lunes, noviembre 19, 2012

LOS DESCUBRIMIENTOS DE DOMINGO SEGUNDO




NOVELA.

 Novela costumbrista que utilizando un lenguaje lleno de sabores, olores y colores, el autor vivencia sus recuerdos de infancia a través de los ojos de un niño, Domingo Segundo.

  Reseña sobre la novela de Manuel Vargas :

 Autor: Verónica Linares

Publicacion: Suplemento Fondo Negro de "La Prensa" 1/6/2008


LOS DESCUBRIMIENTOS DE DOMINGO SEGUNDO Manuel Vargas, reconocido autor boliviano nacido en Huasacañada-Vallegrande, Santa Cruz, tiene una larga trayectoria en el mundo literario para adultos, jóvenes y niños. Director de la revista de cuentos Correveidile y ex redactor de la revista infantil Chaski, Manuel Vargas ha escrito entre otros, los libros: Cuentos del Achachila; Cuentos Tristes; Retratos de familia, Andanzas de Asunto Egüez, Música de Zorros, etc. y la novela para niños Los descubrimientos de Domingo Segundo. Muchos de sus cuentos y novelas han sido traducidas a otros idiomas y se han publicado en diversas antologías tanto nacionales como extranjeras. En esta novela costumbrista, Manuel Vargas, utilizando un lenguaje lleno de sabores, olores y colores nos hace vivenciar sus recuerdos de infancia a través de los ojos de un niño: Domingo Segundo.

 Es así que el autor retrocede en el tiempo, hasta que Domingo Segundo es muy pequeño, y muy hábilmente nos pinta su mundo desde esa perspectiva: los recuerdos de Domingo Segundo son como fotos instantáneas de diversas situaciones muy cotidianas, simples y muy afectivas en su casa en Laguna Seca. Por ejemplo, se acuerda de sus primeros temores a un gallo, a unos pantalones celestes, y también se acuerda de los elementos que le proporcionaban paz y alegría, como un asientito de madera al que acarreaba por todas partes, persiguiendo a su mami, hasta que ésta se sentaba y le daba leche: Porque cuando ella al fin se sentaba, ah, se acababan los miedos y las desdichas (Pág. 9) Así, progresivamente, mientras la novela avanza, Domingo Segundo va creciendo y sus recuerdos se hacen más vívidos, más completos y podemos tener imágenes más ricas de su casa, de su chacra, de los animales, de los alrededores y de sus actividades de niño, actividades tan distintas a las de nuestros niños actuales y citadinos, actividades relacionadas con la vida y con las costumbres del campo.

 Domingo Segundo recuerda a fines de abril la búsqueda de “chinas” de colores, pero no de cualquier color: “Eran blancas y tenían figuras indelebles, cuyos colores más comunes eran el rosado y el cañaverde, a veces el café y el azul. Un azul que nada se parecía al cielo. Un cañaverde que no era el de la caña. Un rosado tal vez existente en los sueños…” (p. 11) Lo increíble de estas chinas, que no se sabe exactamente qué son, es que después de utilizarlas para comprar en la feria de miniaturas en la fiesta Calvario, volvían a aparecer el año siguiente, y Domingo Segundo se cuestiona si es que no crecerían como las papas, como el maíz … Otro descubrimiento de Domingo Segundo fue, en el baúl de tesoros de doña Marina, una piedra-águila, una piedra que crecía porque comía un cebo especial, sólo los días que se abría el baúl. Manuel Vargas nos envuelve en ese universo infantil, en el que la magia, las creencias y las leyendas se transforman en el diario vivir. Otro aspecto presente en esta novela son las comidas, sus sabores, sus olores y sus nombres tan sonoros:

 “Cuando digo chacra quiero decir choclos y mote. Cuando digo huertas digo duraznos, manzanas y membrillos. Pero si quiero hablar de papas, camotes y tacones diré papales, camotales y yaconales…¿Hueles? ¿Sientes su sabor?...Yo sé comer camotes, valucias y k’echentilas.” (p. 15,17)“…lo que más hay son zarzamoras con gusto a sangre, guayavillas amarilla y margaritas…” (p.18). “En la época de carnavales había choclos y duraznos. Y confites.” (p.63)

 Además están presentes las fiestas, tan esperadas por los niños, por los pobladores: la fiesta de San Juan; la procesión de la Virgen de la Candelaria; la preparación de los Nacimientos en diciembre y claro, el carnaval. Todas estas fiestas se mezclan con los diversos tiempos de siembra, de cosecha, tiempos de lluvia y tiempo seco, con las costumbres del lugar, con las expectativas y las ilusiones simples de Domingo Segundo que sigue creciendo y soñando con tierras más lejanas. En toda su novela, Manuel Vargas nos acerca a un espacio y a un tiempo mágicos, casi remotos, a una infancia sencilla pero llena de sensaciones, de afectos, de historias y de dichos, donde el campo y la vida cotidiana son los escenarios centrales. Título: Los descubrimientos de Domingo Segundo Autor: Manuel Vargas Editorial Correveidile, La Paz, 2003 Para niños a partir de los 9 años

Verónica Linares

Academia Boiviana de Literatura Infantil y Juvenil
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