"QUÁSAR" : NOVELA POLICIACA DE GABURAH LYCANON MICHEL
Sobre la novela :
"QUÁSAR, el corazón de las almas enfermas" es una novela cuya maldad y monstruosa crueldad provoca sentimientos encontrados en el lector. Dudo que hayan muchos lectores que sean capaces de concluirla y menos los que se arriesgen a meditar sobre el delicado trasfondo de la historia. Siendo que el tópico principal del texto estriba sobre la pedofilia y todos sus rostros, el trato con el libro es difícil e incómodo. Es un hecho que esta novela jamás será editada y publicada por una editorial puesto que el contenido implícito de la misma rebasa la tolerancia de cualquier línea de ética y moral de las editoriales. Sin embargo, a pesar de lo terrible que es la historia en sí, QUÁSAR destaca por exhibir una forma y narración impecables y con verdaderos tesoros en cuanto al formato. Es rica en analogías y bellas maneras literarias que adornan la historia y que ayudan a su adecuada "digestión" en la mente. Por todo ello considero que esta novela es digna de leerse, pero no de publicarse".
Lic. María E. Torrico - Lingüística e idiomas de la Universidad Mayor de San Andrés
Sinposis
QUÁSAR es la historia del Detective Flores, un policía recto al que se le asigna investigar el caso de la desaparición de varias niñas. Sus pesquisas lo llevan a descubrir a un hombre de procedencia europea que se convierte en el principal sospechoso del caso. Un día, dicho sospechoso es hallado muerto, colgado en una bodega; pero no se encontraba solo pues en el mismo sitio fue hallado un hombre, vivo, que mostraba signos de brutales torturas y total pérdida de la razón, exhibiendo el monstruoso e inhumano sufrimiento del que fue víctima. Con la muerte del principal sospechoso por la desaparición de las niñas inicia otro ciclo en las investigaciones del Detective Flores, un ciclo que lo llevará a descubrir terribles crímenes, violaciones de niñas, torturas y un sin fin de pesadillas para responder a una sola pregunta: ¿Qué es un pedófilo?
Nota del autor de la novela
No tengo que decir lo mucho que me costó escribir QUÁSAR. Confieso que las reacciones que mi novela generó fueron más bizarras de lo que esperaba. Mi editor, Daniel Averanga, la consideró basura. Una de mis mejores amigas, estudiante de medicina, dejó de hablarme cuando la leyó y consideró que era un enfermo mental, cosa que sí fui, pero no en el sentido que mi ex-mejor amiga pensó. Un camarada mío, psicólogo con años de experiencia, me dijo que la novela era una brillante pieza de literatura y que despejó muchas de sus dudas con relación a la pedofilia y varias otras parafilias. En sí tuve pocas opiniones concretas que me lleven a pensar algo definitivo de la obra que parí. Sin embargo opté por ser más músico que escritor en relación a QUÁSAR y decidí que, en esa instancia, sólo importaba mi opinión y yo la considero una buena novela pero poco soportable para el lector. El hecho es que luego de QUÁSAR comprendí que jamás podría volver a escribir algo tan enfermo y retorcido. El impacto del texto fue tal que terminé herido y trastocado por su maldad y su terrible forma de ver la sexualidad. Siendo una obra póstuma, es decir que se originó de los paradigmas armados por un muerto, me vi obligado a aprender para responder a la principal pregunta de la novela: "¿qué es un pedófilo?". La respuesta me perturbó con vehemente crueldad. Descubrí que un pedófilo no es un violador, tampoco lo es un santo ni lo que la cultura popular creó sobre el tema. No podría decirlo con más palabras de las que aprendí del hombre que, con su vida, me enseñó sobre la sexualidad y su trasfondos más oscuros. Aún así, y con la novela escrita, tomé la acertada decisión de no publicar QUÁSAR jamás, al menos no mientras viva. En algún foro he empezado a dejar algunos capítulos, pero como de internet nadie lee, menos de una pantalla de computadora, sé que no tendrá eco y eso me deja en paz Por ahora sólo puedo cumplir la promesa que le hice a la persona que me pidió escribir un libro sobre la tendencia que cambió su vida y que, por último, terminó por matarlo. QUÁSAR y su maldad se han corporizado en letras en nuestro mundo. No me hago cargo ni asumo la responsabilidad por su existencia. Mi única convicción es que hemos errado el camino de la sexualidad en algún momento y que estamos obligados a retomar el rumbo... ¡y el que no esté de acuerdo que se vaya a la mierda! En fin, es todo lo que tengo que decir de la novela. Gaburah Lycanon Michel