martes, marzo 03, 2015

Historia de una bailarina de diablada : Capitulo primero

 
CAPITULO PRIMERO

Por Miguel Lundin Peredo
 
La música se escuchaba por toda la calle,dos perros callejeros jugaban con la cabeza decapitada de un gato,en el suelo de la calle habia botellas vacias de cerveza,ella bailaba lentamente mientras miraba la debil luz del atardecer,habia iniciado su vida como bailarina evitando las malas criticas de su familia que le decia que la diablada solo era un baile para cholos,ella no queria pensar en ese detalle porque estaba conciente que la música siempre tiene una gran virtud de unir vidas y mundos sociales en sus melodia.
Esa tarde su madre le dijo que si bailaba en la fraternidad Oruro Reloaded no era bienvenida mas a su casa y que bien podia quedarse a dormir en la calle y probar suerte como prostituta,porque la diablada era un baile de prostitutas.
Celia Gisbert solo miro a su madre con decepcion y cerro la puerta de metal oxidado vestida para bailar la diablada.
No sabe donde dormira después que termine el corso,tiene un poco de dinero pero no cree que le sirva para alquilar una cama en un alojamiento,piensa ir a dormir con una pareja de franceses que conocio en el corso,aunque todavia tiene verguenza de preguntar si hay un lugar para ella en su habitacion de hotel.
Un niño lustrabotas recoge la cabeza decapitada del gato del suelo y la mete en uno de los bolsillos de su pantalon mientras los perros ladran neuroticos porque les quito su macabro juguete ocasional,el lustrabotas encuentra a Celia durmiendo en una esquina y piensa que ella tambien esta jodida,que Oruro le jodio la vida como se la jodio tambien a el despues que se murieron sus padres de infecciones que la vida de minero y cocinera no lograron curar por falta de apoyo economico para comprar los medicamentos.
Se acerca lentamente hasta donde esta Celia y le acaricia la mejilla derecha.
-Despierte,señorita,el frío la dejara mas muerta que el gato sin cabeza.
- ¿De que gato sin cabeza hablas,muchacho?.
-No importa,vamos a mi cueva,me llamo Chuletas,bueno eso me dicen mis amigos
pero me gusta mas el nombre que me dio mi madre,Fidelio Aduviri.
- ¿ Vives cerca de aqui?.
-Vivo a 7 cuadras del mercado Campero,señorita...
-Me llamo Celia.¿ Vives con tus padres?
-Ellos estan muertos. Vivo con mis perros Nieve y Leproso.
-Que nombrecitos tienen tus perros.
-Oruro le jodio la vida,Celia,¿no?. A mi tambien,por eso soy un luchador
como mi heroe de lucha libre favorito Condór Interstelar.
-No se mucho de lucha libre,lo mio es la diablada,Chuletas.
-Mis tatas decian que los que bailan disfrazados de diablos son personas sin miedo al infierno porque
saben que el infierno no es caliente,es frío como el invierno de Oruro.
 
Llegaron a una casa de Adobe vieja y llena de posters de Condór Interstelar en las paredes,Celia se acosto en una cama llena de polvo y que olia a perro,Fidelio uso el Anafre para cocinar una sopa de pollo,salio al patio y enterro la cabeza decapitada del gato despues de rezar en aymara,Celia miraba el techo de paja y pensaba en su vieja habitacion privilegiada ubicada en la zona norte de la ciudad,era hija de una familia millonaria que renegaba de sus costumbres bolivianas y fingia ser parte de la crema blanca americana en un mundo oscuro y sombrio.
Fidelio ingreso a la habitación y se sento en un tronco a mirar la olla oxidada donde preparaba la sopa de pollo y sonreia con la dentadura mas blanca que Celia nunca vio en un niño lustrabotas mas pobre que un vendedor de botellas vacias.
 
 
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