miércoles, mayo 30, 2012

¿Cuántos paraísos has visitado con anterioridad? La Región Prohibida de Fabiola Morales Franco




¿Cuántos paraísos has visitado con anterioridad? La Región Prohibida de Fabiola Morales

Por: Marcelo Paz Soldán

El domingo 3 de junio, a las 20:30, se presenta en el Salón Raúl Otero Reiche de la ciudad de Santa Cruz, en el marco de la XIII Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, el libro de cuentos La Región Prohibida (Editorial Nuevo Milenio, 2012) de Fabiola Morales Franco (Cochabamba, 1978). Diez días después, el 13 de junio, se presenta en el Salón Portales del Hotel Cochabamba (Plaza Recoleta) a las 20:00 de la ciudad de Cochabamba. Fabiola llega de España, donde realiza un Master en Creación Literaria en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. La Región Prohibida es su opera prima y el libro es un aporte de Nuevo Milenio en la configuración del nuevo escenario de la narrativa boliviana.

Edmundo Paz Soldán, en la contratapa del libro, se pregunta: ¿Cuál es la región que nos está prohibido traspasar? Y Fabiola parece responderle en el cuento que lleva el título del libro: “Un día papá conoció a la peluquera de mamá, y un mes después se fue a vivir con ella. Mamá pegó el grito al cielo, invocando un código de honor que impide invadir ciertos espacios, denominados terreno enemigo. El área del otro. La región que nos está prohibido traspasar”. La Región Prohibida está llena de historias de trasgresiones, pero con tanta naturalidad que, después de leerlo, creemos haber asistido a un espectáculo donde el dolor es la moneda común o, acaso, ¿no es cierto que la vida misma es una tragedia que nos ha tocado representar?

Las historias contenidas en él, ocho en total, son desgarradoras de principio a fin pero no hay dolor al narrarlas ya que Fabiola sólo tiene la obligación de contarlas más no de juzgarlas. La autora no toma partido en la historia que cuenta, lo hace con absoluta neutralidad.

El primero de los cuentos, Pájaros que migran hacia el este, es una historia narrada de atrás adelante en la que la protagonista cuenta su presente y los hechos que la llevaron hasta allí. Hay en él referencias al viaje como proceso de madurez, a la distancia y el alejamiento de su ciudad, de su madre y de su hermano. La muerte del padre de la protagonista nos recuerda el cuento Calle, concierto, ciudad de Rodrigo Hasbún (Cochabamba, 1981): “Vio a su padre en medio de la calle, cigarrillo todavía en mano. Vio a su padre con la chamarra y el pantalón de siempre y con el cigarrillo todavía entre los dedos después del adormecimiento y de la caída repentina.” Los hijos, de alguna forma, matan a sus padres, como la tragedia griega de Edipo, rey mítico de Tebas, hijo de Layo y Yocasta que, sin saberlo, mató a su propio padre y desposó a su madre. O la tragedia del Príncipe Hamlet que venga la muerte de su padre por parte de su tío Claudio y por quedarse con su madre, Gertrudis. Tampoco parece ser casual que el teatro de los Andes, después de la partida de César Brie, haya puesto en escena “Hamlet de los Andes” que representa, de alguna forma, la muerte del mítico director ya que su figura, su ausencia, como nos lo cuenta Javier Badani, está siempre presente.

¿Se puede ser dulce en la tragedia? Fabiola, en el cuento Orejas de liebre, nos demuestra que sí. La niña a quien llaman Orejas de liebre está condenada a refugiarse de los demás en su único amigo, y vecino, Daniel, un niño experto en virus imaginarios y posibles bacterias que lo postran en cama casi de manera permanente por una supuesta fiebre intestinal que sólo él sabe definir.

Avenida Oeste 348, el tercer cuento, una pordiosera que vive con su padre, ambos alcohólicos, busca a su madre, quien nunca aparece. Ella pide limosna, pero nadie parece mirarle a los ojos. En el Santo del cuerno de David Moncacca (Beni, 1955) este cuenta que para conocer el mundo de los lustras en la ciudad de La Paz, se disfrazó de lustrabotas y que nadie, cuando le pedía lustrara sus zapatos, lo miraba directamente a los ojos. En Avenida Oeste 348, la protagonista, le inventa diferentes muertes a su padre ya que enfrentarse a la verdad sólo le trae problemas.

Los relatos ¿Sabes quién soy? y Me harás una Calaca, muestran dos acepciones de una misma temática, los tumores cerebrales. Cada uno de los personajes que aquí se nos presentan buscará en su historia el camino que pueda devolverles a la felicidad.

A dos pasos del infierno es una historia dentro de una historia. Ella es la amante de un hombre poderoso y casado. Es un cuento emparentado con Tallín de Liliana Colanzi (Santa Cruz, 1981): “Seguro que te dijo que está en uno de sus famosos viajes a Rusia. El muy valiente. Si te das ahora una vuelta por el Olimpia, te apuesto a que lo encuentras con alguna puta”. Imágenes al atardecer, retrata la imagen de un hombre llorando bajo la ducha por una mujer que dejó por qué no amaba por otra que creía podía llegar a amar. El último cuento, La región prohibida, es la historia de tres hermanos, que son manipulados por los padres. Los elementos son comunes a lo largo del libro: las fotografías, el abandono, los amantes y el alcohol. Por todo ello, coincidimos con Edmundo Paz Soldán cuando nos dice: “Fabiola se suma de manera muy natural a las voces más consolidadas de las nuevas generaciones”.

Fuente: Editorial Nuevo Milenio
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