El canibalismo de las instituciones
Por Lucia Fortunati
“All the lonely people, where do they all come from?” (Todas las personas solas, ¿de dónde vienen?). Wilmer Urrelo Zárate retoma en “Hablar con los perros” esta emblemática estrofa de los Beatles y aventura una respuesta: la gente solitaria viene de La Paz. Así vuelve a generar polémica con su tercera novela, y busca desentrañar los mitos que rodean la Guerra del Chaco, que enfrentó a Paraguay con su Bolivia natal. Una obra controversial que retoma la Batalla de Boquerón y se anima a contradecir la historia oficial, adentrándose en las complejidades y miserias que envuelven los conflictos bélicos. ¿Podemos seguir pensando hoy en héroes inmaculados? Urrelo plantea que no, y sugiere al canibalismo como posibilidad de supervivencia ante el bloqueo que el Ejército boliviano sufrió en esa guerra. A su vez propone romper el pacto de silencio que encubre este conflicto y bajar a los mártires del pedestal, devolviéndoles su status de hombres normales.
“Hablar con los perros” no es una novela lineal con una única trama narrativa y desarrollo clásico. Se trata de un texto osado, que entremezcla personajes, generaciones y tiempos históricos. Para Alicia, el Perro Loco, el abuelo Valentín Soriano, Papá, o los Infernales Nancy y Vallejo, el presente se desdibuja, perdido en los recuerdos o relatos del pasado, entre las promesas de lo que vendrá.
También se denuncia la opresión e hipocresía de instituciones como la familia, la escuela, y el Ejército, para adentrarse en sórdidos mundos marginales, donde “policía retirado” y “criminal” pueden ser sinónimos, o donde una venganza es moneda corriente. Con un oscuro sentido del humor, Urrelo explora las crueldades de la vida, y hace aparecer a la música como eje central o marco organizador, donde cobra particular importancia el corrosivo odio de lo metalero. Lo sonoro penetra en la novela a través de la biografía musical del Perro Loco, pero también por medio de epígrafes que contienen letras de bandas como Brujería, los Gauchos Rabiosos o Lacrimosa.
“Hablar con los perros” es una novela que le entra con los tapones de punta a todo lector. Es novedosa, para nada refrescante, y nos conecta con la podredumbre propia del ser humano. En una época donde los libros de autoayuda están en pleno auge de ventas resulta desafiante que se nos proponga una lectura ardua y trabajosa, que en definitiva desenmascare las complejidades y contradicciones del mundo que nos rodea. No cualquiera tiene el coraje para enfrentarse a las miserias propias. El resultado de los tres años de investigación de Urrelo es una obra que desafía al lector, incomodándolo. Un texto que nos adentra en los laberintos de la soledad y la tristeza.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home