domingo, diciembre 04, 2011

Adela Zamudio en trabajo antologico de Luis H.Antezana



Por Sandra Arias/Los Tiempos/ Year 2010

Lecturas (L): ¿Cuál es el estado de avance del trabajo de recopilación de la obra de Adela Zamudio?

Luis H. Antezana (LHA): El proyecto consiste en producir un libro multimedia sobre la vida y obra de Adela Zamudio que, bajo un guión básico interactivo, se iría ilustrando por medio de materiales audiovisuales. La institución que lo ha impulsado es el Centro de Estudios Superiores de la UMSS y está a cargo de Virginia Ayllón y mi persona. Por ejemplo, la presentación de la Cochabamba de su tiempo estaría acompañada de materiales fotográficos con fondo musical afín. Al tocar su poesía, una entrevista a Virginia Ayllón habla del tema y, de paso, Oscar García y Juan Carlos Orihuela han, expresamente, musicalizado una serie de sus poemas para que acompañe esta parte, esas canciones serán presentadas en forma de videos. Hay, además, una composición en ballet basada en el poema “Nacer hombre” que también iría ahí. Hay otros materiales más, como la canción que compusieron Los Jairas.



Otros ejemplos: al tratar la novela “Íntimas,” una entrevista a Leonardo García Pabón desarrolla el tema que también se ilustra con imágenes afines. Para pautar momentos biográficos de doña Adela se utilizarán, de acuerdo al caso, fragmentos de una película semi-documental que se hizo sobre ella, además de las fotografías y cuadros que de ella existen. En fin, se trata siempre de seguir su vida y obra con ilustraciones audiovisuales.



En lo que a materiales se refiere, al proyecto le falta sólo una filmación de todo lo que tendría que ver con dona Adela en Cochabamba (escenas de sus residencias, de su escuela, de su tumba y del contexto que le habría sido afín, hasta un paseo por la OTB que lleva su nombre podría ser añadido a manera de “actualizar” su presencia). Aunque existe el guión, esta filmación no se ha realizado aún porque no se logró el dinero presupuestado para el último tirón. Había la promesa, no diré de qué institución, de financiar esta filmación más la programación técnica y la publicación final (como CD). Esa promesa se fue postergando y postergando, de modo que estamos, por ahora, en espera y, por otra parte, para no estar tan quietos, tratando de encontrar otras ayudas, a ver qué pasa. Pero gran parte del proyecto ya está listo, sólo faltan los últimos pasos que son filmación, programación y publicación.



L: En “Íntimas”, Adela Zamudio se vale del intercambio epistolar entre hombre y mujer para crear la presencia de dos voces en la narración, alejándose del esquema de los autores de esa época. ¿Este rasgo de innovación y de búsqueda de puntos de inflexión en la narrativa es permanente en su obra?



LHA: No siempre hay esa interacción en toda su obra aunque quizá, más como interpelación que diálogo, el poema “Nacer hombre” podría andar por ahí. Willy O. Muñoz, quien ha estudiado la narrativa de doña Adela, destaca que esta novela fue el primer intento serio en América Latina por construir una voz narrativa femenina. Lo habrá logrado, notablemente, en la segunda parte de la novela. No se trata de un personaje femenino, sino de una forma nueva de narrar, se diría, desde el punto de vista de una mujer.



Eso es muy común hoy en día, piénsese en Clarice Lispector o Isabel Allende; pero, a principios del siglo XX, nadie había logrado aún ese tipo de punto de vista narrativo. No es poco mérito.



L: ¿De qué manera su obra rompió los esquemas de su época?



LHA: Lo mencionado a propósito de “Íntimas” sería lo más radical. Su poesía, aunque dice lo suyo, no supone tanta ruptura con las formas expresivas de su época. La postura de la novela es tan radical que amigos suyos como Peñaranda y Canelas, quienes siempre la apoyaron en todo lo que hacía, le reprocharon en su momento que haya escrito una novela, esa novela. En cambio, nadie le reprochaba sus poemas, más bien, la ayudaban a publicarlos y difundirlos.



L: ¿Cuál fue el alcance de su obra? ¿El impacto cruzó las fronteras de Bolivia? ¿De qué forma?



LHA: Realmente, sólo su poesía tuvo un impacto inmediato, de ahí el reconocimiento nacional que se le hizo en los Juegos Florales de 1926. Hay un poema escrito por Gregorio Reynolds en su honor para esa ocasión (está incluido en el libro “Adela Zamudio, poetisa, educadora, polemista”, que publicó la Municipalidad de Cochabamba, como homenaje, en 1977). Aunque se publicaron poco a poco en periódicos, recién en 1943 (dona Adela muere en 1928, el 2 de junio) se publicaron sus cuentos. “’Intimas” pasó desapercibida luego de su publicación (1913) y recién en 1999 tuvo una primera reedición (Plural Editores, Colección Letras Fundacionales). Su fama fuera del país es limitada, salvo en trabajos especializados en la literatura femenina en América Latina.



Por supuesto, ya cuenta con un sólido lugar en la literatura nacional; pero, diría que su mayor impacto público fue como educadora, por la manera como promovió y defendió la educación laica para las mujeres.



L: Fue educadora, poetisa, ensayista, narradora y polemista, ¿qué características comunes se encuentran en géneros tan diversos?



LHA: La fórmula más fácil para reunir todos esos géneros sería su valoración del lugar y los derechos de la mujer en la sociedad y la cultura.



L: ¿De qué manera se explica que una joven nacida en el siglo XIX haya cultivado una mentalidad tan progresista como para postular la escuela laica y enfrentarse al clero de la época?.



LHA: No es tan difícil. Ya las ideas liberales de los derechos individuales eran parte de todo el ambiente en esa época, marcando notablemente las distancias entre la sociedad y los poderes de la Iglesia que, por aquel entonces, normaba las costumbres. Doña Adela habría subrayado los derechos correspondientes para las mujeres, notablemente, la educación laica que les permitiría una más libre elección sobre lo que querían ser y no, simplemente, sobre lo que debían ser (buenas y hasta educadas “amas de casa”). Eso sí, en su aporte, tuvo una tenacidad y una entrega que eran ejemplares y que obtuvo el apoyo de todos los rebeldes liberales de la época.



L: ¿Cuál es la razón de su vigencia?



LHA: El Día de la Mujer en Bolivia es el día de su cumpleaños. Quizá ese es el índice más inmediato de su vigencia: el impacto que tuvo en nuestra sociedad su lucha, sus polémicas, sus iniciativas por la educación (laica) para las mujeres. Primero como profesora, luego como directora de su Liceo, tuvo tiempo de educar, por lo menos, a un par de generaciones de mujeres cochabambinas. Parece poco ahora que la educación pública está ya difundida y arraigada; pero, a principios del siglo XX, ha debido ser como una utopía, teniendo en cuenta todas las formas conservadoras que ya llevaban sus buenos siglos como parámetros para el lugar que la mujer “debía ocupar.”



Por otra parte, su atrevimiento al debate público también tuvo seguramente un fuerte impacto, no era nada común que alguien, menos una mujer, ponga en entredicho las costumbres vigentes.



Y, por último, es claro que poco a poco, hasta el reconocimiento nacional de 1926, también su aporte literario la distinguía entre las producciones de la época.
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