Reseña literaria a la cuarta novela de Amalia Decker llamada : "Mamá,Cuéntame otra vez"
De la nueva obra de Amalia Decker, “Mamá, cuéntame otra vez” (Editorial Quipus, 2015) se puede decir un poco de lo mismo, con las salvedades pertinentes. Tiene la estructura de una novela, con una potente voz narrativa que une el coro de testimonios que cuentan el transcurrir de una importante y no tan lejana página de la historia de nuestro país. El personaje narrador, una joven de nuestros días que no conoció otras épocas bolivianas que las de la democracia, es al mismo tiempo protagonista de la ficción, donde se va desbrozando una telaraña de secretos de ayer a un ritmo penetrante. Los retos de un amor apasionado, con bien acabadas páginas eróticas, las que finalmente nos hacen asomar a una trama de misterio que se zanja al final de la novela. La voz de la narradora nos hace cruzar los caminos que 40 años antes recorrieron su madre y muchos jóvenes bolivianos: una crónica muy fresca de esos momentos convulsos de la historia del país, con la presencia de personajes históricos y actores políticos reales.
Fue la época en que se mandó a convertir la cordillera de los Andes en una nueva Sierra Maestra, el escenario primitivo del mito del guerrillero heroico. La narración nos hace cabalgar al lado de los tiempos de ese hombre, aún hoy un ícono universal, mezcla de profesional revolucionario, generoso e intransigente, romántico y un poco loco, que pagaría sus errores políticos con su vida en los yermos rincones de La Higuera, al sudeste del país. Pero, sobre todo, el relato está compuesto por pedazos de las experiencias de quienes a la muerte del Che, cogieron su fusil, sus ideas y sus métodos absolutistas. Se cuentan en el libro de Amalia Decker --alejados del tono épico o del panfleto condenatorio-- hechos de protagonistas reales de la segunda parte de la guerrilla boliviana, la que se formó alrededor de Teoponte y su contexto urbano. Un transcurrir que se debate entre el coraje, el horror y la farsa. Un apasionado relato de testimonios de una juventud llena de ideales de justicia e igualdad, pero también de furia y de espanto. Es, por tanto, también una página de autocrítica y denuncia; y por ello tiene un sabor de “adiós a las armas”, de arreglo de cuentas con viejos demonios, aquellos que renunciaron a los principios de la política en favor del mito importado en aquellos años. Una crítica hacia quienes en lugar de la política construyeron una pequeña iglesia al servicio de una fe ciega, con su propia liturgia, que apelaba al secretismo, a la desconfianza y a una obediencia exasperante. Y todo por alcanzar un cielo que parecía poderse coger con las manos y que en sus errores no hacía otra cosa que alejarse de ellas.
“Mamá, cuéntame otra vez”, a través de la protagonista–narradora, recorre también distintos espacios en la búsqueda de esa historia que quiere rescatar y que todavía se agita como una pesadilla bajo la piel de su madre; en lugares sumidos por el ocultismo clandestino de esa época brava. Así, la persecución del pasado va por sitios tan distintos como París, la ciudad luz, la tropical Habana y, sobre todo, nuestras montañas y nuestros llanos.
La Editorial Kipus publica “Mamá, cuéntame otra vez” y las anteriores novelas de la autora, algunas de las cuales fueron traducidas a otros idiomas. La novela abrió sus presentaciones, primero, en la Feria del Libro de Lima. Luego en la Feria Internacional del Libro de La Paz (donde fue la novela más vendida), en ambos casos fue presentada por Carlos Mesa. A continuación, Susana Seleme y Carlos Hugo Molina la presentaron en Santa Cruz. En los próximos días el evento tendrá lugar en Cochabamba.
La difusión de esta novela, que va por su segunda edición en dos meses, tiene que ver con aquella constante en el mundo literario: un buen libro es uno que tiene cosas interesantes que contar, y éste es el caso.