Historia de una bailarina de diablada : Capitulo 2

 

Capitulo 2

Por Miguel Lundin Peredo


Chuletas sirvio la sopa de pollo en un plato verde,Celia recibio el plato y comio en silencio
miraba la habitación humilde donde dormia el lustrabotas,los perros jugaban en silencio
al lado de la cama de Chuletas. El niño comia despacio y sin mirar a Celia,lo que producia
una sensacion de seguridad en la mujer,eran las 9 de la noche y se escuchaba afuera el sonido
demencial de una banda de música local que tocaba canciones folkloricas desde el interior de una casa.

Celia comio la pierna de pollo intentando usar la cuchara  y miraba como los perros jugaban.

-Debes estar acostumbrado a vivir con tus perros,Chuletas.
-No hay mejor amigo que aquel amigo que no puede abrir la boca para discutir.
-Estos perros te los compraron tus padres,¿no?.
-No,los encontre en un callejon cuando eran cachorros y han crecido como vacas.
-¿De que vives?.
-Soy lustrabotas pero ayudo a un buen caballero con sus laboras domesticas y recibo
buen dinero por eso,no me gusta la vida que tengo pero no conozco otra vida mejor y
por eso envidio a mis perros porque ellos solo pueden ser felices,jugando todo el día
y esperando comida sin sudar como cocaleros en el Chapare,Celia.
-¿ Cuantos años tienes,Chuletas?.
-Tengo 15 años recien cumplidos.
-Eres un llokalla todavia,no puedo creer que te diga esa palabra : llokalla,en mi casa no podemos usar palabras indigenas en quechua o aymara porque es una falta de respeto hacia la buena educacion que nos dieron los antepasados germanicos de la familia.
-No se si tengo antepasados ceramicos pero me siento bien con mi identidad aymara,señorita.
-Jajaja,se dice germanicos y la palabra significa que tengo origenes procedentes de Alemania.
-Uta,Alemania es una calle que todavia no conozco.

Celia sonrio y comio el pollo con las manos,era la primera vez que comia pollo con sus manos,en su casa no le permitian ese privilegio mundano,penso en su vida,habia pasado de ser la hija de un millonario empresario minero a ser una habitante mas de las calles locales,una paria que habia encontrado refugio en el humilde hogar de un lustrabotas aymara.

La vida era impredecible y no siempre se podia bailar diablada sin consecuencias.