domingo, febrero 26, 2017

"LA NARRATIVA CONTESTARIA Y SOCIAL DE GABY VALLEJO CANEDO" : LIBRO DE WILLY MUÑOZ






“Esta obra trata de la narrativa de Gaby Vallejo Canedo, sus novelas, su colección de cuentos y claro, trata también de su vida, y de la importancia que tiene su literatura en las letras bolivianas”, así resumió su compilador Willy Muñoz, la monografía “La narrativa contestataria y social de Gaby Vallejo Canedo” que con el apoyo de la editorial Kipus será presentada el próximo jueves 16 de febrero en el Salón Augusto Céspedes de la Casa de la Cultura.
 La obra de Vallejo tiene repercusiones internacionales por eso que la monografía incluye a personalidades, no sólo nacionales, sino del extranjero. Hay ensayos que vienen de los Estados Unidos, México, Argentina y también de un boliviano que radica en Chile, explica Muñoz. Pero, aclara, el trabajo “no solamente trata de la narrativa de Gaby Vallejo, sino también de su vida”.
Varias de las personas que han escrito para esta monografía, conocen a Gaby Vallejo personalmente, además de a su obra literaria. Su calidad humana, la valentía que ha demostrado a través de toda su vida, y que se refleja en sus primeras obras, “Los Vulnerables”, “Hijo de Opa”, esta última digna de admiración, precisa Muñoz.
       

sábado, febrero 25, 2017

El fantasma de tu recuerdo : Novela juvenil de Graciela Ortuño






Esta novela es la segunda parte de la saga “Síndrome de princesa”. Es una novela juvenil de drama, suspenso y romance que despertará en el lector los sentimientos de miedo, angustia y añoranza.

martes, febrero 14, 2017

La novela de Juana Azurduy

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Por Homero Carvalho Oliva


La fundación de Bolivia no estuvo acompañada de una literatura que cante sus glorias cívicas y honre a sus héroes, ni de los argumentos románticos que los escritores aportan a la definición de las naciones. Sabemos que todo país, para consolidarse como tal, necesita de poesías y novelas que sustenten su identidad nacional y mucha de la literatura republicana de nuestros países vecinos sirvió a tales propósitos.
En el nuestro apareció tardíamente Juan de la Rosa (1885), de Nataniel Aguirre. Podríamos decir que no hubo en Bolivia un culto al pasado, un culto que canonice a los héroes de la independencia, quizá porque nuestra clase intelectual no le dio importancia o porque creyó que con los libros y manuales de historia oficiales era suficiente para llenar ese vacío.
Sin embargo, desde hace una década existe en el país un afán por reescribir, revisar o simplemente escribir nuestra historia. Este afán se da como parte de un momento histórico, en el que Bolivia interpela su pasado. En esta tendencia se inscriben novelas como La saga del esclavo, de Adolfo Cáceres Romero, que busca desentrañar el dramático paso de los Ejércitos Auxiliares de la Argentina por las ciudades de Sucre y Potosí; también Manuela, mi amable loca, de Carlos Hugo Molina, que pretende ser una mirada generosa sobre la vida de Manuelita Sáenz y de Simón Bolívar. Qué solos se quedan los muertos, la biografía novelada de Antonio José de Sucre, escrita por Ramón Rocha Monroy. En esta línea enmarcamos la novela Juana Azurduy, la furia de la Pachamama, de Sisinia Anze Terán.
En esta novela, la autora abandona la comodidad de lo fantástico que ha venido trabajando con seis obras publicadas y lo hace con mucha solvencia. Juana Azurduy… está muy bien escrita y tiene varios aciertos: empezar con Juana anciana; interpolar la acción, los sueños y los delirios con Juana de Arco; jugar con el tiempo y el espacio; respetar los personajes, las fechas y los lugares históricos, abundantes por cierto.
Una novela histórica siempre será una novela, es decir, siempre será ficción, porque el autor inventa buena parte de los diálogos e imagina circunstancias; Sisinia lo sabe y por eso dosificó todos estos elementos para que la historia fluya ágil por los meandros de la guerra de la independencia. El lenguaje está muy bien cuidado, incluyendo la manera de hablar de la época e introduciendo palabras y términos quechuas cuando es necesario, sin abusar de ellos.
Una buena novela que espero tenga el éxito que se merece

lunes, febrero 13, 2017

Juan de Recacoechea : Cronista de historias negras








Por Juan Carlos Flores - escritor

Juan de Recacoechea, maestro en el arte de contar novelas negras, abandonó el cuerpo hace unos días pero dejó intacto el espíritu de su obra para que nosotros, los simples mortales, recordemos de qué están hechas sus palabras, sus historias y sus personajes. El silencio es poco para recordar a este artesano de las letras, como poco resulta una elegía o una condecoración.
Recacoechea enarbola el “nocturno paceño” y lo hace lucir orgulloso en cada página de sus novelas, sobre todo de aquellas que hablan específicamente de Chuquiago Marka. Hay ocasiones, como ésta, en las que cuestionamos por qué un escritor de la talla de Recacoechea no fue leído por los jóvenes en las escuelas. Y es que la buena literatura va dejando de a poco este mundo para que en su reemplazo se yergan sin vergüenza pastiches y libros de aeropuerto.
El cronista de la novela negra anduvo solo por caminos que únicamente sus personajes conocían. Esta soledad le sirvió para crear un reflejo oscuro de las ciudades que duermen. En la novela Fin de semana retrata París en los años 60, y en La mala sombra explora el lacerante problema del tráfico de cocaína. Toda una noche la sangre versa sobre el asesinato del sacerdote jesuita Luis Escandell, por lo que quedan pocas dudas de que se basaba en un hecho real: el rapto, la tortura y el cruel asesinato de Luis Espinal. Recacoechea crea y recrea con tal destreza los acontecimientos que hasta Antonio Sivalic, otro de los personajes de la novela, se vuelve real, creíble y hasta diríamos que de carne y hueso para transformase en el protagonista.
Por esas andanzas va contando este quijote de la noche los relatos más disímiles e inverosímiles que guardan las calles de La Paz. En American Visa —una novela que fue traducida al inglés— asistimos a una sucesión de hechos y de conceptos que escudriñan la noche paceña. A Mario, el protagonista, Recacoechea lo encontró fugazmente, real, pálido y tembloroso haciendo fila para sacar una visa en la Embajada de Estados Unidos. No lo volvió a ver excepto en su imaginación pero esa casualidad le sirvió para crear un personaje. A Blanca, la otra protagonista de la novela, la descubrió en un cabaret allá por la zona del Rosario.
Entonces se conjugó la estructura de la novela y la historia fue tomando cuerpo propio. Luego Juan Carlos Valdivia llevó al cine American Visa, y entre la película —que salva el tema central de la novela de la búsqueda de una ilusión— y el libro existen ciertas diferencias, pues director y escritor son artista que llevan a los personajes por diferentes caminos.
El diseño de las palabras no tiene límites, y mucho menos los tiene la creatividad. Recacoechea fue hilvanando una por una las ideas, fue encadenando las historias y el sentido subyacente de los personajes. Altiplano express apareció en 1999 y fue finalista del Premio Nacional de Novela. Aunque no ganase el primer lugar consiguió posicionarse en el gusto de los lectores. Alderete, un personaje detestable e insufrible, acababa de casarse con Gulietta, la hija de un empresario minero. Un tercero, Ricardo, entra en discordia. El amor y el misterio se irán desvelando, mientras un viejo tren desciende desde las montañas hasta la costa de Chile. Este relato fue elogiado por la revista Book Review del periódico The New York Times y por el diario Boston Globe.
La paráfrasis es buena si logra su cometido: identificar perfectamente la historia de una narración. París no era una fiesta consigue cumplir esa función. La Ciudad luz no era en los años 60, en efecto, para los latinoamericanos de escasos recursos. El escritor conmueve, cautiva y cuenta las peripecias de dos bolivianos: uno luchando por sobrevivir y otro tentando de forma maliciosa su suerte.
Las abstracciones y los ensimismamientos suman y siguen en la obra fecunda del autor de novelas negras como Kertin, Abeja reina y, su última narración, La Biblia copta. Juan de Recacoechea ya no está físicamente entre nosotros. Deja a las palabras huérfanas de él y a nosotros huérfanos de su prolífica labor. Aquí acaba la vida de un paceño y comienza la leyenda de un gran escritor.

domingo, febrero 12, 2017

El narrador que compartía historias

Juan de Recacoechea




Por Homero Carvalho - escritor




Desde muy joven me ha interesado la literatura nacional. En colegio leí los libros y los autores que los profesores nos obligaban a hacerlo; años más tarde, al salir bachiller otras lecturas vinieron a mí, ya sea por sugerencia de amigos o porque había leído alguna reseña en la prensa, y ya sin la presión de vencer la materia, volví a releer algunos de ellos.
Lo hice simplemente por el gusto de disfrutar de su lectura; para muestra nombro a La chaskañawi, de Carlos Medinaceli; Sangre de mestizos, de Augusto Céspedes; Cerco de penumbras, de Óscar Cerruto, y Juan de la Rosa, de Nataniel Aguirre y en cada relectura encontraba algo diferente, una epifanía literaria. Nunca me corrí de leer a nuestros autores y les he reprochado a escritores, a académicos, así como a críticos, su desprecio y falta de interés por lo que se escribe en Bolivia. Allá ellos.
En la década de los 80, en la universidad y con ganas de asumir el oficio de escritor, descubrí a varios autores nacionales y, con suerte, conocí personalmente a algunos de ellos. Descubrí a Juan de Recacoechea y también lo conocí sin llegar a sostener una amistad, simplemente estuvimos juntos en algunas reuniones sociales y encuentros literarios. La primera novela que leí de Recacoechea fue Toda una noche la sangre, y supe que estaba ante un gran narrador, un contador de historias, alguien que escribe porque tiene algo que contar y la historia de la novela era, nada más y nada menos, que el asesinato del padre Luis Espinal.
Antes de su desaparición, Espinal ya era un símbolo para mi generación, era un intelectual, videasta, poeta y defensor de los derechos humanos, cuya muerte nos afectó a muchos; así que leer la recreación de su secuestro y posterior asesinato, a manos de los esbirros de los dictadores, significó todo un impacto para mí. Esta obra fue una enseñanza de lo que era la novela psicológica y, también, la revelación de los secretos y misterios de la trama policial. Hasta entonces solamente había leído cuentos y novelas policiales de autores extranjeros, y no sabía que en Bolivia teníamos a un gran escritor de novela negra. Recacoechea era un experto en novela policial, así lo demostró, otra vez en American Visa, que obtuvo el Premio Erich Guttentag, en 1994, y que una década más tarde fue llevada al cine por Juan Carlos Valdivia, con las extraordinarias actuaciones de Kate del Castillo, Demián Bichir, Jorge Ortiz, Raúl Pitín Gómez y otros actores de renombre.
Sin embargo, y pese a su maestría en la resolución de sus argumentos, en la estructura narrativa, en la definición de los personajes, en la descripción de ambientes, en la solvencia de los diálogos y en el cuerpo mismo de sus novelas, Recacoechea fue una especie de escritor de culto en Bolivia, pocos lo leían. Alejado de la farándula literaria y de sus “celebridades”, no era leído por nuestro supuesto “gran público”, ni estudiado por los académicos. Era un observador del ser humano y sus miserias, indagaba (metía la daga de la palabra) hasta extirparles el corazón, permitiendo que el lector se haga cómplice y deduzca lo inevitable. Algunos lo criticaban por tomarse ciertas licencias literarias, introduciendo elementos extraños a espacios como el paceño; algo que es común en muchos novelistas porque el espacio literario es ficción.

Varias de sus novelas fueron traducidas a otros idiomas y tuvieron relativo éxito en el exterior. En una última entrevista informó que una productora argentina se había interesado en su novela La Biblia copta, la había grabado en capítulos y que se estrenaría en toda América Latina a mediados de 2017; algo que muchos novelistas queremos de nuestras obras. Estoy seguro de que, como sucede con los grandes escritores, pasarán algunos años y sus obras serán rescatadas del olvido, nuevamente leídas y reivindicadas como debe ser.
A propósito del marginamiento nacional, copio un fragmento de un comentario que el escritor Daniel Averanga escribió en su muro de Facebook, al día siguiente de la muerte de Recacoechea: “Uno extraña a la literatura de verdad, esa que quería ir más allá de las apariencias del autor, siendo reemplazada estos últimos años por un ‘intento de narrativa’, que no son más que pastiches del Carver ebrio, del Bolaño de Putas asesinas o del guion de La Fiaca; uno extraña encontrar una historia y nada más que una historia, y el que aún exista alguien en Bolivia que la construya y la comparta es un logro tremendo. Por ello me dolió que Juan de Recacoechea no fuera leído en los colegios, en los círculos de intelectuales que dicen hacer poesía ‘sacrificando sus felicidades’, o al menos ver una reseña de sus libros en YouTube. Es un autor que, al igual que Lucio V. López en Argentina, o Giovanni Guareschi en Italia, muy pocos revisitan; y precisamente la similitud entre los nombrados y Juan, está en la intención de su oficio de escritura: compartir historias, personajes, situaciones, vidas y también muertes”. En una época en la que algunos escritores escriben sin tener una verdadera historia que contar, sin duda alguna que vamos a extrañarlo.

sábado, febrero 11, 2017

LA CRUEL MARTINA : NOUVELLE DE AUGUSTO GUZMAN MARTINEZ


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Se trata de una muchacha que vive en el área rural del departamento de Cochabamba, Bolivia, siendo educada de forma rigurosa por su familia se dedicó a las tareas de su hogar, hasta que llegan al pueblo personas de la ciudad y al ver a la niña que era realmente preciosa la violan, de ahí en adelante el deseo de venganza, problemas de la época al tener un hijo bastardo eran temas conocidos por todos, la novela corta finaliza cuando la mujer, Martina les da de comer a sus violadores un riquísimo chicharrón, (plato típico de la región de Cochabamba) y ellos halagan el servicio, pero la mujer les anuncia que se han comido al hijo fruto del incesto.

viernes, febrero 10, 2017

EL TERCER ASESINO : NOVELA PÓSTUMA DE RENATO PRADA OROPEZA















































El joven y talentoso Consejero Presidencial, el “Dumbito”, aparece asesinado en su pent-house secreto. La primera dama de la nación ordena que se determine la causa como un impredecible paro cardiaco. El abuelo, el “Nuevo Hernán Cortés”, un poderoso empresario español, sospecha de un crimen político y ordena al “Pedorro”, el Secretario de Gobernación, que encuentre al asesino para ocuparse personalmente de los culpables. Éste, junto con su sub-secretario, el “Manitas”, buscan la ayuda del “Lechuza Cantor”, su exprofesor de filosofía, quien a base de elucubraciones y deducciones, los guía a descubrir a cada uno de los responsables, y hasta al asesino que nadie sospecha.

jueves, febrero 09, 2017

HOTEL TAJ MAHAL : NOVELA PÓSTUMA DE RENATO PRADO OROPEZA


















































Relatado por un "yo" explícito, un profesor boliviano llega a la Ciudad de México para participar en un congreso. Los pasajeros ya se enteraron en el vuelo de que un temblor de gran intensidad conmovió a la inmensa urbe. En el aeropuerto -sumido en total caos- el narrador es auxiliado por un anciano chofer del Hotel Taj Mahal. En este edificio de suma belleza e inexplicablemente no dañado en absoluto por la hecatombe, se enfrentará situaciones insólitas: su vecina de habitación, Laura, hace intentos desesperados por iniciar un nuevo contacto con él, todos ellos siempre infructuosos. Obstáculos anodinos interfieren siempre el encuentro anhelado por Laura, y propiciado, además por el dueño del hotel, el humanitario "don Porfirio"; pero, ¿esto es así en realidad?.

miércoles, febrero 08, 2017

La boliviana Paura Rodríguez es finalista de un certamen internacional de poesía




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"Pequeñas mudanzas" de la poetisa paceña Paura Rodríguez Leytón fue recientemente elegida como una de las 20 obras finalistas de la IV edición del Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador” que se otorga en Salamanca, España. 
Según reporta el portal “Crear en Salamanca”, se trata de un concurso organizado por la Asociación Mujeres en Igualdad, la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca (Selih) y la Diputación de Salamanca. La obra ganadora del certamen literario será anunciada en a finales de marzo.

Se recibieron un total de 520 trabajos inéditos de autores procedentes de distintos países de la región, además de Israel, Estados Unidos, Francia, Austria. Suecia, Canadá, Italia, Alemania, Bulgaria y Australia. Tras desarrollar un minucioso trabajo de selección, el Comité Lectura del galardón conformó la lista de las 20 mejores obras, en las que se encuentra el de la boliviana Rodríguez.

El Jurado, según el portal, estará integrado por António Salvado, poeta y Premio al Mérito Cultural del gobierno portugués; Carmen Ruiz Barrionuevo, catedrática de Literatura Hispanoamericana  de la Universidad de Salamanca; Jesús Fonseca, poeta y delegado de La Razón en Castilla y León; Alfredo Pérez Alencart, poeta, profesor de la Usal y presidente de la SELIH, entre otros.

El ganador o ganadora accederá a una serie de reconocimientos como la publicación de su obra, a realizarse por Ediciones de la Diputación de Salamanca, además de recibir una Placa Acreditativa. También un cuadro titulado “El querido Quijote de Cervantes IV”, realizado especialmente por el destacado pintor Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca, entre otros.

Uno de los poemas del libro ganador podrá ser traducido en 15 idiomas, entre ellos: Alemán, inglés, árabe, hindú, chino, francés, ruso, italiano, japonés, croata, rumano, indonesio y otros.

Las 20 obras seleccionadas

•Pequeñas mudanzas (Paura Rodríguez Leytón, Bolivia)

•Agua circular (Luz Andrea Castillo, Colombia)

•Revoluciones cubanas en Marte seguido de Guía de resurrección  (Ernesto Carrión, Ecuador)

•Túnel de lavado (Angélica Morales, España)

•Teoría de la sombra (Ignacio Ruiz-Pérez, México)

•Madre lluvia (José Antonio Santano, España)

•La nostalgia me hace el amor como un perro (Jonatán Reyes, Puerto Rico)

•Pesca de iluminaciones (Javier Alvarado, Panamá)

•El libro de las plegarias (Enrique Solinas, Argentina)

•En busca de la gracia (Elena Marqués, España)

•Cuaderno de Manchester (Antonia Huerta Sánchez, España)

•Contracorriente (Lilliam Moro, Cuba)

•Causas naturales (Alfredo Herrera Flores, Perú)

•Poemas para un laberinto (Hugo Francisco Rivella, Argentina)

•Porque toda sombra será barranco (Gerardo Rodríguez, México)

•Derrape (Ivana Pedreros, Chile)

•Salas Bajas (Hugo Milhanas Machado, Portugal)

•Donde tuve tus labios (Stefania Di Leo, Italia)

•Nunca tocar arena virgen (Violeta Boncheva, Bulgaria)

lunes, febrero 06, 2017

Edmundo Paz Soldán: “La religión es una forma aceptada de eludir la razón”





Por Adhemar Manjón




Edmundo Paz Soldán tiene una nueva novela para este año, Los días de la peste, que saldrá además con su nueva editorial, Malpaso, de España. Esta noche, en el snack Tía Ñola, hablará de cómo fue el origen y desarrollo de este libro, que transcurre en una cárcel y donde la religión tiene un papel fundamental. Lo acompañará en este diálogo el escritor cruceño Maximiliano Barrientos.

_ Los días de la peste transcurre en una cárcel. ¿Cuál es el origen de esta novela? ¿Algún caso en particular?
Quería escribir una novela de ciencia ficción ambientada en una cárcel, una precuela de Iris. Leí Marching Powder, una crónica de un prisionero inglés que estuvo varios años en la cárcel de San Pedro, y me encantó la atmósfera y decidí que mi cárcel, La Casona, estaría basada en la de San Pedro, y que sería más bien una novela realista. Fue la primera vez que el lugar se impuso sobre la historia.

_ Se menciona que la religión tendrá un papel importante en la novela. Los delirios místicos y religiosos están muy presentes en tus últimas obras ¿Qué es lo que te interesa de este aspecto? 
Me interesa conectarme con lo visceral de un personaje, lo que pasa por sus emociones más que por su razón. La religión es una forma aceptada de eludir la razón. Pero incluso ahí se la intenta codificar, y por eso me interesan las religiones populares, los delirios místicos, todo aquello que desafía a lo oficial. Por otro lado, es otra manera de seguir hablando de política y violencia. No se puede entender lo que ocurre hoy en el mundo sin intentar entender por qué hay tanta gente dispuesta a morir por defender una fe, unas creencias.  

_ Tu último trabajo publicado ambientado en Bolivia fue Palacio quemado (2006), después vinieron cuatro que se alejaban de este país: Los vivos y los muertos (2009) y Norte (2011) transcurren en Estados Unidos; e Iris (2013) y Las visiones (2016), incluso en otro planeta. ¿Qué te hizo retornar a Bolivia para contar algo?
Bueno, en ningún momento se menciona Bolivia en la novela, pero los contornos supongo que son reconocibles. Volví por la atmósfera: había escrito escenas desarrolladas en una cárcel gringa en Norte, y cuando quise volver a hacerlo ahora descubrí que no me llamaban la atención. Necesitaba algo más original, y una cárcel como la de San Pedro me dio ese impulso.
_ ¿Considerás que te es más fácil encontrar una historia hoy, que cuando estabas iniciando tu carrera de escritor?
Para nada. Son épocas. Cuando estaba escribiendo Las visiones me venían muy seguido ideas para cuentos, pero terminé el libro hace dos años y desde entonces que no se me ocurre nada y no he podido volver a escribir cuentos. Lo bueno es que cuando tengo una idea para una novela sé que me va a durar un buen tiempo.

_ ¿Qué proyecto importante tenés para este año, aparte de la publicación de tu nueva novela?
Estoy de coordinador de la Central de Escritura, un proyecto para dar talleres online que se inició en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y planea extenderse por todo el continente. Es una escuela con gran vocación internacional y con un excelente nivel de profesores. Habrá pronto talleres sobre literatura en Twitter, a cargo del mexicano Mauricio Montiel, y sobre escritura autobiográfica, a cargo del peruano Juan Manuel Robles. Entre los que dictarán talleres se encuentran Rodrigo Hasbún y Liliana Colanzi

domingo, febrero 05, 2017

La guerra del papel : Novela de Oswaldo Calatayud

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K, en los años 2033-35, en una ciudad y país inventados para la trama, es un enfermo terminal que mientras va perdiendo poco a poco sus capacidades escribe frenéticamente a Abril, una mujer que apenas conoce y que hace mucho dejó de responderle.

K es un exatleta de élite (y ella también) que vive como conejillo de indias de una corporación médica y laboratorio de medicinas, junto a sus dos hijas adoptadas y con la constante visita de un nuncio que escribe sus cartas a dictado, las lleva a destino, y se hace finalmente cómplice y albacea inseparable. Una novela futurista, que no es de ciencia ficción específicamente.

sábado, febrero 04, 2017

La novela juvenil premiada aborda la trata de personas

La novela juvenil premiada aborda la trata de personas




Gonzalo Díaz Díaz de Oropeza  / La Paz



El ganador del premio Nacional de Novela Juvenil Marcelo Martínez Meneses se inspiró en una problemática actual para escribir su obra ganadora  Off line rastros de ausencia. 

La novela trata de una pareja de adolescentes que desaparece. "La gente piensa que se fugaron, que se escaparon por amor, pero en realidad es un secuestro. Tiene que ver con la trata y tráfico de personas; es un poco fuerte”, explicó.

Por distintos trabajos e investigaciones que realizó, el ganador conoce acerca de temas relacionados con jóvenes. "Fue relativamente sencillo escribir una novela juvenil”, afirmó. 

Sin embargo, el autor no está de acuerdo en que la literatura se clasifique según la edad de los lectores. "Esto de la literatura infantil y juvenil ha surgido en las últimas décadas más o menos por el trabajo de las editoriales. Para abrirse cancha en mercados han empezado a clasificar”, afirmó.

El escritor admite  que hay literatura que no es apropiada para niños o jóvenes, pero cree que la literatura no tiene edad. "Yo de niño leía cuentos muy fuertes de Horacio Quiroga que son muy crudos”, recordó. 

"A veces hay tendencias que tratan de falsear la literatura infantil y juvenil, tratan de volverlas didácticas para que den moraleja. No me gusta mucho eso, la literatura no te tiene que dar consejos de vida, no es autoayuda”.
Por ello, él piensa que es paradójico ganar en una categoría juvenil. "Es paradójico porque justamente yo he pensado de esa manera, a la manera editorial”, afirmó. 

Para el autor, el premio es un gran incentivo. "Me alegra mucho que mi obra se vaya a publicar y difundir. No tenía mucha esperanza. Para mí es un incentivo. Siempre lo económico es lo principal”, añadió.

Martínez considera que la tecnología puede ser un aliado de los escritores. "Ahora que hay ebooks se puede vender tu obra por diferentes medios en internet”, indicó. "Casi toda la gente tiene smartphones en los que pueden llevar 1.000 libros de literatura”.

Además, cree que en nuestra época se lee y escribe bastante. "Los adolescentes escriben harto, pero la cosa es qué escriben, qué leen”, indicó al recordar el caso de una profesora que pidió a sus alumnos que juntasen lo que escriben en las redes sociales y el resultado fue   de decenas de páginas por persona. Si se considera ese volumen de escritura y se lo vuelca a la literatura se produciría bastante, afirmó.

HOJA DE VIDA
  • Origen  Nació en La Paz.
  • Estudios  Acabó el bachillerato en el colegio 31 de octubre de Potosí.  Egresó de la Carrera de Literatura (UMSA).
  • Experiencia  Fue profesor y trabajó en publicidad. Escribió el guión Un hombre a la justicia.se inspiró en una problemática actual para escribir su obra ganadora  Off line rastros de ausencia. 

La novela trata de una pareja de adolescentes que desaparece. "La gente piensa que se fugaron, que se escaparon por amor, pero en realidad es un secuestro. Tiene que ver con la trata y tráfico de personas; es un poco fuerte”, explicó.

Por distintos trabajos e investigaciones que realizó, el ganador conoce acerca de temas relacionados con jóvenes. "Fue relativamente sencillo escribir una novela juvenil”, afirmó. 

Sin embargo, el autor no está de acuerdo en que la literatura se clasifique según la edad de los lectores. "Esto de la literatura infantil y juvenil ha surgido en las últimas décadas más o menos por el trabajo de las editoriales. Para abrirse cancha en mercados han empezado a clasificar”, afirmó.

El escritor admite  que hay literatura que no es apropiada para niños o jóvenes, pero cree que la literatura no tiene edad. "Yo de niño leía cuentos muy fuertes de Horacio Quiroga que son muy crudos”, recordó. 

"A veces hay tendencias que tratan de falsear la literatura infantil y juvenil, tratan de volverlas didácticas para que den moraleja. No me gusta mucho eso, la literatura no te tiene que dar consejos de vida, no es autoayuda”.
Por ello, él piensa que es paradójico ganar en una categoría juvenil. "Es paradójico porque justamente yo he pensado de esa manera, a la manera editorial”, afirmó. 

Para el autor, el premio es un gran incentivo. "Me alegra mucho que mi obra se vaya a publicar y difundir. No tenía mucha esperanza. Para mí es un incentivo. Siempre lo económico es lo principal”, añadió.

Martínez considera que la tecnología puede ser un aliado de los escritores. "Ahora que hay ebooks se puede vender tu obra por diferentes medios en internet”, indicó. "Casi toda la gente tiene smartphones en los que pueden llevar 1.000 libros de literatura”.

Además, cree que en nuestra época se lee y escribe bastante. "Los adolescentes escriben harto, pero la cosa es qué escriben, qué leen”, indicó al recordar el caso de una profesora que pidió a sus alumnos que juntasen lo que escriben en las redes sociales y el resultado fue   de decenas de páginas por persona. Si se considera ese volumen de escritura y se lo vuelca a la literatura se produciría bastante, afirmó.

HOJA DE VIDA
  • Origen  Nació en La Paz.
  • Estudios  Acabó el bachillerato en el colegio 31 de octubre de Potosí.  Egresó de la Carrera de Literatura (UMSA).
  • Experiencia  Fue profesor y trabajó en publicidad. Escribió el guión Un hombre a la justicia.

viernes, febrero 03, 2017

El 2017 pinta bien para las letras


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Fuente de la noticia : Periodico El Dia/ Santa Cruz de la Sierra,Bolivia,2017


Estos escritores están compuestos de diferentes fenómenos como la felicidad, talento, energía, persistencia, salud, percepción y de otras cosas que solo ellos sienten y, a veces, en sus obras describen. Si bien lo anterior son palabras del novelista francés, Honoré de Balzac coincide puntualmente con los personajes citados para esta nota.

Creatividad combinada con inteligencia.

 Destacados por su gran intensidad y una singular destreza para contar historias, la escritura para ellos es su forma que tienen de respirar y de ser. Continuamente son seducidos por libros, ya sea como autores o como acérrimos lectores. Hoy Liliana Colanzi, Edmundo Paz Soldán, Homero Carvalho, Gigia Talarico,  Claudia Vaca, Óscar Gutiérrez, Rodrigo Urquiola, Magela Baudoin y Gabriel Chávez Casazola cuentan sus proyectos literarios para este año, que se pinta con un buen panorama para los autores bolivianos.

Liliana Colanzi

“Estoy en un libro pero todavía es muy embrionario”
El año pasado publicó su libro "Nuestro mundo muerto", el que le tomó seis años para ser concluido.  Ahora se encuentra en pleno proceso de su próxima obra literaria, que con "suerte estará listo en dos años más porque aún es un proyecto embrionario", chisteó. "No quiero decir mucho porque tengo mis supersticiones de no hablar debido a que pueden cambiar las cosas", añadió. La autora de "Vacaciones permanentes", obra que ganó el Premio  Internacional de Literatura Aura Estrada 2015 se encuentra por estos días en el país.

Edmundo Paz Soldán

“Escribiré una novela corta ambientada en la selva”

Recientemente ha terminado su novela "Los días de la peste", una obra ambientada en una cárcel y editada por la editorial española Mal Paso. Si bien se publicará este año, aún no tiene la fecha. Entre sus pensamientos a corto plazo está escribir una  novela corta ambientada en la selva. "Pero me falta más detalles para este proyecto", manifiesta el escritor, que se tomó un semestre sabático y que estará hasta marzo en el país.  En el tiempo que se quede en territorio nacional aprovechará para viajar. El novelista también puntualizó que cambiará de editorial y trabajará con Mal Paso, que obtuvo el derecho de sus otras novelas. "Así que las que ya no están en el mercado, serán nuevamente relanzadas. Espero que haya algún acuerdo con Nuevo Milenio para que editen mi trabajo en el país", apuntó.

Magela Baudoin

“Estoy trabajando en cuentos y tengo también una novela”

El primer trabajo que destaca la autora es su proyecto editorial "Mantis" que realiza con Giovanna Rivero bajo el sello de la editorial Plural. "Vamos a presentar una colección de narrativa en la que se publicará a Piedad Bonnett con su obra "Lo que no tiene nombre" y a Fernanda Trías con sus cuentos "No soñarás flores", detalló. Baudoin adelantó que se publicará en Chile, España y Estados Unidos "La composición de la sal" obra ganadora del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez.  "Estoy trabajando en cuentos y tengo una novela, pero soy muy lenta y no sé todavía para cuándo se publique", comentó.


Claudia Vaca

“Estoy haciendo un experimento entre novela y poesía”
Lo primero que se le viene a la mente a la joven escritora es su poemario que tiene en proceso de edición hace tres años. "Es literatura experimental entre novela y poesía", enfatizó. En esta obra juega con el tema de generar nuevos significados en las palabras y la presentará para la Feria del Libro. "También quiero seguir aportando desde mi rol de ciudadana creativa al desarrollo cultural", agregó. En 2008 publicó su libro "Versos de Agua" y fue parte de la antología "Breve poesía desde Santa Cruz". Su obra "Cómo vuelan las mariposas" fue elegida por la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil entre las mejores del
2013 y 2014. 


Gigia Talarico 

“pienso cerrar un poemario Y estoy con algunas ideas para un libro que voy a retomar”

Siguiendo sus reglas  de  ejercicio de introspección, la escritora aclara que no le gusta mucho comentar sobre sus planes. Sin embargo, hace una excepción y comenta que lo primero en su lista es viajar, porque ello tiene un compuesto mágico que alimenta su creación. "No importa dónde, puede ser Samaipata como Mongolia, igual da resultados", asegura. Añade que también se encuentra a punto de concluir un poemario en el que está trabajando. "Aparte estoy con algunas ideas para un libro que voy a retomar", recuerda. Fundamentalmente, esos son sus proyectos más importantes, además de  otros relacionados con el trabajo creativo de sus estudiantes "que no dejan de maravillarme  y sorprenderme", manifestó.

Gabriel Chávez

“Mi año comienza con nuevos proyectos literarios”

Para el poeta este año arranca con varios proyectos. Acaba de entregar a una editorial en Chile su poemario "Multiplicación del sol". También está prevista la publicación de una antología en Costa Rica y otra en México. Y a la vez  trabaja en el Encuentro de Poesía en la Ciudad de los Anillos.

Rodrigo Urquiola

“Corrijo una novela sobre cazadores y cazados”

El escritor paceño corregirá una novela que tiene en la gaveta y leerá lo que se venga. De la novela no quiere hablar mucho, quizás por cábala. El título no está definido todavía, pero adelanta que se tratará sobre cazadores y cazados a partir de distintas perspectivas.

Óscar 'Puki' Gutiérrez

“Potenciar la presencia de la poesía boliviana”

El poeta lo tiene claro, él quiere potenciar la presencia de la poesía en la ciudad de los anillos para que sea consumida por los cruceños. Para ello trabajará el ciclo de lectura en La Callejas que este año cumple cuatro años. También quiere llevar de "viaje" la poesía que se escribe en Santa Cruz. En esta línea ya tiene una invitación para este año a México y Chile a las cuales no duda que asistirá. También tiene pensado publicar una antología con presencia local, nacional e internacional. "Quiero que sea un libro muy incluyente y titulará La poesía es una casa sin paredes", adelantó. Otra actividad  que realizará es llevar poesía a hogares de niñas huérfanas. "Queremos crear talleres para que ellas se beneficien", indicó.

Homero Carvalho

“Estoy trabajando en un poemario titulado: ¿De qué día es esta noche?” 

En febrero se publicará una antología de cuentos de Bolivia que trabajó con Adolfo Cáceres Romero en la que están más de 50 autores. Será publicada por la editorial 3600. Así también, "la revista Plesiosaurio del Perú publicará micro ficciones mías en su número 9 del próximo mes", subrayo el autor, que viajará en junio a New York a un encuentro de poesía. Actualmente está trabajando en un poemario titulado: ¿De qué día es esta noche? que habla de los pueblos indígenas que están desapareciendo. Será una edición bilingüe. También está coordinando un encuentro de narradores en Santa Cruz.

jueves, febrero 02, 2017

Magela Baudoin: “Borges es un tótem, una cima, una luz”


Resultado de imagen de Magela Baudoin:



Por Matías Méndez

La literatura boliviana muestra una enorme vitalidad y entregó, en los últimos años, autores con una voz singular como Edmundo Paz Soldán o Maximiliano Barrientos. Con otro registro, pero también con una modulación propia, Magela Baudoin hace su presentación en la Argentina con un volumen de cuentos que le permitió ganar el Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez en 2015. La composición de la sal es el nombre de la obra que Libros del Zorzal distribuye estos días en las librerías.


Baudoin viajó a Buenos Aires para presentar su libro y se hizo un tiempo en la agenda para visitar la redacción de Infobae. En esta entrevista habla sobre la actualidad de la literatura latinoamericana, las características propias de la de su país, la vitalidad del cuento y sobre cómo la influyó Jorge Luis Borges en su escritura.


La composición de la sal reúne catorce relatos que, como dice la autora, están unidos por la tensión entre la normalidad y lo que está a punto de romperse. Se trata de relatos construidos en diferentes geografías, con voces diversas y con decisiones formales que muestran la versatilidad de una autora para correr riesgos y siempre salir indemne. Cuentos que revelan los puntos más altos en el que le da título al libro ("Llorar era como sembrar algas en un mar de sal helado que terminaría ahogándolos, uno a uno, y él no podía permitirlo") y en los dos que lo anteceden: "Algo para cenar" y "La noche del estreno", una historia ambientada en el teatro Colón y sus alrededores que la escritora boliviana comenta en esta charla.


–¿Hace falta un mayor diálogo en la escritura latinoamericana? Los autores de cada país parecen islas, ¿está de acuerdo?
–Totalmente. Y en el caso de la literatura boliviana es más problemático aún. No es algo reciente, y tiene que ver con nuestra mediterraneidad, con nuestra insularidad, que es real y también subjetiva, creada. Se conoce muy poco de lo que se produce en Bolivia. Tenemos autores fundamentales, como Jaime Freire, que es uno de los padres del modernismo junto con Rubén Darío, y no se lo reconoce, no se lo lee y no se lo ubica en el mapa. Sin embargo, creo que esto está comenzando a quebrarse un poco, probablemente gracias a la globalización y a una ductilidad mayor, como puede ser el cuento, que puede ser bajado de Internet y hacer que nuestra literatura se visualice al menos por ahí.


–¿Siente que el Premio Hispanoamericano de Cuento que ganó es también un reconocimiento al momento de la literatura boliviana?
–Tiene que ver con la cosecha del trabajo de mucha gente que empieza a mirarse y también a la singularidad de la producción boliviana. Esta misma insularidad o sincronía nos vuelve una literatura un poco distinta, porque no está mirando lo mismo que se mira en otras partes. Es una voz muy singular, muy polifónica y muy potente.


–La palabra que usó, "polifónica", no es al azar, porque es una de las cualidades de sus cuentos, el hilo que une a todos los relatos. ¿El libro está unido por la diversidad polifónica?
–Sí y no, pienso que aparentemente hay situaciones y personajes disímiles, pero hay un vector conductor que es esta tensión entre lo que parece que funciona en la normalidad, en la aparente e inmaculada normalidad y lo que está a punto de caerse. Eso es común a todo el libro y esta situación de ambivalencia teje la fuerza de cada una de las historias.


–Para usar un lugar común: la tensa calma.
–Sin duda, o el vaivén que construye siempre desde la inseguridad, desde la duda razonable, como diría Hebe Uhart. Desde este lugar que no puede ser definido tan esquemáticamente y, por supuesto, anida el conflicto de eso que no puede definirse.


–El cuento parece estar atravesando un gran momento. ¿Cómo analiza la vitalidad del género?
–Es lindo lo que preguntás, porque si bien la industria editorial va hacia géneros más vendedores, como la novela, Latinoamérica tuvo históricamente en el cuento un género mayor y que, además, extrapoló la verdadera maestría. Creo que es uno de nuestros fuertes narrativos. Así como la tradición rusa tiene en el cuento un despliegue enorme, Latinoamérica lo tiene. Y este momento es una muestra de ese desarrollo. Además, el cuento es un género muy plástico, que conversa bien con la globalización, con la rapidez de Internet y con la rapidez de lectura de hoy. Eso hace que se potencie muchísimo y que se intercambie muchísimo lo que se está produciendo en un país y en otro, en este espacio de la virtualidad. Me parece que es el género más vivo y con más potencial, en ese sentido. El que mejor navega esta manera de leer y de consumir de hoy.


–¿Y qué le exige el cuento al escritor?
–Es de los más exigentes, más clásicos; le exige una concreción enorme, una planificación enorme de tendido de trampas finas muy sutiles. Es un género mucho más exigente que la novela, que te permite jugar con la intuición. El cuento, no. Para un lector que quiere rapidez y que está acostumbrado a leer cada vez más pronto, el escritor está muy exigido.


–¿Es una autora que prefiere el final de sus cuentos más en manos del lector que del escritor?
–Totalmente, tengo muchísima fe en el lector y quiero siempre incomodarlo y desarmar su sistema inmunológico y hacer que trabaje conmigo. Muy pocas veces trabajo un final cerrado.


–Hablamos del cuento y estamos viviendo el año en el que se conmemoran tres décadas de la muerte de Borges. ¿Cuánto la influyó?
–Muchísimo. Es así como tótem, una cima, una luz. Su poesía es algo desbordante a la cual recurro muchísimo, porque la poesía le da mucha profundidad a la narrativa, no solamente en el manejo del lenguaje, en el cual Borges es inigualable, sino en la felicidad de imágenes increíbles. Esta manera de mirar en sesgo, colateral, es algo que siempre es sorprendente y se puede aprender en Borges, fuera de todo lo que podemos mirar a nivel cuentístico, de sus reflexiones sobre el tiempo o esa capacidad enorme de preguntar y argumentar en el ensayo. Sobre todo, el Borges poeta es el que más tiene que ver con lo que hago.


–"La noche del estreno" es un cuento muy porteño. ¿Qué relación tiene con Buenos Aires?
–Es un cuento que nace de una imagen que me refirió un amigo alrededor de un teatro con un hombre que se ponía una gabardina larga y entraba a todas las funciones casi robando la entrada, como que iba tarde y se colaba. Luego, esa imagen se transformó en una estancia que tuve, creativa, literaria, y se transformó más cuando conocí a un iluminador de teatro, y me pareció muy poético y muy lindo su trabajo. Esas conexiones que hago son la forma cómo funciona la escritura, desde la contaminación creativa. Estas imágenes generaron esta historia que, efectivamente, es muy porteña, pero también es muy universal en el sentido del desencuentro, de eso que está a punto de consumarse y por una razón casi ridícula no se da.


–Otra característica de sus cuentos es la universalidad con un cierto color local que nunca es el mismo. Por otra parte, elige cerrar el libro con un relato diferente a todos desde lo formal, porque es un diálogo. ¿Por qué?
–Es un cuento lindísimo en relación con la imagen poética que encarna, que ocurre en la devastación material, en la orfandad total, y sin embargo se sostiene en el afecto más puro que puede existir entre un abuelo y un nieto, en un hilo de plata que lo sostiene al niño frente a la carencia de todo. Esta idea de la devastación conectada solamente a partir de ese efecto invencible, me parecía lindísima de tratar. Es un cuento que escribí para mi padre y mi hijo, que tienen una conexión invencible desde el día que se conocieron.


–Los lazos familiares es otro de los temas que cruzan los relatos. ¿Le interesa escribir desde ahí?
–Es verdad. A mí me gustan los espacios chicos para narrar, me parece que son terriblemente combustibles. El roce humano genera fricción y genera conflicto, y más si hay algo que se juega en el afecto y es algo que me gusta explorar desde allí. Desde un contacto inesperado puede surgir una gran conmoción y como eso se da en los lugares más inesperados, me parece un material narrativo de una riqueza extraordinaria.








      miércoles, febrero 01, 2017

      Carrera de Literatura Reloaded (versión extendida)



      Carrera de Literatura Reloaded (versión extendida)


      Por Mauricio Rodríguez Medrano


      Capítulo anterior (léase Carrera de Literatura: generación del fracaso), se formuló una pregunta malintencionada: "¿Para qué sirve estudiar Literatura en la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés?” Hubo respuestas varias y desgarros de vestiduras y amenazas de muerte e insultos varios (el artículo se propagó más rápido que el Ébola). Siéntese, póngase cómodo y lea a continuación.
      Pregunta malintencionada 1.1: "¿Cuánto se invierte en un estudiante de Literatura?”
      Dato 1: aún se afirma que existen estudiantes limbo: cursantes que arrastran materias más de siete años (promedio). Análisis: estamos hablando de 27.000 bolivianos que se invierte en un estudiante al año (en el mejor de los casos, datos del INE). ¿El dinero proviene de un lugar feliz lleno de hadas que exhalan purpurina? Respuesta: un obrero no exhala purpurina y aporta de forma indirecta a la UMSA.
      Respuesta de Ariadne V., estudiante de Literatura: "Muchos (…) no tienen idea de lo que hago en la carrera. Algunos creen que me formo para profesora, otros para escritora y unos cuantos para ser actriz. (…) Ninguno de ellos tiene por qué saber de lo que trata mi carrera...”
      Argumento 1.1: de ser una universidad privada, Ariadne tendría razón (o de ser alguna sociedad secreta como los rosacruces o francmasones. ¿Aún existen francmasones?). Detalle que se olvidó: la UMSA es una institución fiscal. ¿No tenemos derecho de saber qué forma la Carrera de Literatura?
      Pregunta malintencionada 2.1 (que en realidad es la 1 del anterior artículo y no llega a ser la 2.1 aunque preferiría que sea la 1.1.1): "¿Para qué sirve estudiar Literatura en la UMSA?”
      Respuesta de Nilo D., estudiante de Literatura: "Los trabajos literarios ayudan a pensar en forma contrafáctica [¿?], y ese es un aporte ético importante”.
      Trivia 1.1: nómbrese un trabajo literario de estos últimos años que cambiara el panorama de la literatura boliviana. Este trabajo debe haber sido realizado por un recién egresado o licenciado de la carrera. Remarcar la palabra recién.
      Posibles respuestas (a modo de preguntas): "¿Literatura oral de Suruki recopilada en Suriki?”, "¿Investigación sobre literatura y democracia en el periodo 1983-2009? (datos y más datos y más datos)”, "¿Coloquio internacional Roland Barthes? (de Francia con amor)”.
      Respuesta de W. G., exestudiante de Literatura: "Hay que aclarar que Mauricio tampoco se actualizó sobre el tema, el pénsum de la carrera ha cambiado y el año 2016 se pondrá en marcha. Muchas cosas han cambiado en la estructura y se priorizará el trabajo de investigación. (Inclusive hay un nuevo formato de tesis). Espero que eso ayude a bajar el número de desertores, entre los que me incluyo, claro”.
      Argumento 2.6.7.8. (¿?): una diversidad de carreras forma investigadores. Una diversidad de carreras prioriza el trabajo de investigación.
      Un poco de seriedad (en realidad no): Hágase una encuesta de los actuales egresados o exestudiantes o licenciados de Literatura. ¿En qué trabajan? Doy algunas respuestas: periódicos (¿acaso Comunicación Social no forma periodistas?), colegios (¿acaso la Normal no forma profesores?), corrección de textos (¿acaso se estudia más de cinco años, con dinero del Estado, para detectar errores gramaticales?).
      Está claro que Literatura es un buen negocio: docentes que siempre son los primeros en postular y ganar una beca. Otra vez: todo pagado. Regresan a Bolivia, muchos no. ¿Cuánto aportan con el conocimiento obtenido?
      Sigue la pregunta: "¿Para qué sirve estudiar Literatura en la UMSA?” ¿Continuará?
       (*) Es escritor y profesor de Literatura.
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