Gonzalo Lema, tras su obra número 14
Entrevista realizada por: Catalina Aparicio
Con ya trece obras publicadas, entre ellas cuentos y novelas, Gonzalo Lema, el escritor tarijeño, quien reside en Cochabamba, va en busca de su obra número 14.
Lema comenzó su carrera de escritor desde muy temprana edad, a sus 15 años ya había comenzado a escribir y a los 17 publicó su primera obra, un libro de cuentos llamado Nos conocimos amando.
A sus 49 años no se cansa de la tinta y el papel, por lo que admite tener una maquina de escribir en el, que es inagotable y por ello no dejará de crear futuras obras.
Independiente de su rol en la política, Lema dice ser, primero que nada, escritor y actualmente se está dedicando a la creación de su nueva obra, la cual publicara cuando sus más recientes libros circulen entre la población, pero dejemos que él nos cuente un poco de esto y de un poco de su universo relacionado con la literatura y poco de su vida.
Desde cuentos policiales hasta novelas del fútbol, Gonzalo Lema, escritor tarijeño, no se cansa de crear obras y a pesar de su actual ocupada agenda política, se hace un tiempo para una de sus grandes pasiones, que es, la literatura, ya que antes de nada, se define como un escritor.
Actualmente se encuentra escribiendo su obra número catorce y nos habla un poco de ella, al igual que nos comenta un poco de su vida en general y sus maneras de pensar.
L.T.- ¿Háblenos de su nueva producción?
G.L.-Ahora estoy escribiendo un libro de cuentos policiales, son historias progresivas, sucesivas. Mis cuentos policiales los escribo con el mismo personaje, que es Santiago Blanco, quien es un personaje que tiene mi edad, yo lo he querido crear así Son cuentos que siguen, son continuos.
L.T.- ¿Alguno de sus personajes son reales o todos son ficticios?
G.L.- Cuando el escritor formula un mundo verbal, lo que le sucede en ese proceso es que esta decodificando la realidad, él esta diseminado en varios, es por eso que muy rara vez se siente la tentación de copiar de principio a fin a alguien. Hasta el intento de calcar a alguien, creo que es prácticamente imposible, porque con seguridad el escritor lo va a distorsionar.
L.T.- ¿Cuándo planea publicarla?
G.L-Yo quiero que circulen primero mis libros, quisiera que salga la segunda edición de Ahora que es entonces, también Nos conocimos amando y Anota que soy un hombre, en una segunda edición pero juntos. Y cuando ya circulen y circulen estos libros en el tiempo, ahí recién me pondré a pensar en cuándo publicar esta última obra.
L.T.- Cuándo comienza alguna obra, ¿se pone meta de tiempo para finalizarla?
G.L.-Yo escribo a salto de mata, un poco apurado más o menos, por los trabajos que me han tocado realizar, pero el tiempo para una novela hasta ahora ha sido de dos años, pero nunca las he publicado de manera inmediata, siempre ha tenido que pasar un mínimo de cinco a seis años para que un libro mío se publique.
L.T.- ¿Alguna obra le ha costado más?
G.L.-”La vida me duele sin vos”, que no me costó, sino que me encantó, entonces me la hacia durar, esa la escribí como en nueve años creo, pasé de una etapa de mi vida a la otra escribiendo esta novela… me encantaba, la manera en como está escrita, una belleza, hay capítulos largos, cortos, todo tipo de tiempos, primera, segunda, tercera persona, tiene crucigramas, me gusta, sinceramente he sido feliz escribiendo esta novela.
L.T.- ¿Cómo empezó la creación de esa novela?
Con la primera frase, con el arranque del libro “…tu eres un hombre que duele a la gente…”, esa fue la frase detonante, ahí me di cuenta de que en mis manos ya tenia material para una novela. Definidamente esa fue la obra que más me gustó y disfruté.
L.T.- ¿Tiene alguna obra favorita?
G.L.-Tengo un conjunto que por extraña razón se me han ido quedando más, porque les debo cosas. Por ejemplo “La huella es el olvido”, porque está en la tercera edición y porque me abrió la puertas a todo un mundo. Comenzaron a llamarme presidentes de Bolivia, ex presidentes, el presidente, candidatos y bueno así comenzó a conocerme la gente, realmente me abrió las puertas ese libro, es importante.
Luego, “La vida me duele sin vos”, que fue el Premio Nacional de Novela, ese libro me gustó mucho escribir, al igual que “Contra nadie en la batalla”, que es el libro que se publicó el año pasado, que creo que es el más intenso de todos mis libros, el más fuerte sin duda.
Estos tres libros han sido clave ya que me han impulsado hacia adelante.
L.T.- ¿Tiene algún autor favorito, nacional o extranjero?
G.L.-Por temporadas, en una época fueron los bolivianos, que era cuando yo estaba en el colegio, autores como Céspedes y Nataniel Aguirre. Y bueno, en mi primera etapa sólo fueron libros nacionales pero creo que fue muy inteligente de parte de mi mamá también…
L.T.- ¿Ella le inculcó la lectura?
G.L.-Claro, ella me iba entregando libros cada vez de ellos y así me aproximó a esos autores bolivianos, como Jesús Lara, y eso que hizo mi madre fue muy importante.
Y bueno ya casi saliendo de bachiller, comencé a leer a los autores extranjeros, curiosamente salté a Borges, yo no sé cómo me llegó la obra completa de Borges y a mis 17 años la leí, la devoré. En Australia comencé a leer a Cortazar, por pura casualidad; un chileno, me mostró el camino hacia Cortazar y uno que otro libro de Vargas Llosa, en fin, vuelvo de Australia, yo tenía 22 años y Vargas Llosa, García Márquez… el ¡boom!, Carlos Fuentes, Roa Bastos… que bella época para mí, porque los descubrí a todos y claro, leía alguno de ellos y cada uno tenia 15 a 20 libros, entonces para mí no se acaba nunca esa felicidad, que cosa más bella.
L.T.- ¿Hasta ahí llegó?
G.L.-No. Yo ya fui ampliando las fronteras, fui conociendo otros autores y aquello me fue modificando de ciertos hitos literarios que tenia, me fue arrastrando, transfiriendo, yo busqué aquello, amplié mis horizontes, dejar de releer y comenzar a leer y leer más.
Pero si yo tuviera que hacer una columna con mis autores favoritos pondría lo mucho que me gusta Cortazar, la sabiduría de Borges, me gusta Juan Marsé el que escribió “Últimas tardes con Teresa”, las novelas policiales de Raymond Chandler o de Vázquez Montalbán
L.T.- ¿Alguna vez alguien le dijo que no siguiera el camino de escritor?
G.L.-No, nunca, a mi todo el mundo me alentó. He sido muy mimado aquí en Cochabamba y Bolivia en general. Yo era un tipo un muy pobre y mi familia no estaba articulada socialmente, quedó destrozada después del golpe del 64´, pero yo he tenido mucha suerte en Bolivia… un mimo extraordinario, yo lo noto, siempre me han hecho un campo especial en el país. Ya desde hace mucho años, yo llego a Tarija, Pando, Potosí y la gente se me acerca y me reconocen. El otro día unos albañiles en bicicleta gritaban “Gonzalo Lema” y me saludaban, en las chicherías, donde íbamos a comer charque y ser felices, la gente se me acercaba diciendo “¿Gonzalito Lema, cuando vas a sacar otra best seller?”. Realmente he tenido la fortuna de estar rodeado de gente grande y buena, como Walter Guevara Arce, que fue Presidente de Bolivia, jugábamos ajedrez en las tarde y el me esperaba diciendo “ya llega mi cordero”. He tenido amistad con Víctor Paz, el me ha llevado a su casa, me a alojado en su casa dos veces, me llamaba en mis cumpleaños, unos tres o cuatro años hemos sido amigos. Jaime Paz ha venido a esta casa y hasta se ha quedado a dormir mi amigo, yo hasta tengo un cuarto en su casa allá en Tarjita en el Picacho. También he conocido a Juan Lechín, hemos visto juntos las eliminatorias del 93, nos íbamos a tomar café. He conocido a Tuto Quiroga, siempre ha venido aquí, a Samuel Doria Medina, el ¡Evo! me llama casi siempre… una bellaza, todo eso me ha llevado a la Corte Electoral y si yo llegue ahí fue por ser escritor.
L.T.- ¿Se siente una persona afortunada?
G.L.- Mimadísimo, realmente me siento afortunado. He sido bachiller en música, toco guitarra, he sido baletista, he estado un ballet neoclásico, viaje al Estados Unidos con el ballet, éramos ocho hombres y 12 mujeres, pero bueno eso se acabó a los 17 años, pero después me puse a jugar fútbol… realmente yo no debería quejarme por nada, hasta he sido candidato a la alcandía y no sabes lo duro que es ser un candidato.
L.T.- ¿Cómo ve a la literatura en su vida?
G.L.-La literatura dio un paso, me llevó a la Corte Electoral y ahí di otro paso, la literatura volvió a dar otro paso, me fui a La Paz, entonces viene la candidatura y es otro paso, nuevamente mis libros otro paso… entonces he andado en base a dos zancos, un zanco eterno la literatura obviamente y otro zanco la Corte Electoral, la política, pero la literatura es la me hace ir pasos adelante.
L.T.- ¿Cómo se definiría usted?
G.L.- Por supuesto yo soy escritor, yo me defino como escritor, mi ética, mi código moral, mi percepción de la realidad proviene netamente de la literatura, no estoy formado políticamente por un partido, sino que por los libros y las amistades.
L.T.- ¿Y con que parte se queda? ¿Literatura o política?
G.L.- Yo creo que con la literatura no más, en todo caso ya tengo un camino más que avanzado. Debo ser de los escritores con más producción en Bolivia, al menos de mi generación, de la anterior y de la siguiente… y no creo que me alcancen (risas), no creo, ya que tengo una máquina de escribir dentro de mí que es ¡inagotable!
L.T.- ¿No piensa dejar de escribir?
G.L.- ¡No! Jamás, porque mis ganas de escribir son inagotables, de verdad, además que no padezco de dificultades en la escritura, todo lo contrario y tengo llegada en la gente, lo que es importante. En Paraguay hay un libro mío “Anota que soy un hombre”, que es un texto de la universidad, en Colombia “La vida me duele sin vos” y “Ahora que es entonces”, en Estados Unidos están toditos mis libros, en el sistema de bibliotecas informatizadas.
L.T.- ¿Qué piensa de la cultura literaria de los bolivianos? ¿Qué tipo de libros están leyendo?
G.L.- En general pienso que se lee mucho más ahora al autor nacional, por la influencia de los colegio y las universidades. El público adulto lee con reticencia, seleccionando y lee mucho más literatura extranjera… ¡hace bien! Tiene que ser más selectivo, y si leen autores nacionales lo hacen muy pero muy selectivamente, porque no leen a todos.
L.T.- ¿Piensa que se lee más en Bolivia últimamente?
G.L.- Sí, se lee mucho más, yo en meses tengo que sacar segundas ediciones, sí, se lee más, está mucho más organizado el sistema libresco, sin haber llegado a nada óptimo, pero está más organizado el sistema librería-lector-escritor y la verdad es que los colegios y universidades están jugando un rol muy importante.
L.T.- ¿Su familia lee?
G.L.- Claro, aquí mis dos hijos van a terminar siendo intelectuales, el mayor es una máquina para leer, ahora estaba leyendo un libro de Alejo Carpentier, un libro gruesote, bueno él responde a un listado de libros que yo le hago, por que él me lo pide obviamente. Pero desde sus diez años más o menos leen y han ido leyendo como debe ser, o sea en orden.
L.T.- ¿Cómo cree que terminará su carrera?
G.L.- Yo he escrito varios artículos, en el diario Los Tiempos más que todo, y yo creo que voy a terminar mi vida publicando un libro de todos mis artículos, eso lo tengo claro, ya que mis artículos van a dar para escribir un libro. El año pasado no escribí muchos artículos, pero en 2006 creo que escribí 18, uno por semana más o menos.
Circulan bien esos artículos, los he visto publicados en La Paz, en Pulso, en el correo, en Sucre, en Los Tiempos, se leen en Internet también, en fin, han sido varios y todavía planeo escribir de tiempo en tiempo.
Como te digo son inagotables mis ganas de escribir…
(Fuente de la noticia literaria: Periodico llamado Los Tiempos de la ciudad de Cochabamba)
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