domingo, enero 11, 2015

Zalles: Cambió la forma de escribir

       Alberto Zalles, en su escritorio, en Bélgica. -   Archivo Periodista Invitado

Alberto Zalles, filósofo boliviano que vive en Bélgica, lanzará próximamente su nueva novela electrónica titulada “Cañada Strongest”, que trata sobre tres soldados que participan en la Guerra del Chaco.

El autor, que vive alrededor de 25 años fuera de Bolivia, ha publicado artículos sociológicos en las revistas Nueva Sociedad , Iconos de Quito y en Actes Sud, de Lovaina la Nueva, además de recibir varios premios en ensayo.

Entre sus novelas figuran “Una cuestión de familia, “Deportación” y “Cañada Strongest” que estará a la venta desde marzo en internet por Amazon. A éstas se suman las antologías de cuentos “Ensueños tropicales” y “Las amigas de Almuneda”.

Actualmente es profesor de español en el sistema de enseñanza de Bélgica: en la Escuela de Promoción Social y en la escuela primaria San Nicolás, en Enghien, un pequeño pueblo cerca de Bruselas. También enseña el español al equipo encargado de los proyectos en América Latina de “Islas de Paz”.

A continuación va una entrevista con el autor, en la que habla de su última novela electrónica y su peculiar proceso de escritura.



-- Tiene una nueva novela que estará en marzo a la venta en Amazon, “Cañada Strongest”. ¿De qué trata?.

-- “Cañada Strongest” la escribí como homenaje a los ochenta años del armisticio, de la paz del Chaco, que se recordará el próximo junio. La trama está hilvanada alrededor de los sucesos vividos por tres jóvenes soldados bolivianos: Nicolás y dos amigos suyos. El primero es el hijo mayor de una madre que mantenía sola a su familia; el enrolamiento de Nicolás es acatado con dolor y el joven soldado, al partir al Chaco, lo único que puede prometer a su madre es sobrevivir a la Guerra. Los conscriptos pertenecen al destacamento boliviano que combatirá en Cañada Strongest, bajo el mando del audaz teniente Rosendo Bullaín. La batalla se resuelve en quince días de duros combates, en mayo de 1934.

Hay que recordar que la batalla de Cañada Strongest fue quizás la mejor maniobra táctica efectuada por el Estado Mayor boliviano. De haber tenido éxito, el ejército paraguayo pudo ser neutralizado. Pero la historia la dejo entre paréntesis, porque la novela es una ficción y, en tal sentido, para dotarle de un equilibrio en el contenido, doy algunas pinceladas esenciales acerca de la acción del Ejército paraguayo. Dedico un capítulo a mostrar la trayectoria del General Félix Estigarribia y su paso por la Ecole Supérior de Guerre de Francia. También relato la acción del capitán Joel Estigarribia, quien resistirá heroicamente el cerco boliviano.



-- ¿Es una novela de guerra?

-- “Cañada Strongest” rompe con todas las novelas ambientadas con la Guerra del Chaco, las cuales fueron testimonio de los excombatientes. Es una novela de guerra, género bien implantado en la literatura europea. En otras palabras, la intención primaria no es la reconstrucción histórica. “Cañada Strongest” es una recreación libre de estilo etnográfico, interesada en los aspectos técnicos, culturales, incluso ecológicos, implicados en la guerra. Así, por ejemplo, en la reconstrucción de un combate aéreo, describo el tipo de aviones utilizados por los ejércitos, lo que puede leerse en el capítulo veinte, en el adelanto que hago en mi blog, en internet. (http://albertozalles.blogspot.be)

La pasión por las letras



-- La literatura es una de sus mayores pasiones. ¿Qué es está en el meollo de esa fascinación?

-- La aventura. Al comenzar a leer con pasión, los primeros libros que me atraparon fueron aquellos que relataban hazañas difíciles. Fue en la biblioteca de mi colegio, en San José, en Alto Lima, bajo la guía del hermano Regis Moynihan, que tuve la oportunidad de leer libros de aventura como “La expedición de la Kon-Tiki” de Thor Heyerdahl, “Papillón”, de Henri Charrière o “El Conde de Montecristo” de Alejandro Dumas, hablo de la secundaria. Yendo un poco más atrás, recuerdo que el primer bestseller de aventura al que me confronte fue “El Diario del Che”, en aquella primera edición impresa por el periódico Presencia, en julio de 1968.



-- ¿Cómo fue esa anécdota?

-- Yo tenía ocho años y estaba en tercero de primaria. Lo leí porque el texto tenía una aureola prohibida y, quizás, en mi mentalidad de niño, quería encontrar respuestas. Me preguntaba, ¿por qué tenía un tío desterrado en la selva amazónica, en Puerto Rico, Pando? ¿Por qué uno de mis mejores amigos de curso debía dejar la escuela e irse a Camiri, siguiendo el destino de su padre, que era un oficial de ejército? Además, conseguir el Diario fue en sí una aventura que me evoca imágenes surrealistas. Aquél día mi prima llegó a la casa enarbolándolo como un trofeo, pues se batió para obtenerlo, en medio de un tumulto de ávidos lectores que también pretendían uno. Perdió un zapato y contó que buscó al canillita asaltado durante una media hora para no llevarse el ejemplar sin pagarlo. “El Diario del Che”, en su gran formato de periódico, lo leí tal vez maravillado, incrédulo, como mis hijos leen ahora “Harry Potter”.

La literatura es aventura, ficción; permite ver, recrear e introducirse en el universo extraordinario, sorprendente e inesperado de la conducta y del acontecer humanos. En cada novela buscamos, como lectores o escritores, el patrón que nos legó Cervantes en el Quijote.

El ritual de la composición



-- ¿Cómo es su proceso de escritura? ¿Hay algún ritual?

-- Inspiración aparte, el proceso de escritura es un proceso técnico. Cada escritor es artesano de su trabajo. Yo no creo tener un ritual. Pero, ahora que me pregunta, creo que comienza cuando preparo mi caldera eléctrica para tomarme un buen poro de yerba-mate, luego desconecto el Wi-fi para no distraerme en internet y escribo tres o cuatro horas. Cuando los horarios de mis cursos me permiten, luego de escribir salgo pasear en bicicleta por el parque de mi ciudad.



-- ¿Cómo maneja sus escritos? ¿Hace la estructura de la novela?

La estructura de mis novelas es simple: una aventura o desventura a narrar, el o los protagonistas de la aventura. A éstos se suman las pruebas, dificultades o sorpresas que enfrentan y el desenlace, este puede ser trágico u optimista. Dentro este marco, dispuesto para la narración, los personajes cobran vida, a veces caprichosamente; las circunstancias se enriquecen, y es ahí donde el autor encuentra satisfacción y exige su imaginación y creatividad para hacer del relato una obra de arte. Lograrlo o no es otra cosa. En todo caso, el veredicto corresponde al lector.



-- ¿Cómo el Internet ha influido en sus escritos?

--El Internet ha cambiado la forma de escribir. Antes la escritura respondía a un patrón diferente. El escritor debía aislarse y la presentación de la novela era un acto final. Hoy, la transparencia de las redes sociales hace que la novela se la escriba exponiéndola al lector.

En tal sentido “Cañada Strongest” estuvo a fines de 2013 en mi blog, como capítulos quincenales. Los retire una vez que tenía unos quince capítulos, para trabajarlos según la sintonía que percibí y las opiniones que me ofrecieron los siguen mi blog y en las redes sociales. Ahora mismo estoy avanzando con una novela cuyo pretexto narrativo es la historia del manicomio Gregorio Pacheco, algunos capítulos pueden leerse ya en Internet.



-- ¿Qué hizo para vender sus libros en Amazon? Hay que cumplir requisitos....

-- Para vender en Amazon no se requiere más que tener una cuenta y adherirse a las normas de la edición digital. Amazon pone a disposición una serie de útiles para la conversión de un simple archivo Word en e-book. Un requisito importante es comprometerse a no difundir la obra por otros medios digitales. El autor guarda sus derechos y puede publicar en papel sin pedir consentimiento a Amazon.

La ventaja de Amazon es que uno puede proponer el libro a todos los lectores del idioma en el mundo. Fuera del espacio hispanófono, yo vendí en Japón e Italia. Mis ventas son modestas, pero para un escritor que está en su tercera novela es interesante.

Otra ventaja es que cada trimestre, durante tres días, un autor puede ofrecer sus libros de manera gratuita. En esos días se puede ver el interés cada vez mayor que hay por el libro digital.



-- También escribe cuentos. ¿Cuándo decide que un tema sólo es para un cuento?

-- Los cuentos los escribí inicialmente de manera experimental, para probar estilos y formatos literarios: relato personal, relato impersonal, combinación entre la didascalia y el diálogo, etc. Por otro lado, mantener quincenalmente mi blog con un cuento me permite realizar una gimnasia de escritura y captar lectores. Escribir cuentos fue una fase previa para lanzarme a las novelas. Una vez que las logré, veo los cuentos como un subproducto de las novelas: porque son capítulos carentes de armonía respecto a una trama o simplemente porque desvían o desbordan el fluido del lecho central trazado en una novela.

“Las amigas de Almudena”, que es mi segunda antología de cuentos, retoman una función experimental, su inspiración surge al estímulo de los temas que atraen al lector europeo. Por otro lado, son temas de mi realidad, de mi vida cotidiana hoy en día.

-- Según usted, ¿el placer de escribir un cuento es el mismo que el de una novela?

-- Una novela es más placentera porque al demandar más tiempo, permanece más largamente en el espíritu, revoloteando e involucrándonos en la ficción, en un lugar donde todo es posible.



Embrujo de la tierra

-- Hace muchos años que vive fuera del país. ¿No le gustaría volver?

-- Fuera del país vivo hace veinticinco años y claro que me gustaría volver al país, sobre todo a Uyuni, donde nací. Quisiera volver a explorar el Salar de Uyuni como cuando adolescente. Casi a ocultas de mis padres me arriesgue, con un amigo, a atravesar parte del salar en una época en la cual ni siquiera imaginábamos que se convertiría después en un lugar tan atractivo como el Cañón del Colorado.



-- ¿Qué es lo que más añora?

-- Tengo nostalgia de mis años de estudiante en Cochabamba, en la carrera de filosofía de la Universidad Católica Boliviana, cuando era conocida como el ISET y tenía un edificio muy discreto detrás del convento de San Francisco, en la avenida Heroínas. Añoro los cursos del padre Miguel Manzanera, de Hans van den Berg, de Juan Bailly, de María Elisa Gantier y de Iván Tavel, de quienes tuve la suerte de ser alumno. En la Universidad Católica y en la biblioteca, que la creía mía, exclusiva, debido al reducido número de alumnos de la facultad, pasé tardes y tardes de lectura, siguiendo los consejos del amable bibliotecario don Germán Molina. Creo que evocando mi paso por Cochabamba, no puedo ser ingrato con Óscar Zegada Claure. Él me enseño el “abc” de la investigación social. Además, la Universidad Católica me dio un diploma que me abrió las puertas laborales en Ecuador, Canadá y Bélgica.


Fuente de la entrevista : Suplemento Cultural "Lecturas",Periodico Los Tiempos,Cochabamba...
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