VIENTO DE PAZ EN UN AMANECER MOHICANO (Cuento)
Miguel Lundin Peredo
Los bosques esperaban con paciencia su llegada,la ultima manada de bufalos que habia caminado escapando de sus lanzas ,sabia que su presencia era temida,en su vida no habia lugar para la cobardia,daba lo mismo morir en un enfrentamiento contra el hombre blanco que morir en las aguas traicioneras que a veces luchaban para que sus balsas no llegaran hacia su destino,pesimismo,no sabia que intenciones tenian la historia y el destino con su raza,solo queria seguir en la naturaleza,cazando,cazando al sol y intentando cautivar a la luna con sus danzas.
Habia leido en los arboles que el final de su raza se acercaba,no sabia cuando comenzaria la batalla final.
No queria pensar en el sonido de sus cuchillos despedazando la carne fragil del enemigo,sentia una desesperanza total,no deseaba ver a sus hijos morir de hambre en el invierno,todo era diferente antes de la llegada del hombre blanco, que habia devorado la felicidad de sus tribus,atacandolos,y destruyendo sus aldeas,el pensaba que algun día la paz entre su gente y el forastero que habia llegado en grandes balsas que ellos llamaban barcos,no era un sueño perdido de los viejos sauces,la guerra se habia llevado con su eco a muchos de sus hermanos y amigos,muchas mujeres habian sido raptadas para complacer el insaciable apetito de el hombre blanco por las mujeres de su tribu,los mohicanos luchaban por sobrevivir a la perdida total de su cultura.
Viento de paz,ese era su nombre,seguia soñando con dejar la guerra,lanzar el cuchillo y el fusil a una hoguera infinita donde todas las armas de la humanidad se perdieran en el vientre de la historia.
La noche comenzaba a morir y muy pronto apareceria el sol,el y su familia,seguian caminando, en la huida final,se lo dijo el chamán de la tribu.
- Seras el ultimo carbon de la hoguera de nuestras almas,muchos te buscaran en la oscuridad del anonimato pero nadie podra encontrar tu cuerpo indefenso en el vientre de la tierra.
-Donde ire?
-Allá donde la muerte no encuentra su canción en los tambores de la guerra,sigue tu camino errante,Viento de paz,tu no eres como los demas guerreros de nuestra raza.
-Gracias,Oso de fuego,nunca olvidare a los de mi tribu.
-Ahora debes partir,el final de nuestra existencia esta cerca,lo he visto en el totem de mi hogar herido por el eco de las voces de los muertos, que quieren en sus susurros alertar el caminar inprudente de los vivos.
Los mohicanos era un pueblo indígena norteamericano.Practicaban la caza, la pesca y la agricultura, siendo su cultivo principal el maíz.Esas eran las palabras que le decia Jhon Winddancer a su hijo en una escuela de California,mientras lo recogia de clases,porque el director del colegio habia citado su presencia para hablar de problemas raciales contra su cultura indigena.
En el auto Ford de color azul,modelo 98,el padre miraba el dreamcatcher que se movia inquieto desde el espejo visor ubicado a su lado,su hijo jugaba con un juguete Hasbro que representaba a un indio apache.
Sintio en sus ojos la mirada perdida de el pasado y recordo un tiempo donde todo era magico,se sintio satisfecho,nadie ni siquiera el FBI sospechaba de su existencia milenaria,porque ya habian pasados varios siglos desde que vio el amanecer en el bosque cuando en el aquel tiempo ya muerto se llamaba simplemente,Viento de paz.
Las profecias sobre su prolongacion en la tierra,se habian cumplido,la historia no habia devorado su carné en una infame tumba sin pasado y sin nombre.
Cuando Viento de paz vio el amanecer en el bosque,levanto su cuchillo de caza y le grito al mundo.....Yo me quedare en la tierra.
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