen la personalidad de las mujeres que pasaron por su vida

Margarita Hesse (1997). En una sociedad machista y conservadora, la protagonista de esta novela se enfrenta a los rígidos códigos morales y al poder. Escandaliza a toda una ciudad cuando, en un desvarío aparente, narra sus amores adúlteros con los políticos.

El águila herida (2004). Un oficial alemán de la alta aristocracia, el mayor Sigfried von Below, sentenciado en ausencia por crímenes de guerra en el frente ruso, llega hasta la Chiquitania boliviana luego de innumerables peripecias.

Perfil

Periodista, escritor y político
Manfredo Kempff Suárez nació en Santa Cruz de la Sierra. Se ha dedicado a la diplomacia, al comentario periodístico, a la política y a la literatura. Su primera novela, Luna de locos, se editó en Bolivia, Argentina, Chile, España y Polonia. Margarita Hesse tiene dos ediciones en Bolivia y ha sido traducida al polaco y al italiano. Su tercera novela, Sandiablo, fue publicada en Buenos Aires y está traducida al italiano y al portugués, con motivo de presentarse en la Bienal de San Pablo.
Ha publicado Hombres de papel y El águila herida.
Ha sido embajador en España, Argentina y Uruguay, ministro de Estado en dos oportunidades y comentarista en varios diarios nacionales. Es columnista de diarios nacionales y colaborador de La Tercera de Chile.
Es miembro de la Academia Boliviana de la Lengua y académico correspondiente hispanoamericano de la Real Academia Española. En 2011 publicó Confesiones inconclusas de Juan de Dios.

viernes, junio 22, 2012

Diccionario Cultural Boliviano : LAURA VILLANUEVA ROCABADO - HILDA MUNDY




VILLANUEVA ROCABADO, Laura (‘Hilda Mundy’) (Oruro, Bolivia, 1912 – La Paz, Bolivia, 1982).- Escritora y feminista.

Hizo periodismo de manera intensa: fundadora del semanario ‘Dun Dun’, de corte humorístico y de Retaguardia. También fue columnista ‘La Patria’ y de ‘La Mañana’, ambos de Oruro.
Para Blanca Wiethüchter, “sin lugar a dudas, la orureña Laura Villanueva, Hilda Mundy, debe ocupar un lugar estelar en la historia de la literatura en Bolivia, pues su obra, muy breve /…/: es la primera que se inscribe conscientemente en las vanguardias y singularmente en el ultraísmo, como registra ella misma”.
Otra opinión pertenece a las estudiosas Virginia Ayllón y Cecilia Olivares, que definen: "La escritura de Mundy es agria crítica a cuanto le tocó vivir como falso, sea la Guerra del Chaco, sea el 'ser mujer'. Pero con la risa como instrumento, la Mundy se deleitó con la urbe y sus determinaciones. Dejó de lado lo que la sociedad consideraba 'importante' tanto para el orgullo de la nación como para el de la ciudad".
En la presentación de Pirotecnia -cit. Wiethüchter- la autora escribió: “…un folleto que es una línea… -historieta, aborto de novela, hubiese constituido un dibujo geométrico. / Aclaratoriamente, soy inútil para lo último. / Abandono mi posición y me presento al público con 50 chispas artificiales”.

LIBROS
Varios: Pirotecnia. Ensayo miedoso de la Literatura Ultraísta, temas varios de la mujer (1936); Cosas de Fondo. Impresiones de la Guerra del Chaco y otros escritos (1989).

Ref.- La Patria/El Faro, Edición homenaje, Nro, 19, 22.05.1994, 1-4; Ayllón/Olivares, Historia Crítica: II, 182; Wiethüchter, Historia Crítica: I, 129 y 131; Quintana/Duchén, Pasión, 675; Silvia M. Avila, “Elegía a Hilda Mundy”, PL, 30.05.1982, 3; Blanco, Orureños, 2006, 72.

COPYRIGHT: Elías Blanco Mamani

jueves, junio 21, 2012

Ensayos escogidos (1976-2010) de Luis H. Antezana Juárez



Ésta es una selección de los ensayos de Luis H. Antezana Juárez (Oruro, 1943). Escritos a lo largo de casi treinta y cinco años, son 26 actos de lectura, de variada extensión, que buscan dialogar con la cultura boliviana. En su conjunto, son textos que dejan entrever el diseño de una práctica, de una ética de la crítica, una de las más lúcidas e influyentes de nuestra tradición. Cada uno de los ensayos (dos de ellos inéditos) se inscribe en algún lugar del espacio articulado por dos impulsos críticos ideales, impulsos que se pueden ejemplificar en el ensayo que abre el libro, sobre la poesía de Óscar Cerruto, y el que lo cierra, sobre la obra de Emeterio Villamil de Rada.

miércoles, junio 20, 2012

Restos de un cielo : Sexto poemario de Marcia Mogro



Sexto poemario de Marcia Mogro (La Paz, 1956). En su presentación, Álvaro Diez Astete nos informa: “Los Selknam y los Kawéskar, antes de ser exterminados, eran los pueblos indígenas más australes del planeta. ¿Pero qué tiene que ver este hecho antropológico con un libro de poesía? Ahora todo. Pues resulta que la palabra poética de Mogro, en este su último libro, compone un solo poema de largo aliento que, exento de subjetivismos, nos habla de esos pueblos canoeros del mar, desaparecidos, asesinados. Con lúcida evocación del genocidio, el poema nos dice sin concesiones cómo se arrasó la paz y la belleza de unas culturas irrepetibles. De ellos sólo han quedado los restos de un cielo: partes, vestigios, fragmentos, rastros”. Mogro ha publicado: Semíramis (1988), Los jardines colgantes (1995), De la cruz a la fecha (2000), Lacrimosa (2005) y Excavaciones (2009).

martes, junio 19, 2012

Fernando Martínez explora el cine a través de Agazzi



Por Carolina Hoz de Vila - La Prensa - 19/06/2012

El documentalista analiza el cine, desde la mirada de Paolo Agazzi, un maestro a quién admira.
Once entrevistas a Paolo Agazzi bastaron para que Fernando Martínez construya un panorama del cine boliviano. El creador de ¿Por qué quebró Mc Donnal's? reproduce su experiencia con el consagrado director, a quién admira en suma, para elaborar un examen y pronóstico sobre la situación de la cinematografía en el país.
El cine, según Agazzi es la obra que Martínez trae a las librerías para entablar un diálogo con la tradición y sus mecanismos de acción. Según un comunicado de prensa del Centro Cultural España La Paz (CCELP), Martinez declara en su libro que la razón por la cuál retoma el trabajo y el proceso creativo de Agazzi, “es una búsqueda por encontrar ese cine boliviano, del que no se habla, de las anécdotas que se presentan en la etapa de elaboración del film”.

Tras bastidores. Los pormenores y la aventura que nace tras la grabación de una película se narran en esta entrega, basada en la forma de trabajo y pensamiento del maestro Agazzi.
Martínez es un alumno curioso que sigue el ejemplo de su profesor para entender la forma de hacer cine en Bolivia. “Charlar con Paolo durante once cesiones de entrevistas, fueron como esas lecciones magistrales de cine”. El autor añade que se siente afortunado, “que privilegio haber sido yo, ahí escuchando, hablando sobre sus películas, sus procesos de creación, construcción y administración de la creatividad”.



La leyenda de paolo agazzi. Es oriundo de Italia, pero boliviano de corazón, debido a los años que radica en suelo boliviano. Estudió Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad Statale Di Milano. Más adelante estudiaría Dirección y guión en el Instituto Superior di Cinematografia del Comune di Milano. Fue asistente de dirección de Chuquiago, jefe de producción de Amargo Mar, y deYawar Fiesta.



Trabajos. Realizó Hilario Condori (1979), Mi socio (1982), Los hermanos Cartagena (1986), El día en que murió el silencio (1997), El Atraco (2004), Sena Quina (2005), y fue co- productor de Black Thorn (2009).

lunes, junio 18, 2012

Ramón Rocha Monroy : "Los narradores somos constructores de mitos’



¿Qué es lo que le atrajo de José Santos Vargas —ese guerrillero de la Independencia que se salvó del olvido porque llevó un Diario de sus batallas— para llevarlo a la novela?

—Mi interés por la historia no es casual, porque hoy nos preguntamos sobre nuestros orígenes quizá más que muchos pueblos en el mundo. Comenzó con Potosí 1600, que recoge la anécdota de los 40 Nicolases, los primeros criollos nacidos en Potosí; siguió con ¡Qué solos se quedan los muertos!, sobre la fundación y las vicisitudes de los primeros dos años de la República y ahora La sombra del Tambor, que responde a la pregunta de la fundación desde el horizonte de los héroes desconocidos, ninguneados, ignorados por la República, que tiene un testimonio único en el continente en el Diario de José Santos Vargas.

El Diario cumplirá su bicentenario en 2014 y es curioso que nunca en 200 años ningún escritor se haya acercado a esa obra plena de astucias narrativas, felizmente curada de retórica e intacta, porque los bachilleres de la época no quisieron corregirla ni los gobernantes publicarla, incluido Belzu. Al margen de si mi intento es bueno o malo, es la primera vez que un narrador se acerca a ese pozo de aventuras y de respuestas hasta hoy silenciadas. No es casual que el Tambor, pudiendo ser teniente coronel de la nueva República, se hubiera retirado a su sayaña y empadronado como indio originario, siendo mestizo. En las ciudades lo hubieran ninguneado, pero en Chacarí, hoy provincia de Inquisivi, seguía siendo el comandante, como los 200 y más héroes que menciona, todos olvidados por la República. ¿Quién oyó hablar de Pío Hermosa, de José Rafael Copitas, de Miguel Mamani, de Santiago Fajardo, de José Domingo Gandarillas?

De la maraña de anécdotas, me resigné a la vida del comandante Eusebio Lira, quizás el más heroico de todos, y a los testimonios de su fiel Tambor de órdenes, José Santos Vargas. Como decía un líder indígena que habla en el Diario, “Unos son hijos de la patria, y otros, entenados nomás”.

—¿Cómo funciona la novela? ¿Quién la narra? ¿Está el lenguaje de la época?

—Toda reconstrucción histórica es una parodia. Si el Tambor (o Sucre, o los Nicolases) reviviera, probablemente me agarraría a sablazos. Además, es un esfuerzo inútil remedar el lenguaje de la época porque la novela está destinada al público de hoy (me hubiera gustado que fuera una historieta) y algunas precisiones no podían estar al alcance de José Santos Vargas.

Entonces hay cuatro capítulos alternos sobre dos viajes a Mohosa, el centro de la guerrilla, uno del Tambor joven acompañando a Eusebio Lira en una de sus crisis amorosas, y la otra de Pedro y María, dos jóvenes de hoy que comprueban una precisión de Marie Danielle Demélas, estudiosa del Diario: que nada ha cambiado en esos parajes en estos 200 años. Aun más, se ha perdido la memoria de la guerrilla entre los pobladores de hoy, y quizá la memoria en general. El templo de Mohosa es una construcción siniestra por su historia de ejecuciones y masacres ratificada en 1899, cuando un regimiento de un centenar de soldados fue pasado a degüello en ese sitio que más parece un camal. El pueblo casi no tiene habitantes¸ según Marie Danielle, que viajó a esos sitios históricos.

Alternar capítulos es un arte mayor; Vargas Llosa lo hace con maestría casi mecánica, pero hay que meterse en el ejercicio para saber lo difícil que es esa opción narrativa. El primer “corte” de la novela tenía capítulos alternos de ayer y de hoy, pero resultó confusa y tuve que concentrarlos en sólo cuatro. El “corte” final no sé si es el mejor, pero así quedará porque agotó mis módicas astucias narrativas, por cierto muy inferiores a las del Tambor.

Sin embargo, es difícil leer el Diario, que ya fue editado por don Gunnar (Mendoza), su descubridor, en 1952 (Universidad de San Francisco Xavier), por Siglo XXI en 1982 y por Editorial Plural recientemente junto a un enjundioso estudio de Marie Danielle Demélas, a quien dedico la novela. Los especialistas confirman que hubo dos redacciones del Diario, una al calor de las acciones y la otra, llena de correcciones, hasta 1857 en que se pierde noticia del Tambor. La edición de Demélas es la más completa y la más difícil de leer.

Yo entiendo que como Cronista de la Ciudad de Cochabamba, mi oficio es el de divulgador de ideas ajenas (en rigor, ¿quién no lo es?); así que he tomado esas fuentes y estudios para construir la novela, con breves citas directas del Diario, en homenaje a la frescura y a la intensidad de su lenguaje.

—Ésta es la tercera novela suya que tiene relación con hechos históricos. Primero fue un episodio colonial: Potosí 1600; después la vida del mariscal Sucre; ahora, la guerra de la Independencia desde su veta más popular. ¿Qué puede decirnos desde su experiencia de la relación entre historia y literatura?

—Pienso que los narradores somos constructores de mitos, mientras los historiadores son recuperadores de la verdad histórica. ¿Pero qué es verdad y qué no? Pilatos se lavó las manos cuando Jesús le dijo que Él era la verdad y la vida. A veces me pregunto si de veras la verdad nos hará libres. ¿No serán los mitos?

Respeto el oficio de historiador, pero a veces me parece que son aguafiestas. Si uno habla de una doncella, dicen que sí era bella, pero tenía mal aliento. Si del Che, que fue un mito para mi generación, derrumban el mito al decir que cometió errores tácticos inconcebibles; si de Tania, que no fue nuestra Mata Hari sino una estudiante ilusa que caminó de error en error hacia la muerte; si de Loyola, que no tuvo la discreción de un enlace urbano; si de los guerrilleros de Teoponte, que no sostuvieron ningún combate y fueron aniquilados como conejos. Esas precisiones quizá son ciertas, pero también son tristes y desilusionadoras.

Entonces aparece la literatura, que habla de la anciana ciega conductora de las mujeres de La Coronilla, un personaje literario, sin duda, pero qué vigoroso. No creo que la literatura deba ser usada como fuente histórica, un error que cometemos con esa novela espléndida, Juan de la Rosa, o, en mi caso, con Potosí 1600, que de pronto me ha vuelto un “experto en el barroco mestizo”, cuando soy apenas un divulgador de ideas ajenas y, como periodista, experto en cultura general, como decía sonriendo Gramunt de Moragas.

—Es un escritor muy productivo, un adicto a las teclas, ¿cuáles son sus hábitos y rutinas de escritura?

—Con los años prefiero teclear de madrugada, porque la noche ya no es propicia y menos el alcohol u otro estimulante. A esas horas me siento fresco, he dejado reposar lo que tenía que decir y a las nueve estoy listo para tomar la rutina de mi trabajo.

Escribo en computadora, a la velocidad de siempre, miles de páginas, pero también he vuelto al cuaderno y el lápiz, para escribir menos y darle mayor reposo. Me he dado cuenta de que he perdido la caligrafía, porque tomo apuntes que sólo serán definitivos cuando los pase a la computadora. ¿Por qué no escribir con mayor lentitud y con buena caligrafía? Es como leer en un parque, un ejercicio de paz.

domingo, junio 17, 2012

TÓXICO - Un ilustrador que deja aflorar el inconsciente



La Razón / Mabel Franco

00:00 / 17 de junio de 2012

La Chunchula recibe, pelaje recortado, jopo y meneo de cola, a quienes llegan al departamento de Marco Tóxico. “Tan mona, ella”, comenta el dibujante y poeta, admirador de Jodorowsky, de la mascota a la que ha aprendido a querer. Un aprendizaje de más de un año en el que le ha guiado su compañera, Karen Gil, amante de los perros, que adoptó al ejemplar y pegó en varios puntos del estudio de Marco letreros aún presentes: “Derecho a ser queridos”, “Derecho a ser cuidados”.

Marco se ríe, con esa sonrisa de niño que hace difícil imaginar que tiene como dueño al autor de ácidos dibujos, de monstruosos seres en los que él ve a la sociedad humana, sobre todo al poder que en ésta se regodea.

Este hijo único, nacido en 1982, fue nombrado por sus padres Marco Antonio Guzmán. Creció en el barrio de Miraflores y decidió estudiar Artes y Diseño Gráfico, aunque pronto abandonó las carreras, decepcionado de la enseñanza universitaria. “Desde 2005, cuando dejé las aulas, no he vuelto a pisar la universidad”.

Los primeros intentos de comunicarse con los lectores, a través de la historieta y el dibujo, se tradujeron en una publicación, Trazo Tóxico, que incluía el trabajo de otros jóvenes como él. “Yo llevaba las revistas a vender, las dejaba en negocios y boliches. Los encargados no siempre se acordaban del ‘Marco’ que los había contactado, por ejemplo, para cobrar, y preguntaban ‘¿quién?’, y sus ayudantes respondían ‘Marco, el del Tóxico’, asociándome con la revista”.

Así fue rebautizado y el artista asumió el apodo con el que es más conocido en el ambiente de la ilustración nacional y, poco a poco, en el internacional.

En el casco antiguo

Marco Tóxico habita en el último piso de un edificio “moderno” de tres, insertado en la antigua calle Catacora. En la angosta vía, por efectos de tal modernidad, hay varias estructuras elevadas. El efecto es que de la ventana de un inmueble a la de otro hay tan poco espacio, que fácilmente uno podría pasar por fisgón. Los vecinos de enfrente se han protegido del riesgo con cortinas, pero Marco y Karen mantienen los amplios ventanales libres. Mirando hacia el sur por uno de ellos, sorteando casas de techo de calamina y otras huellas de la desordenada presencia humana, atisba el Illimani.

Mientras Marco soporta el asedio del fotógrafo, hay tiempo para curiosear desde ese altillo. Pero un trozo de periódico doblado, que ayuda a cerrar una hoja de la ventana, distrae la atención: “10 macabros asesinatos…”. Chistosa asociación de ideas.

Lo que a Tóxico le parece “chistoso”, es su apodo; por la paradoja, dice.

“Mi vida no puede ser más tranquila. No bebo, no fumo, no me gusta salir por las noches; tengo cientos de manías y fobias: a las alturas, a los perros… No soy sano, precisamente. He pasado por una operación terrible (levanta su polera y exhibe una gruesa cicatriz en el abdomen) y me han trepanado la cabeza por un tumor”. Es decir, no es un artista de los que la gente imagina, sumido en vicios y excesos. Por el contrario, “me cuido”.

Y, sin embargo, “mi arte es ácido”. ¿De dónde viene? “Es muy intuitivo, la gran mayoría sale de mi inconsciente; estoy sentado y a medida que avanzo con el dibujo comienzo a darle coherencia”. Marco cree, como Moebius, que “el proceso creativo, la forma de comunicar algo, va más allá de la forma de vida del que crea”.

Cuentan también, lo apunta el creador de La Ñatita (editorial independiente nacida cierto día de Todos Santos), lo que ve, escucha y lee. “Mi material ilustrativo es un mal collage de películas extremas, de sitios de internet extraños, de canciones raras y de la agorafobia que sólo puede sentir quien vive en una ciudad como La Paz”, le dijo a la prestigiosa revista alemana Taschen, que incluyó su trabajo (así como el de sus colegas Susana Villegas y Frank Arbelo) en el tomo 4 de Ilustration Now, editada por Julius Weidemann en 2011.

Entre los insumos para alimentar el inconsciente, Marco cita: Bukovski, Papasquiaro, Otto Dix, Rufino Tamayo, José Guadalupe Posada, Alejandro Salazar, Édgar Arandia, Adriana Bravo, Arturo Borda, Pedro Guerra, el cine asiático, el grabado expresivo, subversivo, demente…

El complemento ideal

La pareja de Marco es periodista. “Karen me complementa”, dice de ella. “Yo soy tibio en muchos aspectos, comodón, puedo estar cinco o seis días sin salir de casa; en cambio, ella es activa, dinámica, llena de coraje; ha marchado junto con los indígenas del TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure), no sólo para recoger información sino para participar”.

Han compartido trabajo, como en la revista Divino Golfo, en la que Karen aportó con los guiones; “pero ahora, porque ella no tiene tiempo, hemos hecho una pausa”.

Ambos suman, claro, para el sostenimiento de la casa. Él, gracias a la ilustración y el diseño; “más a lo primero, porque para lo segundo todavía no tengo la pericia suficiente”. No es para hacerse millonario, pero algo ha mejorado el mercado comparado con 2004, cuando “los sueldos eran deprimentes”. Y, aunque es cierto que “todavía hay una visión chica de la ilustración en el país, se ha ido valorizando y hay instituciones, sobre todo de cooperación extranjera y de organizaciones no gubernamentales, que saben lo que hacen y exigen un buen nivel para sus materiales”.

El mercado internacional es otra veta que explotar. “Argentina, Perú, Brasil, apunto allí donde hay buen criterio para seleccionar”. Más lejos, y gracias a información de Diseñadores Gráficos de Bolivia, su obra fue recientemente evaluada en el Festival Internacional de Ucrania COW (International Design Festival. “Taking design to the Center of the World”), y el jurado la eligió para destacar al boliviano entre los diez —de un centenar— mejores ilustradores, el único latinoamericano del grupo, para más señas.

¿Cómo trabaja un artista tóxico? Sentado ante la computadora, cerca de un ventanal que da a la calle Jenaro Sanjinés, dibuja “casi todo en la computadora, con la tablet”, aunque también recurre a la micropunta y los marcadores.

“Vengo del grabado”, cita otra de sus influencias para explicar los dibujos en blanco y negro. Cuando debe usar otros colores, éstos son planos, dejando siempre que destaque el trazo del dibujo negro.

El entorno de la historieta

Acerca de la movida de los historietistas, Marco confiesa sentir “que luego del boom que se vivió en mi generación, hay un vacío; como que no se ve gente nueva, salvo Óscar Zalles, Paola Vásquez y Román Nina”. Una de las causas, “creo que tiene que ver con que el Festival Internacional de Historietas (que organiza Viñetas con Altura) fue bajando de nivel; en los primeros años tenía un nivel alto y todos nos afanábamos por presentar cosas; ya no ha sido así y la prueba, temo, se verá este año”.

Tampoco el público “siente la necesidad, porque no tiene, como todavía nosotros de niños, la cultura de leer historietas: desde Batman o el Pato Donald, que te encontrabas en cualquier quiosco, hasta las revistas argentinas como D’Artagnan, El Tony y otros”. Los esfuerzos nacionales para llenar ese vacío son pocos y Marco cita a El Lustra, que publica un diario local semanalmente, como ejemplo destacable.

En cuanto a novedades, a nivel de ilustración y de historieta de Marco, hay que anunciar un libro de pronta publicación, titulado Musicaníbal (El Cuervo y Lápiz), antología dedicada a los músicos que han removido el interior del dibujante.

Esa conmoción que él siente, y que se traduce en autorretratos, es la misma que busca despertar en quienes se acercan a su obra,  afirma Tóxico. “Para mí, el arte es, como se ha dicho del humor puro, aquel que ofende a alguien, pues lo mueve a replantearse cosas. En cambio, aquello que se dice inofensivo es, por el contrario, peligroso en cuanto adormece y conforma”.

Es cierto que los trazos de Marco pueden resultar hasta agresivos. Desde el título, como el del fanzine —otro de su autoría— llamado Gringo muerto, pero, si no, innegablemente inquietan. Tanto como los textos que suele añadir, pues este artista explora también en las palabras, la poesía. Un ejemplo es el librito Nosotros terroristas, de ediciones malarmadas, una más de sus invenciones, del que se extraen los versos incluidos en estas páginas (arriba).

Marco Tóxico publicará, asimismo, una historieta en Escape, el 15 de julio, sumándose a la lista que incluye ya a Álvaro Ruilova, Alejandro Archondo, Susana Villegas, Frank Arbelo, Juan Carlos y Felipe Porcel, MiRo Bazoalto y, actualmente, Al-Azar.

Ha caído la tarde y es hora de dejar solo a Marco. “No, no estoy solo mientras espero a Karen, pues la Chunchula (que ha dormido todo el tiempo en su sillón favorito) me hace buena compañía”. Tan mona ella.



No me llores, serpentina

No me llores, serpentina, lagrimitas de colores, porúltima vez, dame un abrazoenredándote en mi cuello, dameun beso de alcoholcito y tusonrisa de confite. No lo sabes,serpentina, peroesta noche, cuando suenenlos cuetillos yladren todos losperros, seréyo el que se vayaen la bolsa debasura.



El buen soldado

Camos, buenos muchachos,nos iremos de paseo, muyarmados, muy machitos,regando de municiones a lasflores más carnosas, llevaremosmaldiciones que echaremosen el río, comeremos carnehumana, freiremos a los perros,nos haremos hamburguesascon los niños no nacidos. Somoslos salvadores, no pedimos su permiso, somos el ejércitode lacras, chicos buenos,consentidos, somos todosbuenos soldados, blindadoscon cobardía.

sábado, junio 16, 2012

1er Concurso nacional de cuentos infantiles: Mitos y leyendas bolivianas



El Centro Cultural Simón I. Patiño, con el objetivo de fomentar la creación literaria de obras para niños/as y promover la recuperación de mitos y leyendas bolivianas, convoca al I Concurso de Cuentos Infantiles Mitos y Leyendas Bolivianas.

La convocatoria del concurso de cuentos infantiles esta abierta desde el 6 de junio hasta el 6 de septiembre del año en curso.

BASES DEL CONCURSO

1. Los participantes deben ser de nacionalidad boliviana.
2. Las obras tienen que ser inéditas y estar dirigidas a niños y niñas entre los 7 y 10 años.
3. Pueden ser presentadas por uno o varios autores en una sola postulación.
4. El tema de la obra deberá estar basada en mitos y leyendas bolivianas.
5. La extensión máxima de la obra tiene que ser de 10 páginas. Tamaño hoja A4. Tamaño letra 12. Tipo Arial.
6. La obra deberá ser entregada en formato físico (5 copias). Con el o los seudónimos.
7. Los datos personales de o los/as autores deberán ir en un sobre cerrado que señale: nombre, dirección, teléfono, y correo electrónico. En una carpeta aparte adjuntar las 5 copias con las obras escritas. Cada una con el respectivo seudónimo.
8. Queda abierta la presente convocatoria a partir del 6 de junio hasta el 6 de septiembre del 2012.
9. Los trabajos se recibirán en el Centro Cultural Simón I. Patiño/ Calle Independencia esq. Suarez de Figueroa No 89. Tel: 3372425. Para mayor información contactarse con el correo electrónico: cpatino@fundacionpatino.org
10. El jurado estará compuesto por personas de reconocido prestigio en el área de la literatura infantil y mitológica. La identidad de sus integrantes se mantendrá en reserva hasta la fecha de publicación de los resultados. Su fallo será inapelable. Así mismo el premio podrá ser declarado desierto.
11. El premio único e indivisible para cada autor consistirá en 300 dólares americanos, así como la publicación de su obra más 20 ejemplares del libro -que será editado por la Fundación Simón I. Patiño – con los cuentos seleccionados del concurso.
12. Los resultados se publicarán la segunda semana de noviembre del año 2012 en el Centro Cultural Simón I. Patiño- Santa Cruz y sus redes sociales de información Facebook y Twitter.
13. Los trabajos serán devueltos en oficinas del CSIP Santa Cruz ( Area de Acción Pedagógica) una vez publicados los resultados.

Fuente: Almazen

viernes, junio 15, 2012

BÍOGRAFIA DE HUGO VILLANUEVA RADA




VILLANUEVA RADA, Hugo (Riberalta, Beni, Bolivia, 1932 - 2006).- Poeta, novelista y cuentista.
Cultiva la literatura infantil y es compositor de música. Hizo sus estudios hasta su bachillerato en Porto Velho, Brasil. Tiene el título de técnico relojero cronometrista (1958), con estudios en Buenos Aires, Argentina. Luego estudio dibujo artístico e historieta (1962) en Río de Janeiro, Brasil, donde también tomó cursos de música (1964). Es más conocido como compositor de música; autor de las canciones: Linda Riberalta, Pena de Amor, La Lavandera, Princesita de Amor, y otras que han sido interpretadas por ‘Los Cambitas’ y el ‘Trío Oriental’. En 1972 con su canción Amor y carnaval obtuvo el premio a la mejor canción en el concurso nacional de música folklórica auspiciado por la alcaldía de La Paz.
Pedro Shimose destaca su faceta musical al decir: “A través de sus boleros, precisamente, Hugo Villanueva ha cantado al amor, a la vida, a Riberalta y sus mujeres. Hugo dice que las letras de sus canciones hablan por él, dicen que parte de su vida. Lo que Hugo Villanueva no sabe es que al cantar los sentimientos de su pueblo, el ha entrado a formar parte de esa categoría de trovadores que iluminan la vida y la hacen más bella”.
En cuanto a su faceta poética, en su Canto a América, retrata al navegante Cristóbal Colón: “Señor Almirante, / vuestro nombre es amado / y reverenciado / en el mundo entero. / En las escuelas / una de las primeras cosas / que aprenden los niños, / es a pronunciar el nombre / de Cristóbal Colón, / vuestro nombre, almirante. / ¿Qué, qué habéis hecho, decís? / Dísteis al Mundo / su mejor continente; / nos habéis regalado / a esta América que aún, / en gran parte, / duerme, / pero que es la esperanza / de mejores días / para toda la Humanidad”.


LIBROS
Novela: Camano (1999); La historia de Manso (2002).
Poesía: Canto a América (1992); El niño y el árbol (1993).
Cuento: Cuentos de Riberalta (1989); Pepe el ratón (1990); La aventuras de colita dorada (1991); Papá Caimán (1992); El delfín azul (1992); Amor y suspenso (1994); Cuentos del norte de Bolivia (1995); La aventura del Colita Dorada (2002); Cuenchacobito y la Garza Rayada (2002); La guerra de los árboles (2002); Viajando por Bolivia con Pepe el ratón (2002).


Ref.- P. Shimose, “H.V. la música y el amor”, PL, 17.08.1969, 3; El Deber, "H.V.R....", Cobertura Cultural, 19.12.1992, 4-5; H. Villanueva, Canto…, p. 52; Guttentag, Bibliografía1995, 193 / 1997, 333; ABNB, Bibliografía 2002-03, 88-89; Marcelo Suárez, “La muerte golpeó varias veces”, El Deber/Brújula, 30.12.2006, 4-5; Centro Patiño, Poesía contemporánea, 2000, 88

jueves, junio 14, 2012

“Pronuncio un nombre hueco” novela de Cristina Zabalaga inspirada en la vida y obra del escritor chileno Roberto Bolaño



Cristina Zabalaga, boliviana radicada en Portugal, se encuentra próxima a publicar su primera obra en Bolivia: la novela “Pronuncio un nombre hueco”, cuya presentación está prevista para el siguiente 26 de junio en el Centro Patiño.

La escritora, quien hasta ahora sólo había publicado cuentos, da un salto hacia la novela, cuyo título, según la autora, “anuncia el estilo críptico” de la obra.

La novela, según explica en un cuestionario enviado por email, “está inspirada en la vida y obra del escritor chileno Roberto Bolaño. La historia se construye en torno a los lugares en los que vivió, Chile, México y España; que a su vez se corresponden con corrientes literarias y determinados períodos históricos en esos países, como el inicio de la dictadura de Pinochet en Chile, las revueltas estudiantiles en México y la transición democrática en España”.

miércoles, junio 13, 2012

Los hermanos Porcel unidos por el cómic



La Razón / Mabel Franco/ 13 de mayo de 2012


Juan Carlos Porcel (30 años) y Felipe Porcel (25) son personas unidas no solamente por lazos fraternales, sino debido a su afición por las historietas. Paceños radicados en Santa Cruz, uno es ingeniero de sistemas y el segundo se forma como diseñador gráfico, profesiones en todo caso afines para el objetivo de contar historias a través de las viñetas. “De esto queremos vivir a futuro”, dice Juan Carlos en una charla por teléfono (que luego sostendremos con el hermano menor), esperanza que también alimenta Felipe.

Autodidactas, dicen que comenzaron a interesarse por el género de tanto ver Dragon Ball en la televisión. Y cuando Juan Carlos cursaba el último año del colegio, todavía en La Paz, se puso a dibujar; Felipe tomaría eso de hacer historieta en serio, sólo cuando ingresó a la universidad. Como sea, lo cierto es que con el tiempo, ambos sintieron la necesidad obvia: compartir sus creaciones. “Como publicar en papel no es fácil, comenzamos a usar la internet”.

En 2009, los Porcel, que ya se habían unido a otros comiqueros, como los que son parte de la revista El Vozetero que se publica en Santa Cruz, se animaron a participar del I Concurso de Historietas Petrobras, convocado por la petrolera, Viñetas con Altura y la Cámara del Libro de La Paz. Su trabajo, Una mañana…, la historia de unos niños que viven el colegio como un lugar monstruoso (nada que ver con la realidad, aclara el ingeniero de sistemas), disputó el trofeo hasta el último momento, aunque terminó por ceder ante El Kusillo ( Óscar Zalles, Jorge Siles, Alejandra Ramírez). Los hermanos no iban a rendirse, así que insistieron en el mismo certamen en 2010, con Ciudades oscuras, un trabajo de equipo junto a MiRo Bazoalto, cabeza de El Vozetero. Y ganaron el primer premio. La segunda parte de esa creación que habla de un mundo paralelo al humano, donde impacta cada acción que aquí se realiza, aunque los espíritus y criaturas de ese espacio no lo sepan, está en proceso de ser terminada, con el objetivo de que se presente en la Feria del Libro de Santa Cruz (31 de mayo al 10 de junio).

Felipe confiesa que no son de su gusto los cómics de superhéroes, aunque en su niñez tampoco pudo tener acceso a otro tipo de trabajos. “Ahora busco más y la internet es una vía que abre las posibilidades para encontrar una variedad de trabajos, sea porque alguien los ha pirateado, sea porque hay sitios de acceso gratuito. Me inclino por aquello que se parezca a lo que me gusta hacer, algo fantasioso”.

Juan Carlos asume la historieta como una herramienta para contar historias, ni más ni menos. “Al principio, cuando publicaba en internet, reflejaba cosas de mi vida, cosas que me pasaban; ahora… más o menos es lo mismo, pues los personajes siempre tienen algo de mí”.

Viñetas con Altura, entidad que reúne a los historietistas en La Paz y que organiza el Festival Internacional de Historietas —que este 2012 cumple una década— es un espacio en el que “tratamos de estar siempre”, dice Juan Carlos.

De la historieta que se hace en el país, Felipe piensa mucho, como si se esforzara por recordar, y finalmente menciona a Román Nina, “cuyo trabajo admiro”, y Álvaro Ruilova, “el único que ha logrado publicar fuera del país”. Juan Carlos enumera a Jorge Siles, Joaquín Cuevas, Susana Villegas, Álvaro Ruilova, Cecilia Delgado y Miguel Choque como aquella gente de cuya creación está al tanto.

“Ojalá creciera el interés por los cómics”, expresa el futuro diseñador gráfico. Porque “muy poca gente parece interesarse; lo veo en mis compañeros de universidad, entre los que casi nadie lee: a la mitad de ellos no les importa y la otra mitad tiene interés, pero conoce muy poco”.

Por ello, “hasta ahora, cómic y mi trabajo con la ilustración van por separado; quiero decir, la historieta es más un hobby porque no es remunerativo. Por supuesto que quisiéramos vender para llegar a vivir de esto algún día”, concluye, lo mismo que su hermano.

¿Qué tendría que pasar para que el interés del público se oriente hacia el cómic? “Reconstruir la sociedad boliviana”, dice Juan Carlos, medio en serio medio en broma. Y de inmediato añade: “Con un poco de publicidad, de interés de los medios, se podría ir generando la expectativa. Creo que siempre habrá alguien que se interese, el problema es que no sabe que existen autores en Bolivia”. Y confirma para sí mismo: “publicidad y tiempo, eso hace falta”.

Mientras pasa tal tiempo, “historietistas hay cada vez más. Lo veo en el festival de La Paz, siempre con stands nuevos; crece lento pero seguro”, apunta Juan Carlos.

¿Y en Santa Cruz? “Hay mayor interés por el manga y el animé; pero igualmente hay gente que está buscando otras formas de expresión en la historieta”.

En Santa Cruz, los Porcel tuvieron un encuentro providencial con MiRo Bazoalto (23 años), creativo que estudia diseño gráfico, que dibuja desde los 15 años y es un aficionado del cómic internacional y nacional, que lee como “ferviente coleccionista”. No sólo eso, sino que edita El Vozetero y encabeza la empresa Paranoia Studio, donde trabaja con los Porcel y donde el trío aprovecha para unir talentos, como ahora que da los retoques a la saga de Ciudades oscuras.

El tercer mosquetero y Escape

“Leo de todo, en especial me gusta el género policial, que también dibujo”, explica quien, en todo caso, se decanta por el trabajo en equipo. “Creo que es lo mejor: uno hace el guión, otro dibuja, otro pinta; entre todos se discute y salen obras más completas, más críticas de las que podríamos hacer en forma aislada”. Como buen coleccionista, Bazoalto es capaz de dar las señas precisas de tiendas de revistas que aparecen en Cochabamba y en La Paz, de las que se dice casero. Pero también, Paranoia Studio, además del trabajo que realiza en el campo del diseño gráfico, tiene un espacio en la avenida Radial 19 N° 50, donde ofrece cómic nacional, ilustraciones propias, poleras, todo destinado a crear público.

En cuanto a autores nacionales, “leo a Álvaro Ruilova, a Susana Villegas, principalmente, y me gusta también lo que hacen Óscar Zalles y Román Nina”. Para estar al tanto, sirve internet, “y en los eventos, como el festival de Viñetas con Altura, aprovechamos para hacer intercambios (de producto) con otros colegas”.

Sobre el lector en Santa Cruz, dice que si bien es evidente la falta de costumbre para adquirir cómic, “una vez que nos conoce, hay gente que nos apoya bastante”.

Un ejemplo del trabajo en equipo es la historieta El dueño del monte, con guión y dibujo de Bazoalto, fondos de Felipe y color trabajado por Juan Carlos. El tema es medioambientalista, basado en una leyenda oriental, que la revista Escape publicará en tres entregas (20, 27 de mayo y 3 de junio), dando continuidad a la página que ha tenido ya las firmas de Ruilova, Alejandro Archondo, Susana Villegas y Frank Arbelo. l

Fotomontaje: Juan Jose quispe

martes, junio 12, 2012

Poemario de Marcia Mogro recrea culturas milenarias



"Restos de un cielo" son los vestigios de culturas prehispánicas del sur de Chile, que la escritora Marcia Mogro rescata en su último libro, para convertirlos en poema. La autora retoma dos culturas en el extremo más recóndito del planeta, los Selkman y los Kawéskar, para hacer magia con las palabras. Mañana, a las 19.00, en el espacio Centro de Documentación en Artes y Literaturas (CEDOAL), de la fundación Simón I. Patiño, será presentado Restos de un cielo.
El poeta Alvaro Díaz Astete será el anfitrión y encargado de dar apertura a la velada, junto al poeta Rubén Vargas. Astete adelantó, “la palabra poética de Mogro(...) compone un sólo poema de largo aliento que, exento de subjetivismos, habla de esos pueblos canoeros del mar, de-saparecidos y asesinados”.

Lenguaje fragmentario. El genocidio de estos pueblos habla en el lenguaje de la autora, con restos de palabras y versos que reconstruyen la arqueología de estas civilizaciones. “El poema nos dice sin concesiones cómo se arrasó la paz y la belleza de unas culturas irrepetibles como los Selkman y los Kawéskar”, destaca Astete. Por su parte, Rubén Vargas, poeta, periodista y crítico literario, enfatiza en que “el exterminio (...) es el punto de partida y el punto de llegada(...): Restos de un cielo. Partes, vestigios, fragmentos, rastros”, acaso una analogía con el lenguaje de la poeta. “La escritura de Mogro, de una manera ejemplar, dispone esos pedazos en la página. Y esos restos dicen todo lo que se tiene que decir”, puntualiza Vargas.

La voz poética. Astete y Vargas coinciden en que el tratamiento de la escritora en relación al exterminio de estas culturas es objetivo. “Es un poema de largo aliento poético que habla de manera sostenida y bien argumentada sobre pueblos indígenas, porque usualmente vemos que se habla de ellos en un sentido de victimación o de militancia política”, destaca Astete. “Mogro, al contrario, recupera todo el sentido poético de lo que eran las creencias y los actos mágicos del pueblo y les da una perspectiva de recuperación de lo inmemorial de ellas, de lo que se ha perdido para que no suceda como con otras culturas que están en extradición”, agrega el crítico. “Esto le ha permitido adquirir la distancia precisa para armar un mundo”, asegura Vargas, al elogiar la objetividad de la autora, en su poesía.

La poeta Marcia Mogro explora la belleza y riqueza de antiguas culturas en extinción, del Sur de Chile.

1 Solo poema de largo aliento comprende la última obra de la escritora Marcia Mogro.

“¿Cómo navegaban los hábiles canoeros Kawéskar por los canales del fin del mundo? ¿Cómo pintaban sus desnudos cuerpos los Selkman?”

Marcia Mogro / POETA

Sobre la poeta marcia mogro. Nació en La Paz, Bolivia, el 2 de Junio de 1956. Estudió literatura en la Universidad Mayor de San Andrés y participó de un taller de literatura que dirigió el poeta Jaime Sáenz. Vive en Santiago de Chile desde 1985 y se ha distinguido y destacado entre los principales círculos de poetas en esa ciudad. Han publicado sus textos en revistas, periódicos y antologías de varias partes de Latinoamérica.

Publicaciones. Semiramis, 16 (1988); De la cruz a la fecha (1998); Los jardines colgantes (2004); Lacrimosa (2005) Restos de un cielo (2012) son las obras que publicó. Sobre su poesía, la desaparecida escritora Blanca Wiethüchter una vez comentó, “poco accesible para quien busca seguir lo que dice, pero fascinante para el lector comprometido con las imágenes que restituyen al poema el valor de una experiencia profunda”.

5 Libros ha publicado la autora, que radica en Santiago de Chile, actualmente

sábado, junio 09, 2012

Wilmer Urrelo - ‘No me gusta el bolañismo’



Wilmer Urrelo Y Juan Terranova,Fotos: Claudio Esses

En el ámbito de ‘La ciudad contada’, evento literario llevado a cabo en Buenos Aires (Argentina), que tuvo la participación de varios escritores jóvenes de Latinoamérica, charlamos con Wilmer Urrelo acerca del lugar del escritor en Bolivia —del lugar del propio autor de Mundo negro y Fantasmas asesinos—, de política y de los premios literarios. Una entrevista reflexiva pero ágil, como el mismo Urrelo.


La Razón / Nacho Damiano, desde buenos aires para escape

00:00 / 03 de junio de 2012


La Unesco selecciona todos los años una ciudad para que sea “La capital mundial del libro”. En abril de 2012 finalizó el turno de Buenos Aires y el Gobierno de la ciudad lo conmemoró invitando a escritores de Latinoamérica para que se reúnan y compartan charlas y encuentros, intentando de esa manera homologar visiones de la Patria Grande, concepto extraño, vacío y difícil de comprender.

Buenos Aires es una ciudad muy particular. Desde su creación mira a Europa prácticamente de rodillas y en el mismo gesto le da la espalda al resto del continente. Somos tildados de arrogantes y soberbios, de creer que costamos varias veces más de lo que valemos y de intentar ser Madrid o París sin conseguirlo. Pero si bien nuestros principales productos de exportación son carne, futbolistas y “buscavidas”, sentimos mucho orgullo por nuestros escritores. Hacer un listado de los nombres que nos enaltecen sería injusto, las páginas de un periódico exigen cierta concisión en lo que se escribe, la lista estaría plagada de ausencias irremediables. Borges, Cortázar y Marechal, quizás Fogwill, sirven de muestra.

Pero a pesar de esta tradición, o quizás por ella, en Buenos Aires se da un fenómeno bastante interesante: la gente lee mucho menos de lo que dice que lee. Si bien el grado de lecturas es bastante alto comparado con la media de la región, a los porteños nos da culpa pensar que leemos poco, nos sentimos obligados a ser cultos, leídos y refinados, aunque rara vez lo logremos. Por eso, en Buenos Aires, los escritores son estrellas de rock, son los que lograron ser lo que todos deberíamos ser. Se los alaba aunque no se haya leído ni el título de sus obras.

Y en cualquier conferencia o mesa redonda, siempre hay mucha, mucha gente.

El evento se llamó “La ciudad contada”. Concurrieron, entre otros, Alejandro Zambra de Chile, Yuri Herrera de México, Gabriela Alemán de Ecuador, Carlos Yushimito de Perú y Wilmer Urrelo de Bolivia. Y los argentinos Juan Terranova, Oliverio Coelho y Matías Capelli.

La charla se llevó a cabo en una hermosa librería del barrio de Palermo. Palermo, para quienes no lo conocen, se divide en tres: Palermo Soho, Palermo Hollywood y el verdadero Palermo, el de antes, el de las casas bajas y los perros en las veredas. Los dos primeros, como queda claro desde el nombre, ya no le pertenecen a los porteños, la horda de turistas lo copó entero. Muchos restaurantes y bares tienen su carta bilingüe: además de pedirte un café con leche con tres medialunas, podés pedir un coffe with milk and three croissants, please. Así somos los porteños: mezclamos todo, el inglés con el francés, lo cursi con lo profundo y lo snob con lo auténtico. Cuando llegué a la librería, pedí hablar con algún organizador para que me ayude a ubicarme y se me acercó la dueña del lugar. Me señaló un lugar para sentarme y me dijo “algunos ya llegaron, fijate en el bar”. No lo había comentado, pero la mayoría de las librerías de Palermo tienen un bar. Uno puede leer tomándose un té. Qué sensación de aristocracia.

Fui al bar y vi a un personaje bajito, ensimismado en una lectura, nunca supe cuál. Yo lo conocía por fotografías, pero sólo había visto fotos carnet, por lo que para mí Wilmer Urrelo era una cara, no tenía cuerpo. Ni ése ni ninguno, simplemente no tenía. Cuando noté que era una persona con sus funciones fisiológicas normales, me decepcioné un poco. Me encanta pensar que los escritores son seres sobrenaturales, que en realidad ni siquiera existen.

— ¿Wilmer?

— Sí.

Y no me dijo nada más. No me preguntó quién era yo, cómo lo había reconocido, qué quería o por qué lo interrumpía en su lectura. Casi de inmediato me di cuenta de que no repreguntaba por timidez, por no importunarme él a mí, cuando era yo el que lo estaba molestando. Una vez que rompimos el hielo, descubrí a un personaje encantador, desinhibido, culto y amable. Quizás para los lectores bolivianos mis preguntas hayan sido superficiales y repitan cosas que ya saben o, lo que es peor, aborden temas que no son de su interés. Pero a la vez me parece que la visión que se tiene desde afuera de los fenómenos, esa especie de ingenuidad que nos lleva a ver las cosas como si fuera la primera vez es lo que las hace interesantes. Ante todo, recuerdo con mucho cariño la charla que tuve con Wilmer Urrelo. Me dio la sensación de conocer a una persona maravillosa. Parte de esa charla es la que reproduzco a continuación.

— ¿Qué opinás de esta “reunión de escritores latinoamericanos”? ¿Tenés contacto con tus colegas más allá de las fronteras bolivianas?

— De hecho, como escritor soy muy reacio a juntarme con otros escritores, pero estas ocasiones me encantan porque encuentras a gente a la que no ves todo el tiempo; pienso en Terranova, a quien conocí recién ahora, o en Carlos (Yushimito), que no veía hace un par de años. Me gusta porque me ayuda a desordenar mi ordenada vida de todos los días, ¿no? Yo a las 23.00 ya estoy durmiendo, pero en Buenos Aires todo es distinto, llego al hotel a las 02.00… Me gusta eso, porque es darte un tiempito de libertad, un espacio agradable en mi vida aburrida.

— ¿Y con tus colegas bolivianos? Por lo menos los de esta generación, ¿se juntan, debaten, trabajan en grupo?

— Nos encontramos y no. Una de las preocupaciones de esta generación es más escribir que reunirse, que crear estos círculos que antes se acostumbraba mucho.

— ¿Lo ves como una falencia?

— No, lo veo como una bendición. Primero, porque más allá de que sea gente muy apreciable, te ayuda a evitar las habladurías, a que se crea que se ha armado un grupito, que siempre es pernicioso, incluso para las mismas cosas que tú escribes. El día que se saque un manifiesto de esos tan típicos, es que ya se fregó todo.

— ¿Cómo describirías la literatura boliviana actual a quien la ve de afuera?

— Creo que se están dando frutos muy interesantes. Hay una gran renovación que todo el mundo ve, ya está muy asumido. Me parece que todavía nos faltan grandes retos que a lo mejor como generación no lleguemos a cumplir. Es posible que los que vienen tras de nosotros cumplan esas expectativas que siempre tiene la literatura nacional, que es hacerse más conocida en el exterior.

— ¿Ser conocido en el exterior es fundamental para un escritor boliviano?

— Hay una idea generalizada de eso, de que hay que salir de Bolivia para ser un escritor con mayúsculas; es una generalización, no todos piensan así, por supuesto.

— ¿Vos qué pensás?

— Que sí. Es importante hacerse conocido, porque en Bolivia venderás, en el mejor de los casos, 200 ejemplares. 500 es un éxito rotundo, un best seller. Entonces, bueno, no queda otra. Pero como te decía, veo una renovación interesante aunque todavía no tenemos (y no creo que tengamos que tener) una figura representativa, como Borges o Bolaño, por mencionar dos.

Esta generación está negada a eso y me parece bien, me parece una cosa ventajosa. Hay algo más comunitario, cada uno aporta lo suyo y sin necesidad de estar juntos. De hecho, una buena parte de los escritores bolivianos que yo aprecio viven fuera del país: Giovanna Rivero, Edmundo Paz Soldán, Rodrigo Hasbún. Ellos producen desde otro lado.

—¿En qué ves esa renovación?

— Yo soy editor desde hace como 20 años y he sido lector de muchas novelas en manuscrito, de esta generación y de la anterior. De primera te das cuenta de que es una generación más profesional, se toma la cosa en serio, presenta los manuscritos prácticamente terminados, prácticamente listos para entrar a imprenta. Mientras que a lo que he leído de las generaciones pasadas le faltaba mucho trabajo todavía.

— ¿A qué le atribuís ese crecimiento?

— Pues no sé, yo creo que es asumir un poco el rol de escritor en serio, con militancia y olvidándose de hacer una participación en la vida partidaria del país, de pertenecer a alguna corriente política. Antes, un escritor casi indefectiblemente era político y escribía cuando no estaba en el poder, o en la cárcel, o lo que sea; era casi inconcebible un escritor apartidario, el que no era político era militante o perseguido, o perseguidor. Ahora nos hemos liberado un poco de eso, pero también estamos pecando de creer que lo que escribimos no tiene nada que ver con política. Es el mismo cuento que creer completa y absolutamente en Bolaño. Ese discursito de hace 20 años ya está desgastado, estamos viejos y no puede ser que sigamos pensando así. Por supuesto, escribir sobre política te sale tarde o temprano, pero creo que es bueno quitarnos ese peso y decir “bueno, pues, escribimos de esta forma, pero no necesariamente somos militantes de un partido”. De lo que sí estoy seguro es que lo único aquí es contar historias, tenemos que dejar de dar vueltas y decir “nosotros también podemos hacer otra cosa”. También veo más entrega a la hora de escribir, y mucha más confianza en sí mismos, cosa que a la generación anterior le faltaba.

— El seudónimo con el que firmaste Fantasmas asesinos es La Malpapeada. Vargas Llosa queda claro, pero ¿qué otras influencias detectás en tu escritura?

— Vargas Llosa es una influencia que siempre ha estado ahí. Me gusta mucho Victor Hugo. Lo sé, suena raro, habitualmente la gente de mi edad ya no lee a Victor Hugo, pero yo lo leo con mucha pasión. A Pío Baroja también. Pero Victor Hugo es una gran escuela para la descripción, cosa que a nuestra literatura joven, tan escueta, de libritos chiquititos, le hace falta. Releer a Victor Hugo es un trabajo de sacar músculos.

— En la charla hiciste algunas menciones negativas a Bolaño, y ahora también. ¿Por qué no te gusta ni un poco?

— Bolaño me gusta, no me gusta el bolañismo, la cosa que se ha formado a su alrededor, me parece nefasto para toda la generación, puede ser terrible.

— ¿Por qué? ¿Te parece que genera copias serviles?

— Por supuesto. Eso y que muchos creen que todo comienza con Bolaño. Hay escritores latinoamericanos mucho mejores, mucho más profundos. Está claro que mi problema no es con Bolaño, él no ha intentado generar esto, pero yo conozco chicos de 26 o 27 años que tienen un magíster en Literatura Latinoamericana y que no leyeron a José Donoso. En ese sentido, yo estoy orgulloso de mis lecturas, porque he tenido la escuela del boom, de ciertas cosas nuevas que se estaban escribiendo pero también de los clásicos, que me fascinan.

Apagamos un minuto la grabadora. Me había enterado de un pequeño altercado que hubo respecto al Premio Nacional de Novela 2011, del cual Wilmer era presidente del jurado. Le pido que me cuente lo que pasó. Me relata los hechos y les quita importancia, no quiere seguir con el tema, pareciera dolerle. Le pregunto si puedo agregarlo a esta crónica, que lo veo como un acto de justicia. Me dice que sí.

— La cuestión del premio fue más o menos así: ya teníamos una novela ganadora (Diario íntimo, de Claudio Ferrufino, que nos gustó a todos y de lejos era la mejor), pero parte del jurado estaba preocupado por la calidad de la gran mayoría de las otras obras concursantes, y propusieron colocar en el acta algo que advirtiera al respecto. Yo les dije que era mejor no hacerlo.

Hubo un debate corto y al final me convencieron y redactamos y firmamos el acta. Sólo eso. Claro que me hago responsable de esa acta 100%. A los días se generó un debate absurdo y sobre todo injusto para los miembros del jurado.

— ¿Y cómo quedó tu relación con la academia y los medios bolivianos?

— El problema en Bolivia es argumentar por qué tomas determinadas decisiones. La gente es muy susceptible. Habitualmente, si alguien publica un libro y luego se lo critican, se siente ofendido. Un amigo escritor (director de un suplemento cultural) me contaba que hace algunos años pasó una cosa graciosa: un señor publicó su novela, y la criticaron. A los tres días le llegó una minuta escrita por un abogado iniciando un juicio. La gente paceña, cruceña, cochabambina es extremadamente susceptible y no está abierta a la crítica, que es fundamental en cualquier discusión literaria. Todos tenemos nuestras lecturas, a mí puede gustarme una novela y a otro no. Pero no entiende que eso pueda ocurrir. O quizás también se siente ofendida porque uno más o menos joven como yo, que no he estudiado Literatura, que hice Comunicación Social (que es lo peor, evidentemente), habla de eso. Quizás venga por ahí, pero lo que sí sé es que hay una idea de que tú puedes ser escritor sólo si has pasado por Derecho o por Literatura, y es mentira. La carrera de Literatura no es la gran cosa; salvo excepciones que por supuesto siempre las hay, saca cosas horribles. No busca crear cosas importantes, es más verse el ombligo. A mí eso nunca me ha latido y tengo la impresión, quizás esté equivocado, de que siempre me han visto como un advenedizo. Ya con Mundo negro me di cuenta de que me veían como alguien que estaba ahí de pura suerte, que de casualidad había escrito una novela. Y creo que hasta ahora tienen esa idea, pero bueno, es parte de este oficio, ¿no?

viernes, junio 08, 2012

Diccionario Cultural Boliviano : HUASCAR TABORGA TORRICO



TABORGA TORRICO, Huáscar (Cochabamba, Bolivia, 1930).- Escritor, dramaturgo y archivista.
Titulado abogado en la UMSS de Cochabamba. Hizo un curso para archivista en el Archivo Nacional de Washington con una beca de la OEA. Ministro de Relaciones Exteriores (1971). Exiliado luego en México.
En una presentación de la novela La casa de los cinco patios (editada en México y que hasta 1996 alcanzó las cinco reediciones), el Embajador de Bolivia en México Raúl Ossio, al referirse al autor y su obra expresó: "...conocíamos al político, al dignatario de Estado, al investigador académico y resulta que nos encontramos con el escritor de imaginación volátil /.../. Quizá lo más importante de la propuesta narrativa de Huáscar, sea su renuncia al tremendismo habitual de nuestra literatura: la certeza de que sólo la ternura puede rescatar del olvido, los secretos de la cultura boliviana".


LIBROS
Novela: La casa de los cinco patios (1990); Navegantes de sueños (1996); Juegos de ángel loco (2006).
Teatro: El maniquí (1956); Janamsy (1957).
Otros: Técnicas para la elaboración de tesis de grado (1962); La tesis de grado (1966); Mito y realidad de la universidad boliviana (1970).


Ref.- R. Ossio, “La casa de los…”, PL, 24.03.1991, 2; Arze, Contribución, 90-91; El Deber/Brújula, “Juegos de ángel loco”, 21.10.2006, 8

jueves, junio 07, 2012

Wolfango Montes: «Un novelista no debe encasillarse»





Presentar una obra en cada feria del libro se ha vuelto una sana costumbre para el autor de Jonás y la ballena rosada. Este año, Montes llega con una historia inspirada en el caso Rózsa, pero que “ante todo es una ficción”

Por Marcelo Suárez R.

Soy el viejo Murphy, ustedes no me conocen, algunos han oído hablar de mí. Los más inteligentes dicen que me temen, algunos tontos creen que no existo. Voy por la vida quitándoles ilusiones a ustedes, los humanos.

Así se comienza presentando el narrador de Tumba de héroes, novela concebida en la mente de Wolfango Montes Vannuci que narra una historia inspirada en el caso Rózsa. Sin embargo, Montes advierte al lector de que su obra es una historia de ficción y de que cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia.

- ¿Se puede calificar a Tumba de héroes como una novela política?

- A mí no me gusta la palabra ‘política’ y mucho menos en la literatura. Porque yo considero que la buena literatura es la que no está comprometida con colores políticos. Un novelista no debe encasillarse ni en derecha ni izquierda, tiene que tener la precepción limpia y pura. Tumba de héroes es una novela que cuenta la historia de una ciudad imaginaria (Cruz Alta), la cual está al borde la guerra civil. Los encargados de organizar la defensa traen a un héroe de los Balcanes, que sufre una serie de peripecias y lo que debía concluir en una misión exitosa se va transformado en una situación muy problemática.

- La historia tiene un narrador, Murphy, ¿en quién se inspiró este personaje?

- Lo concibo como ese personaje imaginario que nos está mirando permanentemente y está haciendo que las cosas salgan mal, como cuando se cae el pan del lado de la mantequilla. A él se le debe una famosa ley. Me pareció muy adecuado que fuera el narrador de la novela.

- Gran parte de sus obras conservan estas características, es decir, son inspiradas en hechos reales aunque al final sean ficción. ¿Procura encontrar siempre estos estímulos en la realidad para poder crear?

- Yo lo concibo como ese grano de arena que cae en una ostra y puede formar una perla. Esas motivaciones generalmente son buscadas por los escritores, pintores o directores de cine, ya que de ellas nos alimentamos para crear una obra. Entonces, en mi cabeza se formó una historia porque soy imaginativo y lo que pretendo es construir un mundo a partir de un hecho que conozco y que fue el estímulo para comenzar a escribir. Esto no es una novela histórica, porque los personajes y los hechos fueron construidos en mente.

- En la mayoría de sus trabajos sus personajes tienen una presencia y fuerza tal que excede a la misma historia…

- En una novela el tema no es tan importante, sino los personajes. Si uno lee una novela y a los seis meses se acuerda de los personajes, la novela está buena.

Fuente de la informacion : Periodico El Deber,Santa Cruz de la sierra

miércoles, junio 06, 2012

El Rincón del escritor@ en Feria internacional del Libro ‏ 2012 de Santa Cruz




El Rincón DEL ESCRITOR@


Por Rosse Marie Caballero

Antecedentes
El Rincón DEL ESCRITOR@ nace en la Feria Internacional del Libro de Cochabamba de 2012. En aquella oportunidad Las escritoras y los escritores que visitaron la FILC se acercaron al Rincón, para conocerse entre autores, compartir e- mails con sus admiradores, sostener entrevistas e intercambiar libros. El lema fue: "Te damos un libro, dejas el tuyo, y así nos llevas contigo y te quedas más tiempo con nosotros".
Entre algunos autores presentes estuvieron Ramón Rocha Monroy, Raúl López Andesliz, Katherine Velarde, Carlos Rimassa, Pablo Salinas, Rosse Marie Caballero.
Resultados
Se desarrolló una actividad inédita, creativa y simpática, llena de amistad y calidez. Seguimos un programa breve de intervenciones de los poetas, iniciando con una breve descripción biográfica, actividad dialógica con preguntas y respuestas de interés de los asistentes con cada autor. Sin embargo, no se pudo tener una participación mayoritaria de autores porque fue una acción solitaria de la autora, faltó publicidad y coordinación previa con los involucrados en el evento.

Justificación
El Rincón DEL ESCRITOR@ es un evento poético literario dialógico de integración entre los autores nacionales y lectores de obras, público interesado en conocer de cerca a su autor favorito o a las nuevas promesas de la Literatura Nacional.
Los y las poetas somos personas de carne y hueso con una vida cotidiana y sentimientos y pensamientos, y problemas como cualquier ser humano del universo, pero con un talento cultivado: la escritura poética y publicación de obras.
En este sentido, queremos acercar el poeta- persona al público asistente, y hacer de este encuentro un momento inolvidable y de gran riqueza cultural.
Objetivo holístico
Asumimos nuestra condición de Estado boliviano, democrático, plurinacional, plurilingüe e intercultural sabiendo que la literatura transmite mundos recreados de la realidad hacia una concienciación implícita y el deleite de la palabra escrita, a través de la actividad dialógica comunicativa e intercambio de obras literarias entre autores y publico boliviano en general, denominado El Rincón DEL ESCRITOR@, para valorar y difundir nuestra riqueza cultural y reafirmar nuestra identidad nacional.
Modalidad
El evento se inicia con una Rueda de prensa, donde se hace una presentación de la ficha bio bibliográfica general de los poetas, y los periodistas intervienen con preguntas a los autores acerca de su vida privada o de su pensamiento con temas de la vida cotidiana o específicos de la literatura universal o nacional.
A continuación se lleva a cabo un brindis de honor y seguidamente se distribuye material al público y autores como libretas de direcciones fotografías, etc. El intercambio de libros entre autores de nuestro país, se realiza según programa. Asimismo, los asistentes al evento pueden intercambiar libros ya leídos por otros de su interés. Igualmente se comparte un momento de solaz donde el público interviene con preguntas y comentarios a autores específicos. Entidades interesadas en brindar servicios editoriales a los poetas intervienen con ofertas. Se toma fotos y se firma autógrafos y posters especialmente diseñados para el evento. En esta ronda se sirve saladitos y refrescos para acompañar el momento de integración poeta-persona.
Quiénes participan
Los actores son:
Por un lado, los autores de libros de poesía con obras publicadas y los organizadores del evento.
Por otro lado, lectoras, lectores, escritoras, escritores, estudiantes, profesoras y profesores, comunicadores sociales, editores, etc., e invitados en general.

PROPUESTA PARA REALIZAR EL RINCÓN DEL ESCRITOR@ EN LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA 2012
La Tercera versión el POESIACÁ, ahora denominado PARALELO 22º, tiene previsto el siguiente programa para tres días de festival en el marco de la FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO, a realizarse los días, 8, 9 y 10 de junio en el Salón Raúl Otero Reiche de hrs. 18:30 a 20:30. El FESTIVAL DE POESIA PARALELO 22 , inicia con El Rincón del Escritor@

RINCÓN DEL ESCRITOR@
Responsable: Rosse Marie Caballero, Directora del Taller de Creación Literaria Neruda.
Hrs. 18:30 a 20:30
- 15 min. de Proyección de los videos del Festival POESIACÁ 2010 y 2011
- Inauguración del Festival mediante la Rueda de Prensa
- Brindis de honor
- Distribución de material al público y autores: libretas de direcciones, fotografías, posters, etc.
- Intercambio de libros entre escritores según programa
- Intercambio de libros leídos entre lectores
- Entrevistas con entidades editoriales, estudiantes y/o grupos culturales
- Firma de autógrafos
- Fotos para el archivo, filmaciones, etc.
- Confraternización: saladitos y refrescos.
- Entrega de recordatorios (cadeaux).
Poetas confirmados para participar del presente evento:
- Homero Carvalho
- Paola Senseve
- Gary Daher
- Carla Deborah Sandoval
- Gustavo Cárdenas
- Gigia Talarico
- Eduardo Nogales
- Edson Hurtado
- Oscar Gutierrez
- Rosse Marie Caballero
- Kathia Simon
- Claudia Vaca
- Victor Paz Irusta
- Pablo Carbone
- Orlando Montesino
- Juan Marcelo Castro Melgar
- Paura Rodriguez
- Gabriel Chávez C.
- Adriana Lanza
- Albanella Luena Chávez Turello
- Gustavo Cárdenas Ayad
- Carla Débora Sandoval
- Humberto Quino Marquez
- Jessica Freudenthal
- Banesa Morales

Lectoras, lectores, escritoras, escritores, estudiantes, profesoras y profesores están invitados.
Enlaces:
http://www.facebook.com/events/355808477806867/
Santa Cruz, junio 1 de 2012

martes, junio 05, 2012

"La sombra del Tambor" : La nueva novela historica de Ramón Rocha Monroy



Finalmente, desde Cochabamba llegó Ramón Rocha Monroy para lanzar su última novela: “La Sombra del tambor”, basada en el diario de José Santos Vargas, tambor de los patriotas que registró minuciosamente todo lo que sucedió entre 1814 y 1825 durante la Guerra de la Independencia; es considerada la única crónica de un guerrillero escrita en el continente.

“La novela llama la atención sobre los verdaderos héroes, los casi olvidados, los que nunca han sido reconocido… No tienen ni un callejón con su nombre, en cambio si tenemos calles con personajes como el Virrey Toledo, que fue uno de los más deplorables de la Colonia. Tampoco hay escritores bolivianos que se refieran a ellos”, afirmó Rocha Monroy, que agradeció a la Editorial El País por el respaldo.

El también periodista empezó su charla asegurando que “siempre es grato venir a Santa Cruz”, y puso énfasis en el rol de la mujer, madre y heroína. Definió su novela como de aventura, que juega con lo real e irreal. “Es un relato muy sugestivo, cálido e intenso. Serviría para que se inspire un dibujante de caricaturas y para que sea leída por los lectores jóvenes”, acotó Rocha Monroy, que sacó a relucir datos interesantes, como que 200 oficiales de primera línea combatieron 16 años en la guerra, y recreó la existencia de personajes interesantes, sobre todo el de Juana Rodríguez, la esposa del Tambor.

Fuente de la noticia : Editorial El País/Santa Cruz de la sierra

lunes, junio 04, 2012

Urzagasti re-edita a 'Los Tejedores de la noche'


-Ref. Fotografia: Gente común.

Jesús Urzagasti con su redición en la Feria del Libro.

La esperadísima redición del escritor Jesús Urzagasti se encuentra en la Feria del Libro en el stand de la editorial paceña Gente Común, la novela se llama "Los tejedores de la noche".

Sobre la obra y el autor. Urzagasti es uno de los autores más representativos dentro de la narrativa boliviana.

Sobre la redición de "Los tejedores de la noche", Martín Zelaya indica que "No se sabe -cuando escribe Jesús Urzagasti- si un vivo recuerda o imagina, un fantasma provoca o desafía o un muerto no se resigna a despedirse.

En el caso de "Los tejedores de la noche", donde por lo demás y como en casi toda su obra, relucen en un privilegiado sitial la esencia rural y la savia chaqueña; aunque esta vez con alternancia con el frenético ritmo de La Paz.


Fuente de la noticia : Periodico El Día/Santa Cruz de la sierra
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