martes, septiembre 10, 2013

DICCIONARIO CRÍTICO DE NOVELISTAS BOLIVIANAS : Rosse Marie Caballero




Caballero, Rosse Marie. Más conocida como poeta, publicó Antítesis (1998), Hojas de Eva (2004), In versos (2006); en cuento Enigmas de la esfinge y otros relatos (2007) y Los vagidos del gato (2009); El vuelo de la esfinge (2009) es una novela lírica construida con diferentes registros narrativos, los que posibilitan una polifonía de voces articuladas en prosa, verso y cartas. Combina la reflexión existencial con lo lúdico, la sensualidad con lo onírico y posibilita el intercambio de monólogos interiores entre vivos y muertos. Crea una red de relaciones intertextuales con la mitología griega y sitúa la acción en el acontecer histórico boliviano contemporáneo. 

Susana, la principal voz enunciativa, cabila sobre la naturaleza del amor, sobre la imposibilidad de la relación amorosa entre el hombre y la mujer, relación imbricada como un juego de ajedrez, como un combate entre ganadores y perdedores, donde la vida misma transcurre como en un laberinto, lo que imposibilita desentrañar existencialmente el enigma de la esfinge, metáfora que constituye la base de esta novela.

 Rosse Marie Caballero juega con los pronombres nominales: el yo femenino deviene nosotras, estrategia que busca universalizar la incertidumbre de las relaciones entre hombres y mujeres, cuando el fingimiento inserta la duda, reemplaza al amor. De la misma manera, la transición del usted al tú sirve para indicar la familiaridad alcanzada en la relación sentimental, la que no es más que la antesala de la separación definitiva. La ruptura de las relaciones amorosas y los fracasos matrimoniales se repiten de una generación a otra, fragmentan la familia y trastocan las relaciones de padres e hijos, o más precisamente, la relación entre una madre y su hija, quien cuestiona sobre la identidad de su verdadero padre. Susana pregunta ¿quién es padre, el que cría o el que engendra? 


Esta interrogante causa la escisión entre madre e hija, anida sentimientos de odio, desavenencias que no se resuelven hasta después de la muerte de la madre, cuando la hija se percata de su propia equivocación, cuando la rectificación ya no es posible y solo quedan unos monólogos que simulan ser diálogos, que pretenden superar la barrera entre la vida y la muerte. En esta novela el personaje femenino realiza el viaje edípico, se rebela contra el destino doméstico que la sociedad ha asignado a la mujer, travesía que culmina con la comprensión y compenetración entre madre e hija, meta que, sin embargo, no la faculta para desentrañar su relación con el hombre. Analógicamente compara al hombre y la mujer con los libros del génesis y éxodo, textos diferentes aunque partes de un todo, “con distintas historias y distintos mandamientos, y distintas lágrimas y cantos” (126), razón por lo cual concluye que “El amor es olvido” (127). 

Sin embargo, permanece la necesidad del placer y de la necesidad económica, como satíricamente establecen lacónicamente los versos de un poema enmarcado en el relato, cuyo yo poético admite que ella necesita un señor “¡Que me pague la cuenta!” (135). La única posibilidad de comunicación radica en los breves minutos de la unión sexual, en aquellos instantes en los que ella le dice que se siente “Adorada, idolatrada por tus manos y tu voz, incrustada en tu piel, hecha carne de una sola carne” (140). Estos encuentros fugaces constituyen el material de leyendas y epopeyas, comunión transitoria que precede a la nueva partida del varón. Así como la incomunicación imposibilita la relación entre el hombre y la mujer, de la misma manera la falta de comprensión imposibilita el diálogo entre las diferentes clases sociales, entre las razas, entre oficialistas y opositores, diálogo de sordos que resulta en disputas políticas. Lo que prevalece en este mundo es el egoísmo, el bien personal. Esta novela entonces, codifica la fragmentación de la familia y la nación, donde la relación tanto a nivel personal como comunal deviene un enigma sin solución en esta vida. Irónicamente, Rosse Marie Caballero recurre a una prosa poética para codificar el fracaso existencial de los personajes. En este sentido, el vuelo de la esfinge es una importante contribución en la búsqueda de nuevas formas literarias para las escritoras bolivianas. 

 Autor: Willy O. Muñoz. Ed. Plural, 57- 58: 2013
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