Por Miguel Lundin Peredo
Pensaba en la noche anterior mientras bebia la taza de café colombiano,recuerdos perdidos en el pasado comenzaban a regresar lentamente en su memoria,se sintio perdido en la oscuridad,no queria demostrar nerviosismo,ella llego puntualmente y se sento a su lado, el la miro sorprendido, penso que ella habia muerto en un accidente automovilistico hacia 3 meses.
-Crei que estabas muerta,Yosianne.
-Tengo la suerte de haber sobrevivido el accidente,querido,me pregunto si todavia recuerdas la noche en la que nos conocimos.
-No puedo olvidar esa noche, fue el momento mas intenso de mi existencia.
-Recibi tu carta ayer,decias cosas que nunca me dijistes personalmente,pude sentir el aroma seco de una lagrima sobre el papel.
-Te casas mañana,debi haber continuado mi vida contigo,me siento estupido,Yosianne.
-No pienses mas en eso.Solo recuerdame,es lo unico que te pido,viajo mañana a Mexico.
-Me gustaria poder olvidar tu voz y el color de tus ojos, pero no puedo hacerlo, eras una parte importante de mi vida y ahora que te casas le temo a la soledad.
-La soledad existe para todos,gracias por venir a esta cita.
-Creo que deberias hablar con Jaime.
-Eso ya no tiene importancia.Jaime no entenderia nuestro romance prohibido,tu tampoco entiendes mi relacion sentimental con el.
-Quisiera entenderla pero prefiero pensar que el es solo un fantasma del pasado que regresa para recordarme que te he perdido para siempre.
-Debo irme,es mejor que olvides este encuentro a ciegas.
-No puedo olvidarlo,tampoco puedo olvidar que eres la mujer que conoci el día que te arreste por la muerte de mi hermana, ahora eres libre,y yo estoy en la carcél de tu cuerpo.
La mujer se levanto de la mesa,el la vio marcharse y una lagrima bajo lentamente de sus ojos, una lagrima camuflada por el oscuro color de sus lentes.