miércoles, junio 14, 2006

ARTÍCULO DE MAXIMILIANO BARRIENTOS SOBRE !BOLIVIA, ADIÓS!

Maximiliano Barrientos

La última novela de Wolfango Montes tiene distintos recursos y búsquedas, a tal punto que coquetea tanto con la ficción política como con la ciencia ficción, todo esto, desde un marco de corte apocalíptico donde se señala el fin de la civilización occidental.
¡Bolivia, adiós! comienza como un thriller en el que uno de los personajes busca desentrañar la verdad sobre el asesinato de su hermano, obsesión que comparte la novia de éste último, sin embargo, a medida que se desarrolla la trama, se convierte en una cosa distinta, convergen otras voces y elementos, de forma tal que la novela llega a incluir elementos sectarios fundamentalistas, contrapuestos a la idea de artistas. Es también una reflexión en torno a la función del escritor.
- ¿Cómo se fue haciendo la novela?
- Esta novela tiene una historia larga. Fue escrita para ser publicada el año 2000. Era una especie de novela milenarista, por decirlo de alguna manera, una idea hegeliana donde se mira la historia desde su final. Era un proyecto tan ambicioso que imaginé el fin de la civilización occidental. Una frase de Harold Bloom creó esta novela. Él dice: "El siglo XXI no será ni marxista ni capitalista, sino teocrático". Basado en eso, escribí una novela inmensa, de aproximadamente 900 páginas. Era un proyecto tan grande que era imposible publicarla. Durante todos estos años la fui reduciendo y no funcionaba, hasta que hace sólo un año quedaron dos novelas en una. Saqué una parte y de ahí quedó ¡Bolivia, adiós!. Es una historia de ficción política. Tomo un grupo de personajes y los persigo a lo largo de 20 años, los últimos años de las democracias liberales, que abarcan todo el mundo occidental.
- En la novela confluyen discursos no sólo políticos, sino también religiosos, como el protagonizado por el de la secta de los Nazarenos, que son los causantes de que la civilización sucumba...
- Sería la idea inicial de Bloom. Él observó que en el mundo occidental existen sectas que con el tiempo se pueden tornar tan fanáticas como los musulmanes, con una fuerte ambición política, con líderes que llevarán a una confrontación.
- Uno de los recursos que utilizás en esta novela es la ficción dentro de la ficción, porque hay personajes que escriben una novela y esos extractos aparecen en el texto.
- Son dos personajes escritores que van contando sus propias vidas y al mismo tiempo van haciendo un comentario sobre el arte. Uno de ellos es el artista ideal, obsesionado con la función artística, es decir con una ética artística que es el centro de su vida. El otro es un escritor que se dedica a la política y deja la literatura. Es una novela de personajes, por eso quise mostrar los distintos aspectos que adquieren estos escritores, claro que esa faceta es la de un escritor ideal, hasta el punto de que al final no se sabe si existió o no.
- La novela no está ambientada en una época específica, sin embargo tiene un tono apocalíptico, es la historia del fin de la civilización por una secta -los Nazarenos- de fanáticos religiosos.
- Fue intencional el no basarla en un contexto específico, porque no quería hacer ciencia ficción. Preferí dejarlo indefinido. También existe otra razón: la otra parte de la novela, la que dejé afuera, explica otros aspectos, pero no sé si vale la pena publicarlo.
- En la novela sentí ciertos guiños a Nabokov, especialmente en esa novela dentro de la novela, donde uno de los escritores le habla a un jurado y le cuenta sus obsesiones con esa adolescente de sexualidad ambigua.
- No pensé en Nabokov. Al usar ese recurso, pensé en Andrés de Capellán, más concretamente la obra que escribió en la Edad Media. El tribunal del amor surgió de dos lecturas: la de Leonor de Aquitania y de la obra de Andrés de Capellán, que intentó legislar el amor en el siglo XII. Por ser una novela apocalíptica, la figura del andrógino, de sexo indefinido, aparece en este tipo de época, ya que es un momento de transformación. Incluso en toda esa parte que corté, hay personajes que son ángeles.
- Hablame de esa secta, los nazarenos, y de esa idea de acabar con la especie humana negándose a reproducirse y a que ésta se extinga gradualmente.
- Sectas como ésa siempre aparecieron en los cambios de milenio. No hubo un modelo para los Nazarenos, pero surgió como una idea de la religión más nihilista posible. Para escribir esta novela, leí mucho sobre los primeros años del cristianismo, sectas como los arraenos y distintos santos y santas con sus respectivas alucinaciones. Me fui imbuyendo de ese material histórico y de ahí salieron. Yo preferí dejar la parte más realista de la novela aquí y la que saqué fue la parte más 'non sense'. En la novela existían otras novelas, como El hospital de almas, en la que profundizaba más sobre las características de los nazarenos, pero no en un tono realista.
- ¿Estarías dispuesto a definirla como una novela de ideas?
- A mí me gusta pensar, pero no coloco las ideas para desarrollarlas, sino para expresarlas. Cuando trabajo en un personaje me gusta saber qué piensa . A veces pongo una lucha de ideas, sin la intención de hacer nada filosófico. En otra novela intenté colocar ensayos dentro del texto, eso iba a suceder en Desnúdese al desnudo, pero lo retiré porque pensé que le iba a quitar velocidad narrativa, ése suele ser uno de los problemas cuando se trabaja con muchas ideas.
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