Cuánta razón tenían los románticos,el boliviano no muere sin besar a una mujer

Por Miguel Lundin Peredo



Capitulo 1

Ahora que la vida ya no tiene el mismo valor que tenia a mis 13 años,me siento en una silla giratoria a mirar con nostalgia las fotos de aquella mujer que en el pasado compartio conmigo muchas ilusiones perdidas por la adultez,creo que si todavia viviera en mi país,estaria feliz,pensando que en la pobreza la unica riqueza es el amor,mis padres eran de origen humilde,no quiero decir pobre,porque la mayoria de los europeos tienen una vision cruel de la educacion boliviana,solo ven las imagenes de nuestra pobreza economica y no ven la riqueza de nuestros pueblos indigenas,yo,que me considoro un boliviano de clase media,que nunca lei un libro de Franz Tamayo y que siempre compre bebidas exportadas de otros paises sudamericanos,no soy indigena,hubiera pedido a Dios que me permitiera nacer indigena,el en su infinita sabiduria no me permitio ese nacimiento,vuela mi imaginacion por un sendero de incertidumbre,no se que me espera en el futuro,que cosas veran mis ojos antes de que mi cuerpo envejezca,solo se que mientras estoy aqui trabajando en un cafe internet en una calle solitaria de París,donde solo hablo ingles,el dolor de pensar que no hay salida a mi soledad me ayuda a comprender que el mundo es un juego de rol donde somos victimas de nuestros personajes inventados por la desesperanza,cuanto la ame ahora no importa demasiado,solo importa cuanto la bese,porque si algo puedo tener en mis labios en la hora de mi muerte, ese algo es el sabor de la boca de Karen Escobar,esa pequeña mujercita que me hacia delirar con sus chistes.
Hombre enamorado que no sabe calmar su amor apagado, esa es mi definicion personal,mi refran en la distancia y quizas mi unica realidad en la vida.