lunes, diciembre 19, 2011

“Por qué me llamo Rina” reúne un trabajo literario en el exilio





Recogiendo experiencias médicas, literarias y del exilio por la dictadura banzerista, “Por qué me llamo Rina”, libro de Rita Tapia Vda. Guzmán, será presentado, hoy a las 19:00 horas, en el Colegio Médico (calle Colombia entre Ayacucho y Baptista).

En la oportunidad, también se presentará, de la misma autora, médico y escritora cochabambina, el libro “Antología poética Bodas de Oro El Pequeño Parnaso”, publicación que recoge lo mejor de los versos colombianos del señalado centro cultural.

La actividad contará con la presencia de Tapia y de la escritora cochabambina Maricruz Bayá, quien comentará ambos trabajos.

El primer libro resume las vivencias de Tapia, desde cuando fue bautizada con el nombre quechua (Rina significa también vamos en quechua), hasta su labor profesional en ciudades colombianas, pasando por su trabajo literario.

La poeta y viuda del también médico y exprefecto de Cochabamba (Alberto Guzmán) fue la primera médico cirujana de Bolivia en el anterior siglo.

“Destaco en mi libro la soledad. Aprendí a superar la soledad con el tiempo. Mi esposo fue el compañero de toda mi vida en Colombia. Estábamos exiliados, acabábamos de hacer una unidad en los años que nos tocó vivir solos. Se muere él y asumí la soledad. Y yo creo que digo algo de la soledad en mi libro, absolutamente vivencial”, señala la autora, que estudió su profesión en la Universidad Mayor de San Simón y fue formada por destacados galenos.

“En ese tiempo era difícil ser cirujano, inclusive para los hombres. Para una mujer probablemente era esa época más difícil”, recuerda la autora, quien llegó a ser, en la segunda mitad del pasado siglo, jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Viedma y Jefe de Quirófanos, ejercitando también su profesión en Oruro y La Paz.

“Antes de salir del país llevaba 14 años como médico, luego hice otros 24 años en Colombia”, agrega, quien vio interrumpida su labor en el país a causa de la subida al poder por golpe de Estado del entonces coronel Hugo Bánzer.

“Siempre quise dar al prójimo -manifiesta Tapia- lo mejor de la medicina que aprendimos y, si no curar al paciente, ayudarle a manejar el dolor, si es posible en forma gratuita. No se debe poner precio a la medicina, porque la aprendimos de los pacientes. Sin ellos no somos médicos. Una de las causas de mi persecución fue ésa. Me tacharon de la comunista que no cobraba en el servicio de cirugía”.

Otra de las causas para su violento y doloroso alejamiento del país fue que el cargo de su marido -también docente- durante el gobierno de Juan José Torres. “Primero fuimos detenidos y guardamos prisión. Yo estuve nueve meses en Viacha, que se convirtió el cuartel en una cárcel y el coronel Víctor Gonzales se convirtió en un carcelero de más de 300 detenidos políticos, entre campesinos, universitarios, mujeres y hombres. Fue una época muy cruel, muy salvaje, con torturas.

Fuente de la informacion : Periodico Opinión,Cochabamba
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