Zombie y gótica: la metamorfosis de la chola en el manga
Por Alejandra Pau / La Paz - 02/07/2012
En sus hábiles manos el trazo del lápiz pareciera seguir su propio camino a través de la hoja y poco a poco los bocetos toman forma en una figura con las características clásicas del manga, el arte japonés del dibujo.
Pero Rafaela Rada no se queda sólo en lo común y tradicional de este estilo. Con asombrosa facilidad le da a una chola boliviana rasgos góticos o de zombie, y también se dedica a imprimirles un poco de misterio y fantasía a otros personajes típicos de las danzas nacionales.
Un desfile de trajes de antaño realizado en 2009 en El Prado animó a la ilustradora, más conocida como Axcido, a diseñar su primera chola antigua con rasgos manga y plasmarla en una postal, para luego crear una chola moderna y una china supay con alas de mariposa.
Para la Feria Internacional del Libro de 2011 presentó, además, el buri camba, el diablo y el caporal. ¿La razón? Esta dibujante es una gran fanática del Gran Poder y otras expresiones folklóricas; así, este año trabajó en un pepino con un aura de misterio y dio forma a un kusillo un tanto oscuro y con connotaciones mágicas.
Pero indudablemente que la chola es su personaje favorito. Su inspiración nació de las guapas mujeres “pin up” (las sugerentes chicas de calendario de principios del siglo XX). Gracias al sofware Easy Paint Tool, Rada dio forma a la gothic cholita, que luce un corsé bien ajustado, con medias y guantes de red y una vestimenta carmesí, color que también lleva en los labios.
“Me encantan las chicas ‘pin up’, me parecen increíblemente sexys, y también me gusta la lencería al estilo gótico. Para diseñar la cholita practiqué mucho con las medias y la volví un poco más pop”, explica.
En mayo pasado, para la Larga noche de museos, Axcido presentó a la zombie chola inspirada un poco en aquella mujer elegante de pollera a la que después de bailar en una entrada folklórica se le pasan un poco los tragos y se transforma en un ser completamente distinto al que es en la vida cotidiana.
“La primera historia de zombis la estamos haciendo junto a Yerko Escóbar, más conocido como Covern Icenail, guionista de la revista Mi Nomine”, comenta.
Sin embargo, la dibujante aclara que no es su intención incluir sus personajes en las historias que cuenta la revista Mi Nomine, porque no son representativos de todo el país.
Hasta hoy, la ilustradora ha dado vida a 15 personajes, entre los que se encuentran también el ángel de la diablada, con una apariencia sobrenatural y justiciera. Su última creación fue el sambo del colegio Ayacucho.
Consultada sobre la heroína de historieta, la Súper Cholita que saltó a la fama en 2008, Rada señala que ese personaje nunca fue su inspiración para crear a las cholas de las postales. “El primer guión (de Súper Cholita) me pareció una maravilla. Hicieron una cosa bien ‘pintuda’, pero después se alargó la historia de una manera con la que no estoy de acuerdo”, opina.
Lo under y controversial
La revista de historietas Mi Nomine publicó hasta la fecha 20 números y, según explica Rada, contiene historias iconoclastas, de humor negro y crítica social dirigidas a un público con criterio formado.
Un claro ejemplo son dos de los más recientes números: Mi dulce, dulce Lolita (2011) dirigida a niñas y público en general y Metal hasta la muerte (2012), que se publicó junto a editorial Gente Común, en la que cuenta la historia de un grupo de metaleros y se sumerge en los estereotipos que los fanáticos de este género del rock tienen de cara a la sociedad.
Sobre Mi Nomine, Marcelo Fabián, editor de la Súper Cholita, señala que esta historieta “abrió un rayo de luz” para este tipo de arte en Bolivia. “Ha tenido repercusión nacional e internacional pese a que se trata de un manga que tiene una identidad muy boliviana”, considera.
Fabián, miembro de la Alianza del Cómic Boliviano, manifestó que las publicaciones de Rada reciben críticas a veces muy duras, porque son experimentales y están dirigidas solamente a segmentos muy pequeños de la población y “no a un público masivo, que debiera ser el fin de cada historieta”.
En contraposición, Axcido considera que es muy “condorilesco” tratar de llegar a todas las personas con un lenguaje accesible. “Yo hago historias oscuras o underground, que de repente no le llegan a mucha gente, pero si hemos llegado a tantos números con Mi Nomine y se agotan las ediciones' por algo será”, explica.
Rada es una ilustradora que prefiere crear y evolucionar en solitario y no le preocupa la aceptación. Pero coincide con Fabián en que el manga en Bolivia aún es un arte experimental, tanto así que los personajes de su próxima publicación “con seguridad serán muy diferentes a los actuales”, dice.
“Me encantan las chicas ‘pin up’, me parecen increíblemente sexys, y también me gusta la lencería al estilo gótico. La hice practicando mucho con sus medias y la volvimos un poco más pop”.
1 Comments:
es muy difícil dibujar manga, pero hay gente que se dedica a eso y le queda muy bien.
yo voy a clases de dibujo cerca del restaurante las cholas. voy solo una vez por semana aunque me gustaría ir un poco mas si tuviera el tiempo
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