sábado, mayo 23, 2009

Men who die listening The Godfather Theme Song (Cuento inedito)





Miguel Lundin Peredo


Sentado en su silla piensa en el pasado, en la sicilia que dejo atras herido por la muerte de su esposa,crecio en la pobreza neoyorquina,en el barrio llamado Pequeña Italia del Bronx,Giuseppe Rota,ese era su nombre,habia logrado crear un imperio criminal en los viejos casinos de su barrio,cuando estaba solo,salia de su mansion a repartir comida a los afroamericanos hambrientos de Harlem,asistia puntualmente a la iglesia catolica cada domingo, la tradicion catolica era bastante dificil de ignorar en la cultura italiana moderna.

Giussepe Rota sintio el calido beso de una bala dentro de su cerebro,no podia dejar de pensar en la muerte los ultimos meses,estaba obsesionado con la idea,cuando se afeitaba sentia como la navaja Guillete cortaba sus venas,cuando bebia agua sentia el veneno causando dolor en su estomago, cuando salia a la calle sentia los acidos de su estomago entrar en sus cavidades toraxicas despues de recibir una bala en el estomago, se sentia atropellado cuando caminaba por las calles de New York,tanta muerte en su vida le habia enfermado el cerebro, se estaba volviendo totalmente loco,y sus hijos se daban cuenta de ello, porque siempre escuchaba el tema de El Padrino, aquella novela de Mario Puzo que fue inmortalizada en el mundo del cine,hasta cuando estaba sentado en el baño defecando o orinando.

El gran jefe mafioso siciliano estaba perdiendo la razon,y fingia estar sano, aunque su esquizofrenia era evidente a kilometros.

Cansado de morir todos los dias en el interior de su mente,se sento aquella noche en su silla y comenzo a leer un cuento de Charles Dickens a una niña huerfana que el habia dejado vivir un par de dias en su mansion,mientras leia escuchaba el murmullo de la vida que salia desde las paredes de su casa y sentia el amor de la niña que dulcemente le decia te quiero mientras le clavaba una navaja en el pecho, esta vez la sangre era verdadera y el dolor no era imaginario.La cancion de El Padrino invadia el lugar donde el calor benevolo de la chimenea se confundia con la sangre que ahora manchaba de rojo la alfombra persa donde estaba el rostro de Marlon Brando.
h2 class="sidebar-title">Vínculos Creative Commons License
Detta verk är licensierat under en Creative Commons Erkännande 3.0 Unported Licens.