viernes, agosto 03, 2012

Rivero no deja de sorprender





Entrevista. Giovanna Rivero está en el país y presenta su último trabajo en la Feria del Libro, en La Paz....



Hay escritores bolivianos que nos hacen sacar pecho por la literatura que se produce en el país actualmente. Fuera de los clichés típicos nacionalistas, Giovanna Rivero ha logrado sentar presencia internacional junto a un grupo de jóvenes escritores que promete todavía mucho más. Con motivo de la presentación de su libro "Helena 2022: La vera crónica de un naufragio en el tiempo", de la Editorial La Hoguera, en la Feria del Libro en La Paz, nos acerca un poco a su obra y también a su trabajo literario.

¿Por qué escribe?

Escribo para participar en el mundo y para multiplicar la vida.

¿Cómo fue el proceso para publicar su primer libro en Bolivia? ¿De qué depende?

Tuve suerte, sincronía. La Hoguera había comenzado a publicar narrativas y yo tenía lista "Las Camaleonas". La publicación depende de muchos factores y creo que no hay que prestarle demasiada atención a lo que no está bajo nuestro control. Hay que seguir apostando, algún rato se abre una puerta.

¿Cómo escoge los temas para sus novelas? ¿Hay continuidad estética o temática?

Todo comienza con una idea, un estímulo, que va adquiriendo los visos de una obsesión. En ese punto, uno tiene que entregarse y escribir. Yo creo que la continuidad, en mi caso, se da por el tipo de búsqueda que me gusta hacer en cada historia. Aunque los temas sean absolutamente distintos, subyace, me parece, la necesidad de poner a los personajes en situaciones límites que los obliga a descubrir sus zonas oscuras.

Sobre su última novela, ¿cómo fue el proceso de construcción? ¿Cómo arma la estructura o es dictado por el tema?
"Helena 2022: La vera crónica de un naufragio en el tiempo" tiene su semilla en otra novela que he dejado en suspenso. Tenía escritas como 60 páginas de esa novela previa, con los mismos personajes y en algún momento me di cuenta de que me había extraviado, que la historia se estaba desbordando. Entonces la dejé. Pero, al cabo de un tiempito, esos personajes a los que ya había nutrido, que tenían un temperamento propio, me llamaban a gritos.
Y como la figura de Galileo Galilei siempre me ha cautivado, sentí que era el momento de trenzar dos cosas: mis personajes cuánticos y las circunstancias históricas de la revolución galileana.

¿Qué se le viene a la mente cuando escucha decir a la prensa o a los medios de comunicación que usted es una de las escritores bolivianas más representativas en el exterior?

Me pongo un poco nerviosa, me halaga, me recuerda que hay que seguir caminando y casi de inmediato vuelvo a concentrarme en el trabajo. El hecho de vivir lejos amortigua el ego.

Sobre literatura nacional, ¿de quién fue el último libro que leyó y cómo llegó a sus manos? Los dos últimos libros bolivianos que he leído son "Como monedas viejas en la arena", de Paura Rodríguez, bellísimo; y "El amor según", de Sebastián Antezana, precioso, certero. Sebastián tuvo la amabilidad de enviarme su libro y lo disfruté enormemente.

¿Planea volver a vivir a Bolivia? ¿Cómo ve el ámbito literario en el país?

Uno nunca sabe cuál será el próximo paso migratorio. El planeta se ha dinamizado y todavía hay cosas en mi vida que necesitan definirse. En todo caso, siempre necesito volver, respirar el aire de esta tierra. Me gusta lo que está pasando en literatura en nuestro país. Es un momento de deseo y búsqueda, muy vital. Con más madurez y compromiso por parte de la crítica podremos dar el gran salto.
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