lunes, diciembre 03, 2012

María del Rosario Barahona conversa con Ecdótica




Por Marcelo Paz Soldán

María del Rosario Barahona Michel (Sucre, 1974) es la reciente ganadora del Premio Nacional de Novela en su catorceava versión. Realizó sus estudios de narrativa en la Universidad Andina Simón Bolívar, publicó cuentos y reflexiones en el suplemento cultural Puño y Letra del Diario Correo del Sur de Sucre. María del Rosario ya fue finalista del Premio Nacional de Novela el 2004 con su novela Huésped que fue publicada por editorial Pasanaku, con el auspicio del Gobierno Municipal de Sucre y la Casa de la Cultura de esa ciudad. Junto a Máximo Pacheco Balanza que fue ganador de la doceava versión con La noche como un ala se constituyen en los dos chuquisaqueños en haber logrado ganarla. Ella, asimismo, fue finalista de la V versión del Concurso Plurinacional de cuento “Adela Zamudio” que cuenta con el auspicio del Gobierno Municipal de Cochabamba. Rosario, gracias por acceder a conversar con nosotros;

¿Cómo te sientes? ¿Qué se siente haber ganado el Premio Nacional de Novela que auspicia el Ministerio de Cultura?

Me siento muy honrada. Agradecida a Dios y también con los jurados y periodistas, que fueron muy generosos con sus apreciaciones para conmigo. Por otro lado, también me siento aliviada pues me significaba una tensión constante pensar en el premio y cómo estarían llevándose a cabo el proceso, qué estarían pensando los jurados, qué impresiones tuvieron sobre mi obra, qué tipo de novelas se habrían presentado… es decir, mil preguntas me rondaban la cabeza.

Tú ya has publicado Huésped (2010) con el que fuiste finalista del Premio Nacional de Novela el 2004 e Historia del Hospital Santa Bárbara (2009) y fuiste finalista con el Cuento “Cuando tus palabras resonaban armadas” (2011) del Concurso Plurinacional de Cuento Adela Zamudio del municipio de Cochabamba. Tus novelas y cuentos tienen un trasfondo histórico, ¿Has continuado con esta línea con la novela que has ganado el premio?

Creo que más que trasfondo, en realidad es un fondo histórico. Lo digo en el caso de “Cuando tus palabras resonaban armadas” que es un cuento basado en hechos históricos reales que se dieron en la Bolivia de los años sesenta del siglo pasado. Lo mismo ocurrió con esta novela hoy ganadora. Es una novela histórica, ambientada en un Charcas dieciochesco, me gusta pensar que uno de los protagonistas de la novela es Chuquisaca, o la ciudad de La Plata, pero al final el lector tiene esa decisión.
En el caso de la Historia del hospital Santa Bárbara, este trabajo entra en el ámbito de la investigación histórica y no precisamente en lo literario.

 ¿Cuál es el título? ¿Cuéntanos un poco de que trata? ¿Te ha tomado mucho tiempo escribirla? ¿Has investigado mucho para poder publicarla?

 La novela titula Y en el fondo tu ausencia, como te lo figurarás evoca poesía, hundimiento, luz y sombra. Si me preguntan el porqué del título, primero debo confesar que cuando comencé la novela no tenía ni la más mínima idea de cómo se iba a llamar. Por eso digo que fue una novela exigente, muy demandante pues fue ella quien casi tomó vida propia y me sugirió, es más, me impuso las ideas precisas. Algunos periodistas me preguntaron: ¿dónde o cómo encontró la historia?, yo respondí que no, todo lo contrario, la novela me encontró a mí. Sus personajes resurgieron desde el contexto cortesano y dieciochesco virreinal, me hablaron a través de su tinta en fondo sepia. Así fue transcurriendo el proceso inicial de escritura. Por un momento, pensé en llamarla “Mira mi desnuda procesión” porque la trama es en realidad ésa, el recorrer una procesión que llevas por dentro, recorrerla en las venas desnudas, con la verdad en la mano, de frente, sin escaparte de tu realidad. Pero pronto me decidí por “Y en el fondo tu ausencia” porque sugiere más diciendo poco, porque una procesión, en el fondo, es la tristeza infinita por la ausencia de alguien, de algo, o lo que es peor, de la suma de ambos. Aunque escribir la novela me tomó dos fugaces meses, el proceso de reescritura y corrección me tomó tres largos años. A veces quisiera ser más indisciplinada y libre, pero soy todo lo contrario: maniática y perfeccionista, así que en esos tres años sufrí la corrección de mis propios textos. Como te imaginarás, investigué bastante para escribir esta novela, aunque lo curioso es que la novela no era mi objetivo inicial, sino otro. En 2009, como alumna del Dr. William Lofstrom – historiador estadounidense radicado en Sucre- se me encomendó un trabajo: realizar una biografía histórica sobre un personaje del siglo XVIII, en base a fuentes primarias del Archivo y biblioteca Nacionales de Bolivia. En aquella ocasión, me tocó investigar al Padre Josep de Suero González y Andrade, asturiano de ascendencia, y relacionado con la élite religiosa y civil tanto de Potosí como de La Plata. Estudiando la documentación respectiva a su vida, pronto me percaté que estaba estrechamente vinculado a las hijas del Dr. Manuel de Gil, rector que fue de la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca. En primera instancia no comprendía bien cómo se habían dado los hechos, pero los papeles me lo revelaron más tarde. Es así que surge la idea de novelar la vida de estas personas, que como ya supondrán, existieron realmente. Si bien los personajes y lugares son reales, el elemento ficcional juega a la hora de dar vida “conciencial” a los personajes, en medio de una profusa dinámica intimista que parece no tener fin. Por eso la novela termina con una palabra: Amén. Así sea, punto final. Eso quise expresar.


El hecho de vivir en Sucre te da la opción de poder investigar sobre la materia que escribes. El acceso a los documentos históricos es vital para tu trabajo.

 Sí, en el caso de Y en el fondo tu ausencia, acceder a los documentos se tornó lo esencial. Y no sólo a documentos primarios, sino a bibliografía de apoyo. De allí que tuve que leer a los especialistas, como los historiadores Eugenia Bridikhina y Nicholas Robins. Evidentemente, el hecho de vivir en Sucre, me facilita el trabajo, tanto en la investigación histórica como en lo literario, aunque hay que saber separar bien las cosas. El trabajo de investigación de la historia es científico, el literario no precisamente.


Sucre es considerada la ciudad cultural más importante del país, pero tiene una sola librería, La Rayuela. ¿Por qué sucede esto? Cómo accedes a libros que quieres leer?

Bueno, primero hay que decir que puede ser que Sucre sea la ciudad cultural más importante debido a la cantidad y calidad de las actividades culturales de distintos espacios culturales como el ABNB, el ICBA, etc. Sin embargo, deja de ser cultural cuando faltan las oportunidades y los alicientes, falta que se apueste por lo literario. En Sucre, por ejemplo, no hay un concurso literario como en Cochabamba, por ejemplo. Es hora de que las instituciones tomen cartas en el asunto, lancen becas, convocatorias a concurso (con premios en metálico) y que de una vez, se tome en cuenta la pluma de los chuquisaqueños. Si bien La Rayuela es una librería única en la ciudad- por lo menos donde se venden libros originales y no piratas- se constituye en un espacio que satisface con creces a los lectores y buscadores de libros porque allí se puede encontrarlos. Sin embargo, si por algún motivo alguien no encuentra un determinado libro, la Biblioteca Nacional está a disposición y también la Biblioteca Gunnar Mendoza.

 Qué consideras más importante al momento de ganar el premio, ¿el reconocimiento económico que trae el premio ya que son 89.300 bolivianos o el reconocimiento que esto trae para tu carrera como escritora? ¿Cuáles son tus planes a futuro ya que estabas trabajando en una novela sobre el último grupo libertario de mayo de 1809?

Ha habido un giro en esto último. Aquella novela de tiempos independentistas que tenía en mi imaginación, por ahora queda en la mesa de trabajo, pues como te imaginarás, debo investigar mucho para escribirla y eso requiere tiempo, que es lo que menos tengo ahora. Si tengo en mente algún otro trabajo es una novela sobre la Bolivia en tiempos de dictadura. Por supuesto, esta idea la extraigo también a raíz de mis estudios históricos, pues mis tesis de licenciatura trata sobre los procesos histórico-políticos a través de la historia de un importante partido: el MIR. Veremos qué sale de esto. Por último, respondiendo tu pregunta: si bien el premio en efectivo es interesante y se constituye en una motivación para que otros y principalmente otras se animen a escribir, creo que es importante el reconocimiento y todo aquello que mencionas, pero en mi caso tengo que lidiar con un problema extra en este aspecto: soy irredimiblemente tímida. Gracias.

Fuente: Ecdótica
h2 class="sidebar-title">Vínculos Creative Commons License
Detta verk är licensierat under en Creative Commons Erkännande 3.0 Unported Licens.