sábado, agosto 06, 2011

Que lo entierren con su bandera el 6 de agosto : Cuento inedito




Por Miguel Lundin Peredo

A Víctor Montoya

Sentia una electricidad supernatural en sus dedos,el cielo herido por tormentas y truenos fugitivos iluminaba la noche de invierno.
Habia llegado desde otros mundos para habitar el sendero solitario que habia heredado en el exilio,torturado por sus pensamientos libertinos y politicos,herido por sus propia gente,habia dejado su mundo,el dolor seguia ingresando en sus venas.
Recordo con una sabiduria peligrosa que la tarde que su padre lo llevo a la plaza Murillo en La Paz,vio por primera vez una bandera,le habia contado horas antes a su padre que nunca sus ojos vieron una bandera.
Su padre con una sonrisa cortada por el frio de la mina,se acerco a el,lo levanto en sus brazos.Lo llevo a conocer la bandera,y nada importaba en la vida que ver una bandera.
En ese tiempo el pensaba en la patria como cuna de heroes y tumba de verdugos.
Sentia una conexion erotica con la bandera,la veia como bikini en la piel de una mujer de pechos generosos cuando dormia.
Cuando ingreso a un partido politico,sintio el peso humillante de las torturas,fue encarcelado como si fuera un leon de circo.
En la celda escribio su testimonio de sangre y lagrimas.
En un avion dejo atras su amor por la patria herida en sus dictaduras.
El tiempo se degollo como un gallo suicida y la herida eterna se congelo en sus ojos.
Ahora,sentado en una silla de ruedas,mira la bandera que tiene en su living room y con una sonrisa de viejo feliz le pide a la enfermera noruega que le limpia la boca depues de el almuerzo que lo entierren con su bandera el 6 de agosto.
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