Tuffy Salvallende y la muñeca que nadie enterro en noviembre (Cuento)
Miguel Lundin Peredo
La busque en todos los rincones del cementerio,sabia que se ocultaba en alguna vieja cripta,me senti dueña de su destino,no deseaba dejar que siguiera existiendo,me senti derrotada cuando aparecio sonriente,con una flor marchita en su mano derecha,le pedi que se entregara,ella solo me miro con una mirada de lastima y compasion y se sento en una tumba,quise acercarme a ella y decirle que no estaba sola,aunque mi mision era matarla,por primera vez senti compasion por una mujer de su raza,habia acabado con muchas de sus hermanas anteriormente pero jamas senti culpa por sus muertes, ahora al verla fragil y con una ternura casi infantil,algo raro en su raza,me veo confundida,quiero herir su pecho,dejar que su maldicion se pierda con el acero de mi espada,no puedo,no debo hacerlo,ella parace comprenderlo cuando se levanta de la tumba y deja su muñeca sobre el suelo,tiene un cuerpo de una niña de 15 años pero su alma es mas vieja que las piramides de Egypto,por sus colmillos han perdido la vida muchos de su edad, que jugaron con ella y pagaron como precio alimentar con su sangre a su amiga de juegos, recordar eso me llena nuevamente de valor y mientras ella presintiendo su final,cierra la puerta de la cripta,veo la luna llena ser testigo de otra de mis ejecuciones anonimas.
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