Aurificios : La primera novela de Alan Castro Riveros
Comentarios de contratapa de la novela "Aurificios"
Llevando a su límite la idea de una novela que sólo se concreta en la relación (y no en el relato) de sus condiciones de posibilidad, Aurificios construye un mundo conformado por una infinidad de perspectivas que apuntan hacia un solo misterio. Un investigador se lanza a la búsqueda del oro (así, en términos genéricos) y se encuentra con el hecho de que su investigación ya está inmersa en un proceso que lo rebasa. Empecinado en resolver el enigma, el investigador no percibe con claridad las pistas que recibe de sus interlocutores: el oro es una excusa, la excusa de un nacimiento: el nacimiento de la obra misma. (Fernando Iturralde)
Aurificios se expande concéntricamente. Un árbol cortado horizontalmente da cuenta de esta estructura; los años del tronco se suman hacia lo ancho, los personajes aparecen como los años, indomables y eternos. La pesquisa del oro, además de ser el sol alrededor del cual orbitan los sentidos, es el pretexto que la escritura trama para justificar una búsqueda innombrable. (Adriana Lanza)
Si una trama no viene poseída por un lenguaje que la despliegue, es una puerta ciega. Esta narración es como el túnel de una mina donde las vetas brillan con la cadencia del síncope, del bargueño. Su escritura no es de un barroco abstruso, sino proteico. Aurificios está hecha para ser paladeada de atrás hacia adelante, para demorarse en un párrafo y saltar del socavón a las calles de una ciudad de La Paz. Es un tejido de voces entre el delirio y el vagabundeo. La prosa de Alan Castro Riveros ofrece uno de los registros más complejos y ricos en pliegues; perdiéndose en ellos hallarán el oro de las ruinas. (César Vásconez)
Biografía:
Alan Castro Riveros (La Paz, 1981) es un habitante del barrio de Miraflores. Publicó narraciones y ensayos en contadas revistas y antologías. En el año 2009 fue seleccionado para el Programa de Residencias Artísticas para Creadores de Iberoamérica en México, donde expuso fragmentos de su escritura dentro de una tumba-reloj-cubículo en la que cabía una sola persona. Esta instalación fue parte de la Segunda Muestra de Arte Iberoamericano. Por otro lado, fue parte de la Carrera de Literatura de la Universidad Católica Boliviana y se divirtió mucho en la primera versión (2007-08) de la Maestría en Literatura
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