Los cementerios de elefantes también necesitan porno stars de tetas grandes (Cuento)
Por : Miguel Lundin Peredo
Me han encerrado en este lugar macabro,me piden que no piense mucho en mi soledad, que lo mejor para mi es no dejar que la deseperacion me quite la valentia que necesito para cumplir con mi destino final,el ultimo momento en el que me recuerda mi madre es quizas cuando yo habia bebido accidentalmente de su botella de whisky cuando tenia 7 años, desde entonces he bebido todo aquello que sea considero como un liquido alcoholico,me veo a mi mismo caminando por los burdeles de La Paz,buscando putas de buen cuerpo para quitarme mis deseos sexuales dormidos durante varias noches de borrachera,el alcohol ayuda a soportar la pobreza en los andes,me veo comiendo ají de fideo con los amigos afuera de una cantina en Tembladerani,mientras nos pasamos la botella de singani para soportar el frio y nos cubrimos con mantas de caracteristicas propias de la cultura aymara,aguayos que muchas veces hemos robado en las ferias que hay en la ciudad llamada El Alto,siento miedo, es natural sentirlo cuando uno sabe que no hay mas salidas milagrosas a el alcoholismo y a la mierda de personas que me miran como si fuese una cucaracha con pantalones y camisa,antes yo no necesitaba vivir en la calle,tenia mi respetada profesion como diputado del ADN durante el segundo gobierno de el general Hugo Banzer,tenia mis amantes de tetas grandes que causaban la envidia de mis colegas diplomaticos,siempre tuve fascinacion por la mujer que tiene pechos abundantes,ahora cuando ya he aceptado que el cabron de Goni me convirtio en un diplomatico relocalizado y despues me envio a la calle acusandome de alta corrupcion contra el estado boliviano,ahora estoy aqui encerrado en el mitico cementerio de elefantes, esa leyenda urbana de el mundo de los borrachos paceños,pensando en todas las peliculas XXX que he visto en mi vida y en todas las mujeres de cuerpos impresionantes que conoci en esas peliculas,pero me he burlado del destino porque ahora tengo en mis bolsillos un poster de la porno star llamada Tory Lane que colacare en la pared, porque al igual que los talleres mecanicos de La Paz, este lugar necesita una decoracion que haga referencia a mi virilidad ya casi intermitente,coloco el poster en la pared,con un poco de Carpicola y me siento a comenzar a beber,no quiero casarme con mis dos manos en mis momentos de agonia y futuro delirio, solo quiero demostrarme a mi mismo que puedo beber alcohol hasta morir sin practicar el placer individual del onanismo,Tory Lane, por lo menos haz servido para algo que no sea solamente ser penetrada en todos tus orificios corporales.
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