lunes, febrero 27, 2006

American Visa: el cómic

Susana Villegas (ex responsable del suplemento de Presencia) y David Criado han adaptado con trazo realista la película basada en la novela policiaca que escribio el escritor paceño Juan de Recacoechea.
Susana Villegas Arroyo es una dibujante boliviana nacida en La Paz que inicio su recorrido por el mundo del comic boliviano en el suplemento bang publicado en el periodico Presencia.
Al principio se podria apreciar que tiene influencias del estilo de dibujo japones conocido como manga. Susana ha evolucionado graficamente y nos ofrece un estilo de dibujo sugerente. Susana se encargaba del dibujo en el principio y su hermana se encargaba del guión , como se sabe un comic necesita de una historia para comenzar a nacer.
Con la presentación del comic de la pelicula dirigida por Juan Carlos Valdivia el
jueves del diciembre 8 de 2005, se inicia una nueva historia dentro de la historieta boliviana.
Susana es realmente una gran dibujante y nosotros sus lectores tenemos la suerte que hubiera nacido en Bolivia.

Los comics de Aldo Cabrera Rodriguez

Lei un episodio de un trabajo grafico de este dibujante boliviano en las paginas de un suplemento exclusivamente dedicado a los crucigramas, el personaje central de la historia era una mujer simplemente conocida como "Rosa de negro", y su mision era matar werewolfs para vengar la muerte de su familia.
Desde entonces segui con puntualidad cada nueva serie que aparecia en ese suplemento del desaparecido periodico boliviano Presencia.
Fue asi como empeze a disfrutar de las aventuras de un guerrero llamado Legionario, despues conoci a un supergrupo llamado Los vigilantes, a un guerrero que deambulaba por una tierra futura conocido como K-libre, despues conoci en la web un personaje enmascarado llamado "Pabellón" .
La calidad de los dibujos era digna de ser aplaudida y de ser comparada con dibujantes como Brian Bolland, Simon Bisley, Keith Giffen, Dan Jurgens y David Lloyd.
El autor de estas creaciones se llama Abel Cabrera Rodriguez y es a mi juicio uno de los mejores dibujantes que tiene Sudamerica.

lunes, febrero 13, 2006

Un flashback de un logro para las letras cruceñas

En las siguientes lineas extraidas de una entrevista de el escritor novel Maximiliano Barrientos para el suplemento cultural de un periodico de Santa Cruz de la sierra, conoceremos un poco de la producción literaria de Giovanna Rivero Santa Cruz. Una autora que sorprende mucho con sus cuentos y novelas.



Hacía sólo unos minutos había estado lloviendo. El Margarita estaba vacío, sólo cuatro amigas norteamericanas se encontraban en una de las mesas del centro. Comían pizzas y hablaban en inglés. Se podría pensar que era una escena clásica de un cuadro de Edward Hopper, una versión cruceña del Nighthawks .Giovanna Rivero fue puntual. La euforia por la noticia de que había ganado el Franz Tamayo (el principal galardón de relatos y el segundo premio más importante de literatura después del Nacional de Novela) se había atenuado o ya no la sorprendía tanto como al principio, como ese domingo en que ‘extraoficialmente’ se enteró de que era la ganadora de $us 2.000 por un cuento que titula Dueños de la arena, un relato que la autora confiesa que escribió exclusivamente para el concurso y que no tenía intenciones de incluirlo en ninguno de sus futuros libros de relatos. Rivero bebe un trago de cerveza y después de hablar de las circunstancias en las que se enteró de la noticia, hace una pausa y confiesa que el principal motivo por el que mandó el cuento fue por dinero. Luego de un corto intervalo llenado únicamente con una canción de Van Morrison, continúa: “Estaba por mudarme, necesitaba plata y se me ocurrió que me podía ir bien, así que faltando unos días, antes de que se cierre el plazo, trabajé en el cuento durante todo el día y lo mandé por currier”. Dos meses más tarde, el cuento fue escogido ganador, y si se piensa que los móviles de Rivero fueron sospechosos o poco literarios, piénsese que muchos escritores de culto vivieron sus primeros años, ‘los años de aprendizaje’, mandando cuentos a concursos literarios o escribiendo relatos para revistas o suplementos literarios.Roberto Bolaño quizás sea el ejemplo más interesante. Mandaba cuentos a diferentes concursos españoles, una maña que la aprendió del escritor argentino (también residente en Barcelona), Antonio di Benedetto, al que le rindió un tributo entrañable en el cuento Sensini, que está incluido en su primer libro de relatos: Llamadas telefónicas.Otro de los casos curiosos es el de John Cheever, que si bien no enviaba sus cuentos (muchos de ellos los mejores de la segunda mitad del siglo XX), a concursos, los enviaba al New Yorker, que le pagaba alrededor de $us 4.000 por cada uno de ellos en la década de los 50, lo que le alcanzaba para seguir trabajando y manteniendo a su familia disfuncional, tan bien detallada en sus diarios. Giovanna Rivero, una de las escritoras bolivianas más constantes de la generación que siguió a la de Edmundo Paz Soldán, se suma a esta tradición, y está contenta, se confiesa feliz: “al menos por un momento”, dice.
INFANCIA
Dueños de la arena es un cuento sobre la infancia. Y como toda literatura sobre la infancia, trata más o menos del final de un lugar privilegiado. Es la historia de dos primos que se reencuentran después de algunos años y muchos cambios, en circunstancias que distan de ser favorables.El cuento, contado en primera persona por la protagonista femenina, está estructurado en dos tiempos (infancia y adultez), y, siguiendo esa línea tan bien trabajada por maestros del relato como Raymond Carver, contiene dos historias: una explícita y otra implícita. La que verdaderamente importa es la segunda, aquella que sólo es insinuada por momentos.La historia explícita gira en torno a alacranes. Dos niños encuentran un alacrán y lo encierran en un castillo de arena. A partir de ahí comienza el jueguito cruel de experimentar con la criatura, primero con palitos, luego con un segundo alacrán con el que lo hacen pelear y finalmente con el fuego, que termina consumiéndolo todo.El relato está armado por fragmentos en donde los tiempos (los niños jugando con el alacrán) se alteran con los mismos personajes, pero adultos, convertidos en personas distintas a las que en esos años apostaron a ser, intentando reconstruir el tiempo perdido, sabiéndose ya no más niños. Si el cuento - escrito con una prosa sólida y diálogos bien trabajados- se limitara a ser sólo la historia de dos niños y las experimentaciones bizarras con los alacranes, se perdería lo otro: las atmósferas incestuosas, la nostalgia por lo que pudo llegar a ser y no fue, ciertas tensiones próximas a la culpa, un aire de tristeza flotando en todo el cuento... En fin, todo lo que conlleva el fin de la infancia. “La infancia es la verdadera patria”, dice Rivero. Ya no se escucha a Van Morrison, su lugar ha sido ocupado por la voz medio llorona de Tracy Chapman cantando una canción en la que apenas se escucha una guitarra de fondo. Un sujeto con una inconfundible facha de europeo entró al bar, se aproximó a la barra y se sentó en una equina. Pidió una cerveza y abrió una guía turística. Se puso a leer las páginas con la vista muy cerca de la página. Rivero lo observó por unos segundos y luego dijo, riendo, quitándole solemnidad a la charla: “No existiría infancia sin arena, ¿ no es cierto?”, luego se puso de pie y abandonó el bar. El europeo la vio irse por unos segundos y volvió a clavar la vista en la guía turística. Las cuatro amigas norteamericanas que comían pizza en el centro del bar se fueron hace mucho tiempo y la clásica escena hopperiana es sustituida por la imagen de un bar cualquiera. Afuera -afuera del bar y afuera de toda las infancias- el cielo empieza a nublarse. Volvería a llover en unas horas.
EL FIN DE LA INFANCIA
“La culpa es el fin de la infancia. El pudor que se transforma en complejo. Eso es el fin de la infancia. Cuando te das cuenta de que toda promesa es en sí misma una falsedad, entonces se ha acabado la infancia. Eso suele ocurrir alrededor de los 12 años

jueves, febrero 09, 2006

Maximo Pacheco Balanza : Gloria de Sucre en las letras

Maximo Pacheco Balanza es un escritor sucrense que ha incursionado en la narrativa con una novela llamada"Huesos y cenizas". Esta obra fue finalista en un pasado certamen literario nacional de narrativa. Novela indigenista. La historia se ubica en “una comunidad campesina pobre, miserable, lejos de la ciudad en las estribaciones montañosas de los Andes cobija a dos seres vulnerables y desorientados: un padre y una hija observan el mundo con ojos telúricos, ingenuos, ásperos como el pan integral, mientras la enfermedad y la muerte los acosan”.
Ahora ha recibido la mención de honor del premio novelistico boliviano 2005 por su novela titulada "Retrato de ciudad con calavera en la mano", una novela que todavia no he leido porque no ha sido publicada, y que estoy seguro que no dejara indiferente a sus lectores. Esta novela esta ambientada en un hospital psiquiatrico de Sucre y su estilo innovador ha cautivado al jurado del premio nacional de novela de Bolivia en su octava año de existencia.
Maximo Pacheco es un apasionado por el mundo de las letras, alguien que esta dispuesto a entregarnos sorpresas inesperadas en cada frase de sus libros, aunque por el momento su producción literaria es escasa, no ignoreis a un autor que promete mucho, quien sabe tal vez en el futuro Maximo Pacheco Balanza nos tiene guardada algunas gratas sorpresas debajo de su as de poker, mientras imagina las proximas novelas que escribiran sus dedos en noches de insomnio.

martes, febrero 07, 2006

Premian a una novela sobre homosexualidad


Luisa Siles Postigo logró el primer puesto del certamen con “El agorero de sal”. Madre de familia e hijastra de Augusto Céspedes, es la primera mujer que se hace del galardón. Es paceña, radica en Santa Cruz.
El agorero de sal, una historia ambientada entre Bolivia y Argentina que revive la época de represión dictatorial en Latinoamérica desde la perspectiva de un homosexual, se ha impuesto entre 27 obras y le ha valido a la escritora Luisa Fernanda Siles Postigo el VIII Premio Nacional de Novela 2005, dotado con $us 8.000 como reconocimiento.
El jurado -integrado por los escritores Centa Reck, Juan de Recacoechea, Homero Carvalho, Adolfo Cárdenas y el representante de Santillana, Álvaro Cuéllar- hizo ayer público su fallo dividido que también otorga una mención de honor a la novela Retrato de ciudad con calavera, del narrador sucrense Máximo Pacheco Balanza.
La escritora paceña galardonada recibió la noticia en su casa de Santa Cruz, donde radica desde hace 5 años. Madre de familia y ajena a los círculos literarios, Luisa Fernanda se confesó “inmensamente feliz y por partida doble”, es la primera mujer que gana el premio literario más importante del país.
El jurado consideró que la novela premiada es la fusión afortunada de varias temáticas. Luisa Siles define El agorero de sal como una inspiración “en la historia de un amigo mío, que leía el tarot y era homosexual”. A partir de allí se trenzan los argumentos para representar un mundo confuso: el de la exclusión al homosexual, que se esfuerza por ser aceptado. A ello se suma el tema del sida y la dictadura. Es una obra de ficción que a ratos se teje con hechos reales.
“El jurado entrega el primer premio a El agorero de sal, firmado con el pseudónimo de El loco, porque es una novela madura, sincera, bien lograda... Una obra contradictoriamente desgarradora y cargada de esperanza”, dice el acta hecha pública ayer.
“Es una obra muy bien escrita, dramática, intensa, trágica, es una obra mayor y lo mejor que he leído en muchos años”, dijo Recacoechea, presidente del jurado. El jurado coincide en que salvo cuatro, el resto de las 27 obras no cumplían con los requisitos mínimos.









jueves, febrero 02, 2006

una puerta al alma inquieta de Carvalho Oliva

La poesia es un arte donde el que escribe siempre da un poco de su soledad a cambio de un poco de comprensión.
Homero Carvalho Oliva es un narrador beniano residente en Santa Cruz que tiene una amplia trayectoria narrativa, autor de 4 novelas: Memoria de los espejos, El espiritu de las cosas, Santo vituperio y La ciudad de los inmortales, y de varios cuentos.
Carvalho explora los siempre tentativos terrenos de la poesia, con la publicación de un libro que contiene 37 poemas vinculados con el simbolo metaforico de una puerta, este narrador oriental nos ofrece su vision particular del mundo poetico. El libro publicado por la editorial Plural de La Paz es una invitación para conocer a este autor que impacta con su modesta obra.
Según palabras del propio Carvalho Oliva descubrimos su relacion encontrada con la poesia.
"La novela para mí es como una esposa, vos sabés que llegarás a tu casa y te encontrarás con tu mujer, pero la poesía es como una amante, yo no sé en qué momento del día o de la noche me voy encontrar con ella”, y añadio que los procesos de escrituras son totalmente distintos, ya que la elaboración de la novela requiere orden, disciplina y un sistema, en cambio la creación de la poesía es más ocasional. Actualmente Homero Carvalho se encuentra trabajando en una novela histórica, que trata de un personaje que fue prefecto del Litoral y de La Paz. “Este personaje muere joven, la novela comienza con una carta que la viuda envia al congreso nacional, pidiendo una pensión vitalicia. Se trata de un militar de honor que no hizo de la política una manera de enriquecerse, sino de servir a la patria”, manifestó.La comenzó hace un año y todavía se encuentra en proceso de investigación, continuará escribiéndola alrededor de un año más.
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